Diario de un Creyente (KyuSung)

Capítulo 10 • Venganza

"No supe que ocurría, no recordé nada de los valores, ni de paciencia o tolerancia. Tampoco de piedad y fe. Simplemente, al verlo ahí, tan feliz y tan indiferente, me hizo comprender lo que Kyuhyun me había dicho: La justicia divina no existía. Él estaba ahí tan feliz, Donghae muerto, y yo estaba encerrado en un sitio desconocido." 

— ¿Cómo dices? — Kyuhyun miró la forma en la que JongHoon observaba fijamente a aquél tipo. Le sorprendió que supiera su nombre.— JongHoon… 

— Necesito ver… — Comentó el pelinegro, cegado por las lágrimas que se hacían presentes en su endurecida mirada. 

Kyuhyun siguió de cerca al pelinegro cuando éste avanzó entre las personas hasta el contrario. 

JongHoon se detuvo frente al conocido rostro. 
— Joseph. — Lo llamó con voz firme. El contrario se giró y empalideció cuando reconoció al más joven.

Cho se mantuvo cerca, tensando aún más el momento cuando atrajo los temerosos ojos azules de Joseph. Pero no sé acercó de más, necesitaba oír y saber porqué JongHoon lo conocía.

— JongHoon… ¡Qué alegría verte! — Saludó intentando mantenerse sereno. Pero la situación sólo lo dejaba en el borde del más bajo descaro. Más, cuando intentó acercarse al chico.

— No me toques…  ¿cómo te atreves? — Las lágrimas de JongHoon recorrieron sus mejillas mientras se alejaba de la agarre contrario. 

Joseph negó. 
— JongHoon, es mi trabajo, entiende que…

— ¿Entender? — interrumpió Jong.— Tengo una familia muy lejos de mí, personas que me importan y… Uno de mis amigos murió de una forma terrible. — Dolía, era lacerante recordar su inmadura forma de caer, su boba forma de pensar que nada iba a ocurrir. — ¿Eso tú lo entiendes? ¿Comprendes el alcance de tu trabajo? ¿Comprendes el daño que haces? — Preguntó furioso, triste, acorralado de sus miserables sentimientos cegados por la desesperación. 

— JongHoon yo… Es sólo un trabajo. 

Al notar al chico tan alterado, Kyuhyun se acercó a ellos. Con la mirada fría y pesada sobre Joseph.

— ¿Pasa algo? 

— N-no, Nada, señor Cho. — Negó rápidamente. Irradiando el miedo por cada poro de su piel. 

Cho miró a JongHoon en búsqueda de una respuesta. 

— Se lo diré en otro momento. — Agregó el chico antes de dar media vuelta y buscar un sitio donde estar tranquilo. 

Caminó entre los invitados hasta las escaleras. Subió cada peldaño con fuerza, no quería deshacerse frente a las personas. Cho le había advertido que era gente muy importante, y no quería entrar en algún problema con el castaño a causa de su cruel realidad. 

JongHoon corrió hasta su habitación, cerró la puerta y caminó hacia el balcón del cuarto. Jamás lo había pisado por miedo a que los guardias de Cho pensaran que era otro intento por escaparse, y con ello terminara teniendo un destino peor que la muerte. 

Pero necesitaba aire fresco, necesitaba soltar esa pena al viento. Qué se llevara su dolor, que se llevara esa angustia, ese pensamiento cruel del ¿Qué hubiera sido? 

Pasos cercanos hicieron que JongHoon se girase a otro sitio. No quería que Kyuhyun lo viera así otra vez. No era partidario de la debilidad para enfrentar la dura realidad, pero era imposible en ese momento. 

— ¿Qué ocurre? 

" Ocurría tanto, tanto y casi nada le dije. Extrañaba mi casa, mi familia, mi libertad, a mis amigos… Me dolía estar ahí tan poco tiempo después de ver morir a Donghae. Y repudiaba todo también. Detestaba el tiempo perdido, las dudas que tenía sobre mis creencias… Todo denotaba una cosa nada más. Estaba solo, igual que todos."