Capítulo 12 • Inevitable

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Eso ya lo sabremos... 

El castaño se mantenía hablando, JongHoon comprendió entonces que tal vez el señor Cho no tenía muchas personas con las cuales hablar... O simplemente le agradaba platicar todo con sumo detalle. La mente de Kim divagaba por lo que habían platicado bajo las estrellas. 

El tema de la sexualidad era un tabú en la escuela, sólo hablando sobre los educadores. Porque en sí, todos vivían aquello de forma natural.
El sueño de días atrás volvió a atacarlo. 

¿El sexo era tan bueno como todos decían? ¿De verdad era algo tan escencial? 

No de iba a mentir, había tenido curiosidad. Pero el acto y la masturbación eran temas muy lejanos al verdadero sentir de que brindaba cada experiencia.

" Jamás en mi vida lo había pensado de forma tan detenida. Pero sabía que sería un paso inevitable... Uno de los tantos. Cho no me había adquirido sólo para platicarme de extraños negocios internacionales, del dinero que daba para estrategias políticas, sociales y hasta de índole ambiental. Tampoco para que descubriera que detrás de la bondad del mundo, existe un otro de perversión, tortura y control absoluto sobre cualquier ser sobre la tierra. El señor Cho quería más que eso..."

— ¿Ya escribiste algo en tu diario? — Preguntó Kyuhyun, sacando al chico de sus pensamientos. Jong negó ligeramente.

— No necesitas mentirme...— Kyuhyun lo miró y sonrió de lado.— No te preocupes, no te pediré leerlo. Es tu diario, es algo personal. 

Le pareció muy noble aquello. De verdad, incluso respetaba eso. Ese diario, ese pequeño rincón de su única privacidad. 
Sí, llevaba escritas muchas cosas.

— Sólo he escrito cosas sin sentido. Pensé en mencionar a Hae pero... ¿Ya qué caso tiene? 

— El caso es que es tu amigo, a pesar de que ya no esté, sigue en ti. No intentes olvidar lo que aprecias, sería una tortura inútil. 

JongHoon lo pensó detenidamente. Olvidar... Estaba seguro que no iba a poder hacerlo.

— ¿Puedo ir a la habitación? — Preguntó temeroso. Kyuhyun asintió con amabilidad. 

— Adelante. 

♦♦♦♦

"Obediente... Llegué a la habitación y pensé mucho en Donghae y en su injusta partida. Pensé en mi madre y en mi hermano. ¿Estarían bien? Luego también pensé en mi padre... ¿Por qué fue tan injusto al dejarnos? Nunca pensó en que Jongjin era muy pequeño, no pensó en mi madre, y a mi, ni siquiera me miró cuando se fue." 

— ¿Cómo pudiste hacernos eso? ¡Por Dios!  — Su madre sollozaba desconsolada, su padre tomó una de las maletas y abrió la puerta. Giró con un suspiro hacia ella. 

— Se que te hiere esto... Pero no tiene caso que yo me quedé con una mujer que ya no me importa. Cuidando hijos que sólo

... son gastos innecesarios para un hombre cómo yo. — Boquiabierta, su madre caminó hacia él, imposibilitada a cree en lo que oía. 

JongHoon estaba entre las sombras de la noche, mirando desde el barandal de las escaleras. ¿Por qué su papá se iba? 

— ¿Ni siquiera tendrás el valor de hablar con JongHoon? También es tu hijo.

— Tu hijo.— Recalcó el contrario.— Yo no me hago cargo de esa cosa... Qué vergüenza que el mundo se entere de lo que es. 

JongHoon cerró los ojos cuando su madre estampó la palma de la mano en la mejilla contraria. En un golpe seco y dolido. 

Diario de un Creyente (KyuSung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora