Capítulo 6 • Vacío

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La nueva habitación era aún más grande, tenía otros sillones cerca del gran ventanal que daba hacia el lugar donde había estado sentado con el castaño. Su clóset también era más grande. En el baño había un jacuzzi en donde su cuerpo entero cabía y hasta espacio restaba. 

La cama de igual forma, tenía buen tamaño, era cómoda y a diferencia de la otra, tenía sábanas y edredón de color blanco sobre una elegante base de color negro. En un espacio monocromático de blanco y negro, JongHoon supo que su estado de secuestrado era algo en un nivel muy distinto a lo que había visto en las películas. 

¿En dónde están las cadenas y la comida horrible? 

Ya había pasado por un infierno cuando se lo llevaron. 

Se quedó sentado sobre la alfombra frente al clóset, mirando como la señora Bonnie acomodaba la ropa que Cho le había llevado por la mañana. 

— Yo puedo hacerlo. — Se ofreció el pelinegro, recibiendo una mirada renuente de la mujer. 

— No me cuesta trabajo, además fue orden del señor Cho. 

El chico suspiró, recargando el mentón sobre la palma de la mano. Ya llevaba allí casi una semana. Demasiado rutinaria. Aunque desde que Cho lo había tocado ya no había vuelto a hacerlo o a verlo de esa forma tan… Intimidante.

Por consiguiente, tampoco había vuelto a ver el pasto ni sentido el viento y la luz del sol. 

JongHoon sabía perfectamente que podía estar mucho peor, pero al fin y al cabo, estaba cautivo. 

Miré a la señora Bonnie. No parecía una mujer que tuviera los mismos ideales antisistémicos de Cho Kyuhyun. Podía por lo menos platicar con ella, tener una pequeña voz que me entendiera, aunque fuera un poco. 

— ¿Qué hará de cenar, señora? 

— Aún no lo sé. ¿Se te antoja algo? — Cuestionó con su peculiar tono de voz. JongHoon pensó en algo que extrañara comer. Por primera vez, y aunque fuera fugaz, se expandió en su rostro una sonrisa. 

— Tengo muchas ganas de pastel de chocolate. 

— Puedo hacerlo. Al señor Cho también le gusta mucho. — Explicó la mujer con bastante tranquilidad.— A lo mejor y te deja bajar.

JongHoon se tensó de inmediato. ¿Bajar? ¿Con él?

— No creo que un cautivo tenga esos privilegios. — Habló de forma sarcástica y temerosa. Bonnie chasqueo la lengua y negó.

— ¿Cómo lo sab…

— Creo que es buena idea. — Oyeron detrás de ambos. Se giraron y justo sobre el marco de la puerta Kyuhyun los miraba con su distintiva sonrisa de lado. —  ¿Bonnie, puedes revisar si está en orden el salón? Los señores vienen en un rato más.

— En seguida señor. — Bonnie hizo una leve reverencia y salió rápidamente de la habitación donde ahora se quedaba JongHoon. 

— Por lo visto usted es fanático de escuchar detrás de las puertas. — Expresó el chico mientras se ponía de pie. 

— No es que sea fanático, es que simplemente yo soy el dueño de la casa. Y tú estás a lado de mí habitación. — Explicó el castaño antes de guiñarle un ojo. Dió unos pasos al frente, hasta quedar frente a JongHoon. —¿Caminas conmigo? — El pelinegro se quedó estático ante sus palabras. ¿De nuevo lo iba a tocar? — Te lo Estoy pidiendo, no estoy tocandote. 

Kyuhyun soltó una risita burlona. 

— Bueno. 

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Diario de un Creyente (KyuSung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora