Capítulo 19 • Infierno

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Luego de terminar con el desayuno, JongHoon puso a prueba su resistencia al dolor que en un primer momento se extendían desde su cintura hasta debajo de los muslos, por fortuna, luego de unos cuantos pasos se dio cuenta que la molestia no era del todo desagradable, era como despertarse después de una fuerte clase de deportes. Envuelto en una sábana, rebuscó entre su ropa y optó por vestir algo cómodo, además a diferencia de otros días estaba haciendo algo de frío.

Se introdujo en la ducha y dejó de lado la sábana para evitar que ésta se mojara.
Grande fue la sorpresa cuando se miró en el espejo del baño. 

No podía ni quería creerlo, mi reflejo me gritaba crudamente lo que había ocurrido la noche anterior. Las marcas amoratadas que se esparcía por mi cuello hasta el ombligo, luego las que tenía en los muslos y entre los mismos… ¿El sexo era así de salvaje? ¿Iba a ser así de doloroso?

Porque si había algo que JongHoon no desechaba de su mente, era el intenso dolor que le había infringido el miembro de Kyuhyun una vez dentro de él.

Había valido la pena” Automáticamente el sonrojo llegó más allá de sus orejas recordando todo.
Sentía una extraña vergüenza de verse así. Se sentía tan sumiso y… diferente. Sacudió la cabeza, intentando dejar de lado el asunto. Sólo había sido eso y nada más. Al final había amanecido en su propia cama, con el desayuno a su lado y sin ninguna noticia de Kyuhyun. El sólo rememorar le daba cierto coraje y melancolía. Esas estupidas peliculas de amor eran una estafa con la mente de las personas. 

Dejó que el agua se llevara todo eso, que se llevara los besos de Kyuhyun, que se fueran sus caricias y que se acabaran sus estúpidas ideas. Debía hacer una cosa, y sólo una cosa. Tener los pies bien puestos en la tierra.

Pero tenerlos en la realidad significaba aceptar que seguramente Kyuhyun quería repetir lo de anoche, o en el peor de las situaciones, que se consiguiera a otro, a alguien más.

Esa última idea destrozó al pelinegro. Era la idea perfecta para auto destruirse.

— ¿JongHoon?

El muchacho se tensó debajo del agua.

— ¿Estás en la ducha? 

Pasó saliva, nervioso.
— Sí… Aquí estoy.

Kyuhyun miró la perilla, acercó la mano, dispuesto a abrir la puerta y sorprenderlo desnudo, enjabonado o empapado. La verdad, cualquiera las dos imágenes le eran tentadoras. Sin embargo, alejó la mano, volviendo a su cordura, y… Respetando la privacidad del chico.

— Te espero a que salgas, irás conmigo a un sitio.

Jonghoon había estado esperando, creyendo que en cualquier momento Kyuhyun rompería la delgada línea de su privacidad entrando al baño. Pero con sinceridad, sintió un gran alivio cuando dijo que lo esperaría afuera.

Unos minutos más tarde, JongHoon salió vestido en un llamativo pants amarillo, con la sábana doblada y el rostro casi en llamas cuando miró al castaño sentado sobre la cama.
Se veía guapísimo cuando vestía informal.
Entre sus brazos, yacía la pequeña Melo. JongHoon dejó de lado su timidez para correr hacia su pequeña amiga.

— ¡Melo! — Gritó con tono dulce mientras casi casi se la arrebataba de los brazos al castaño. — Te había olvidado, nena.

— Sí es normal que estuvieras distraído. 

Kyuhyun se puso de pie, el pantalón de chándal negro en combinación con una playera del mismo tono lo hacían resaltar, su piel pálida, sus ojos cafés… JongHoon se intimidado nuevamente cuando su cercanía le aceleró el corazón. Kyuhyun se inclinó sobre el chico para saludarlo con un casto beso en los labios. Melo movió las patas intentando escapar del fuerte agarre que Jong ejercía sobre ella a causa de su evidente nerviosismo. 

Diario de un Creyente (KyuSung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora