Capítulo 22 • No lo hagas

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Las pequeñas patitas de Melo sonaban contra el suelo, la pequeña saltaba y  arañaba la madera de la cama, corrió hacia atrás, impulsándose y logrando subir de un salto hasta la cama. 

Ladró hacia un mechón de cabello oscuro que sobresalía de las sábanas. 

Su dueño se asomó, con los ojos entrecerrados por la molesta claridad que se colaba por la ventana. Melo, tiernamente ladeó la cabeza, mirando curiosamente a JongHoon y volvió a ladrarle.

— Te amo…Pero ya cállate. — le reclamó el chico con la voz ronca, removiendose entre las sábanas y observando el reloj de la pared. — ¡Son casi la una de la tarde!

Miró el buró con su desayuno intacto, pero el plato de Melo estaba vacío. 

Bostezo y se quedó mirando a la nada. Melo bajo de la cama y JongHoon se mantuvo inerte. 
Suspiró. 

Normalmente vaciaba una lata con comida desde una noche antes, pero obviamente no había podido. 

Cuando Kyuhyun había dicho que descansara y luego amenazó con  ir a verlo más tarde, no estaba bromeando. 
Casi a media noche, el castaño había cumplido su promesa y se adentró para volver a tomarlo. Por fortuna no había caído en la misma brutalidad con la que se lo había hecho en su escritorio. 

Eso era lo que tenía a JongHoon bastante confundido esa mañana. Kyuhyun lo había tocado con tanta ternura, lo besaba despacio y ni siquiera había sentido estragos del dolor. Era como si se hubiera arrepentido por cómo lo trató en su despacho. 
Recordaba como incluso lo había abrazado por un largo rato después de culminar, acariciándole el cabello, las mejillas. JongHoon se había estremecido y sonrojado ante el bello tacto del castaño. 

Cómo si se hubiera transformado.

Y ni hablar de la forma en la que le susurraba al oído. Diciéndole cuando lo deseaba y lo hermoso que era.
Melo volvió a ladrar. JongHoon brincó de la cama y corrió a sacar una de las latas que Bonnie llevaría cada semana a la habitación del chico. 

Luego de ayudar a saciar el hambre de su mascota, JongHoon tomó algo de ropa y se dirigió al baño. 

Una vez en la ducha, dejó caer el agua tibia sobre su cuerpo, paseó sus manos y su mente seguía atacandolo con los excitantes recuerdos de una noche con Kyuhyun. Jamás se había sentido así. Ni siquiera cuando había ocurrido por primera vez. 

Tal vez era cierto y como solían contar sus amigos... A partir de la segunda era una mejor experiencia.

Aunque estaba seguro que ellos jamás habían estado con un hombre como Kyuhyun. 

Es que… Parecía una fantasía prohibida ese hombre. Sabía combinar la rudeza y la ternura, podía hacerlo perder la cabeza con un beso o con una simple caricia en su rostro. 

JongHoon se llevó una mano al pecho y negó rotundamente. 

— No lo hagas. Por favor. — Se repitió en voz baja. — Se fuerte un poco más. 

Tenía que aprovechar inteligentemente el permiso de salir a rondar por la casa. Y no involucrar cosas que sólo lo lastimarían.

Se apresuró en ducharse, se puso algo sencillo y salió del baño. 

Minutos después la cerradura giró. Se tenso en nervios y espero que no fuera el castaño. 

Por fortuna, no lo era. 
— ¡Bonnie! — Gritó emocionado. Corrió y envolvió en un abrazo a la única persona que parecía comprender un poco mejor su estancia en aquel sitio. 

Y obviamente, la única que lo ayudaría. 

»[•♦•♦•♦•♦•]«

— No creo que sea buena idea, muchacho. — Bonnie movió la cabeza, negando las ideas del chico. 

— Tal vez pueda lograrlo. — Él sabía que iba a ser una tarea totalmente complicada. Corría mucho riesgo.

Bonnie volvió a mover la cabeza. 

— Pero… ¿No has pensado que tal vez aquí estarías mejor? —JongHoon bufó. Era casi lo mismo que le había dicho el guardia. Parecía que ninguno de ellos ansiaba ser realmente libre.— Con el tiempo, el  señor Cho podría concederte más privilegios. ¿Y si un día te dejara todo a ti? 

JongHoon arrugó el entrecejo. Esa era la idea más disparatada. Si a Kyuhyun le sucediera algo, a él lo matarían. Sabía demasiadas cosas. 

— Quiero volver a mi casa, Bonnie. Quiero volver a mi vida normal. Lo último que querría es ser como él. — Él no quería ser partícipe de guerras, de violaciones a la dignidad humana, ni dirigir todas las aberraciones de las que había presenciado en la casa. 

— Entonces… ¿Qué opciones tienes? ¿Salir como si nada de aquí? Ignorando que Kyuhyun te encontrará en un chasquido. O aprovechar cuando estén juntos y matarlo.

JongHoon la miró asustado cuando pronunció aquello último. 
Sería caer en lo mismo. 

Incluso le asustaba pensarlo. 
¿Matar a Kyuhyun? 
Negó. 

— Tampoco quiero matarlo. 

"Tal vez al principio lo hubiera pensado. Pero ahora debía analizar todas las complicaciones que eso llevaría. 

Matarlo. ¿De qué serviría? 

Desde mi llegada me había tratado relativamente bien, se preocupaba y cada vez que podía, mencionaba cuánto le importaba. No lo haría. Ni siquiera volvería a pensarlo".

Su corazón se estrujó. Lo último que quería, realmente, era tener que dañarlo. 

— Piensa bien las cosas. No arriesgues todo lo que te ha dado. No arriesgues tu vida. — Bonnie lo abrazó tiernamente.— Volveré más tarde.

Bonnie tomó a Melo y sonrió.

— Y ella, necesita un baño. — JongHoon accedió a qué se la llevara. Necesitaba estar tranquilo, a solas. 

No quería arriesgarse tanto, pero añoraba muchísimo su libertad. 

Pasó una hora, sentado en el suelo, mirando nuevamente el cielo, estaba despejado, ni una sola nube cubría el bello azul sobre el lugar. 

— No lo hagas. — Se dijo con una mano sobre el pecho. 

Estaba comenzando a ser irracional. 

" Dios, si estás escuchándome… Muéstrame qué es lo correcto.

Había desbalanceado su fe. No era correcto acordarse de él en los momentos que le conviniera. Le habían dicho muchas veces que eso era incorrecto. 
Pero no encontraba la explicación, necesitaba una guía. 

La puerta se abrió de repente y vio entrar al castaño. 

JongHoon se puso de pie. Y Kyuhyun le sonrió con dulzura mientras caminaba en su dirección. 

Lo abrazó y dejó un beso sobre sus labios. 
— ¿Todo está bien? — Le preguntó mirándolo fijamente. Su tono dulce no se comparaba al Kyuhyun del principio.

JongHoon sintió que le clavaban cien alfileres en el corazón. 
Mirar a los ojos de Cho comenzaba a ser un verdadero martirio. 

Lo recordaba como anoche, tan dulce y tan caballero. 
— ¿Hoy podremos ir a caminar... Juntos? — Preguntó, tomando el valor de llevar sus manos hacia los antebrazos del castaño. 

Kyuhyun sonrió, asintió y volvió a abrazarlo. 

¿Habrá sido esa una señal sobre hacer lo correcto?

∞•∞•∞•∞

Capitulo pequeño. Lo siento pero era para irnos adentrando un poquito en el sentir de JongHoon.... Ya después sabremos de Cho.

Espero que les aiga gustado 😂😂

Las amo.

PD: Qué el Yesung sacará canción.... ME MUEROOOO.

Diario de un Creyente (KyuSung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora