Capítulo 20 • Protegerte

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JongHoon se quedó mirando fijamentela misma rata que se hallaba encerrada, escuchaba las bromas que Kyuhyun hacía sobre el experimento y las risas de todos los demás. 

— ¿Estás bien?— Escuchó a su lado. Giró, encontrándose con una mujer joven de cabello atado y que vestía casi igual que el doctor con quién platicaba Cho. La voz femenina le había parecido dulce y amable. Asintió como respuesta y a cambio ella le dedicó una sonrisa.

— No creo que sea lugar para ti. Ven conmigo, te daré un café. 

JongHoon miró a Kyuhyun distraído con el doctor, los guardias platicaban entre ellos. Por un momento le pasó por la mente el ni siquiera seguir a la doctora, y en cambio, buscar la forma de comunicarse, de salir. Pero realmente, ¿A dónde iba a ir? Ni siquiera había algo cerca, y Kyuhyun lo encontraría. 

Siguió a la doctora hasta un cuarto pequeño, sin puerta. Con un escritorio pequeño donde estaba la cafetera, y un par de sillas a lado del mismo. 

Ella tomó un vaso pequeño y sirvió el vaso hasta poco más de la mitad. JongHoon miró extrañado el porqué ella no se había servido, pero su mente divago en qué, probablemente, para trabajar allí se necesitaba de mucha cafeína. 

— Cielos, te ves muy jovencito. — Mencionó curiosa.—¿Dieciséis?

— Algo así. 

La doctora sonrió amable y acercó los dedos a la cabecita de Melo, la perrita respondió restregándose en su mano. 

— Qué bonito... ¿O bonita?— preguntó.

— Bonita… Su nombre es, Melo.

— Está muy linda.— La mujer soltó a Melo, cruzó la pierna y miró un poco más seria al pelinegro.— Disculpa que te pregunte esto pero… ¿Qué haces aquí?

— Yo… Sólo acompaño al señor Cho.— Respondió recibiendo una nula expresión en el rostro de la doctora. 

Ahora ella también le comenzaba a parecer rara.

Sus ojos vagaron del café hacia JongHoon. ¿Por qué mirar el café de esa forma? 

A la mente del chico llegó Joseph, el antro, su mente borrosa y el doloroso recuerdo de su familia y amigos. 

— ¡JongHoon! — El chico brincó asustado por el grito del castaño. Kyuhyun lo tomó fuertemente del brazo y lo hizo levantarse. — ¿Qué demonios estás haciendo aquí?

La pregunta evidenciaba la molestia de Kyuhyun, el castaño lo miraba muy seriamente.

— Sólo… Me ofreció un café. — Contestó Kim en hilo de voz.

Kyuhyun bufo por la nariz, y giró rápidamente hacia la doctora.

— Señorita, me parece que su trabajo no es ofrecerle café a los socios del doctor. Si me permite darle un consejo: No arriesgue su empleo... Y mucho menos su vida. — Sentenció con una clara advertencia. La mujer bajo la cabeza y Cho tomó al chico de la mano.— Vámonos.

••••

"El camino a la casa había sido horrible, frío por la actitud de Kyuhyun, yo estaba… confundido, dolido y atemorizado por lo que había tenido que ver, y vaya a saber Dios si no me esperaba algo peor cuando me preguntara porque había seguido a esa mujer. "

— Espérame en tu habitación. — Demandó el castaño con voz fría. 

Dios… ayúdame.— JongHoon caminó rápidamente a su cuarto, si algo iba a ocurrir, lo mejor era que fuese lo más rápido posible. 

Diario de un Creyente (KyuSung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora