Capítulo 36 • Visitas

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La señora Kim se quedó mirando la ventana de la cocina, miraba a esos tres hombres en su casa, dos de ellos sumamente serios, el tercero, un jóven de pelo castaño que estaba mirando todo detenidamente.
Y ese… Bueno, esa. Perrita, durmiendo en su sillón. 

Habían llegado hace cinco minutos. 

Se había llevado tremendo susto al ver dos hombres altos y trajeados en su casa. Creyó que eran algunos agentes o algo por el estilo. 

Luego apareció detrás de ellos ese atractivo muchacho vestido de negro, con la cachorrita en los brazos. 

La había mirado amablemente, pero ni siquiera pidió permiso para entrar. Sólo entraron y se sentaron en la sala, con la excusa de hablar sobre JongHoon, una ex relación. Y cosas de gran importancia. 
Algo ahí era muy obvio...
La señora Kim no era tonta. 

¡Dios! Habría creído todo menos esto. ¿A quién habrá salido ese chico? — se preguntó antes de apresurarse a llevar una charola con cuatro tazas de café.

Dos de ellos tomaron la taza sin decir alguna palabra. 

El castaño le sonrió dulcemente. 
— No hablan coreano. Así que no suponga una grosería.— le dio un sorbo a la taza y miró sorprendido a la señora Kim.— Muy buen café. 

Observó al castaño con el ceño ligeramente fruncido y una mueca de desconfianza. 

El tipo era muy atractivo.

Había creído que en un futuro vería a su hijo con un hombre de dicho porte, pero el que bebía gustosamente el café frente a ella superaba todas las expectativas. . incluso llegó a pensar la envidia de sus amigas cuando lo conocieran… 

"Pon los pies en la tierra". — Se regañó por adelantar futuros. A lo mejor y el tipo estaba ahí para matarlos y llevarse a JongHoon. 

— No me mire de esa forma, le aseguro que no vine a hacerle algo. 

La respuesta del muchacho la hizo volver en sí. Movió la cabeza y habló luego de un pesado respiro. 

— Disculpa... Yo... No sé exactamente qué haya tenido JongHoon contigo.—ni siquiera tenía idea de cómo comenzar—. Yo también fui adolescente y sé los cambios que existen y las cosas que desean experimentar los chicos. JongHoon ha llegado a la mayoría de edad, no me sorprendería saber que él ha comenzado su vida sexual.

Kyuhyun dejó la taza sobre la charola, buscando en su cabeza algún pretexto, intentando evitar esa conversación. 

Era muy incómodo oírlo. 

— Pero, sinceramente todo creí menos que mi hijo saliera con un hombre que aparentemente necesita de… Guardaespaldas. 

Cho sonrió de lado. Era completamente comprensible que ella no le tuviera confianza. Menos si había llegado así como así para meterse en su casa. 

La señora Kim tenía un gran parecido a JongHoon, a pesar de que en el diario él era más parecido físicamente a su padre. Eran las acciones, la mirada nerviosa, y las facciones enternecedoras las que se lo recordaban. 

— Entiendo si usted está preocupada por JongHoon. Es su hijo y tiene derecho a sentirse segura sobre las personas con quienes convive.—miro a la señora Kim directamente, intimidante y severo. Si quería tener algo de verdad con JongHoon, tendría que manejar todo de buena forma—. Tengo un negocio muy grande. 

De inmediato, la señora lo interrumpió.

— Si estás aquí para decirme que mi hijo está con un narcotraficante, déjame decirte que…

Diario de un Creyente (KyuSung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora