Capítulo 8 • Privilegios

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"Desde ahí comencé a escribir todo lo que me ocurriera dentro de aquel sitio. Escribí esos vagos recuerdos desde la mañana antes de convertirme en cautivo. "

Caminaron por un sendero pedregoso, a lo lejos, varios de los hombres de Cho los seguían. JongHoon no los veía pero sabía que estaban por ahí.

Hacía frío, estaba nublado y la bruma de la tarde cubría el pico de los pinos que formaban aquel boscoso sitio. Extrañamente hermoso, aunque rozara en lo tétrico.

- Espero que haya sido de tu agrado el diario que te envié esa noche. - Comento el castaño introduciendo las manos en los bolsillos de su abrigo. JongHoon se bajó el cuello del suéter hasta el mentón.

- Lo es... Gracias.

Consideraba el regalo de Cho una ligera salvación. Leer y escribir habían sido hábitos del colegio muy bien aceptados por su parte.

Además, él le había dicho que podía ir a la biblioteca, sería una buena forma de dejar que el tiempo pasara.

El ladrido de los perros en la lejanía hizo a Jong girar hacia atrás y ver todo con miedo. Ahora parecía que no había nadie cerca. Se abrazó al abrigo de color rojo. Cho se lo había dado junto con toda la demás ropa y justamente cuando se giró de nuevo hacia él, Kyuhyun lo observaba con una sonrisa orgullosa.

- Te queda muy bien ese color.

JongHoon asintió, sus mejillas se sonrojaron ligeramente y siguió el paso de Kyuhyun. Luego de un rato más de silencio, con excepción del ululato proveniente de lo más alto en los árboles.

JongHoon desvío su mirada al cielo, un pequeñísimo trozo del cielo azul se coló entre sus ojos. Un azul ligero, casi blanquecino entre tanto gris.

"Mi destino era estar aquí: Pensé en eso más que en otro momento."

- Su intención era que me identificara con la frase del principio.- Cho lo miró con una ceja arqueada.

"Me sentí demasiado identificado con esa frase. Pero no sé lo diría, no ganaría, no otra vez."

- De cierta forma es un mensaje de mi parte. Como sea, ahí puedes desahogarte de todo aquello que no quieras contarme.

- Con esa actitud, mi cabeza da más vueltas entorno al objetivo por el que estoy aquí. Primero se comportó un poco hostil conmigo, y ahora me da regalos. - Era la primera vez desde que había llegado que le dirigía de esa forma la palabra al mayor. Cho rió levemente.

- Puedes intentar escapar cuando quieras. Te encontraría de cualquier forma.

Kim se quedó callado. Luego de haber visto tanto, que realmente era poco. Sabía que Cho Kyuhyun tenía una buena posición en el poder, y si decía que podía con algo. Lo haría.

- Ya te dije porque te compré, me gustas. - Una vez más, los nervios del chico se alteraron. Gustar significaba mucho. Pero un pequeño destello de la veracidad en esas palabras llegó cuando el castaño acarició su mejilla. - Mírate, eres realmente precioso, JongHoon. Y mucho más que eso. Apostaría que tenías muchas personas detrás de ti.

Kyuhyun se detuvo frente a frente con JongHoon. El chico sonrojado, atento a la fina caricia de la mano helada de Cho contra su mejilla. Rió amargo, sarcástico.

- ¿De mi? Era el raro de mi clase, señor.- Confesó con un tinte cómico en su voz. Kyuhyun siguió caminando, Jong corrió detrás de él.

"Corrí detrás de él... ¿Por qué lo hice? ¿Era el llamado de lo que ocurriría después?"

Diario de un Creyente (KyuSung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora