Capítulo 14 • Inseguro

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Luego de unos minutos, JongHoon yacía sentado a la izquierda de Kyuhyun en la mesa que se hallaba en el centro del salón. Un sinfín de personas se acercaron a felicitarlo, unos con el típico abrazo, algunos agregando un par de besos en sus mejillas y otros sencillamente dándole la mano. 

Varias de esas personas le dedicaban sonrisas de amabilidad al pelinegro, otras sólo lo miraron con curiosidad. 

JongHoon se comenzaba a sentir incómodo, de cierta forma, esas personas se dedicaban a cosas extrañas y horribles, y sin embargo, lucían como si nada de lo que hiciesen afectara al mundo. 

La mano de Kyuhyun sobre la suya lo hizo volver a ponerle atención. Cho le dedicó una sonrisa tenue.

— Todo el mundo te mira… No sé si sentirme celoso o todo un afortunado. 

JongHoon miró a otro sitio del salón, Kyuhyun soltó su mano y el chico volvió a mirar en su dirección. 

— Supongo que debo decir: Feliz cumpleaños. 

JongHoon lo reverenció, en señal de respeto, acción que en Kyuhyun desató un extraño sentir. Víctima de un impulso fugaz, se acercó al chico y volvió a besarlo, sin tomarle importancia a si alguien los veía o los criticaba. Kim de mantuvo inmóvil por ese pequeño tramo de tiempo en que Cho acarició sus labios. El castaño se alejó sonriente, provocando el incontenible sonrojo en el rostro del contrario. 

— Ahora sí es un feliz cumpleaños. 

JongHoon intentó decir algo. Pero ¿Qué iba a decirle? No había nada.
Uno de sus guardaespaldas se acercó hasta la mesa. 

— Señor Cho, un momento. 

— Ya vengo. — Anunció al jóven de cabello negro.

♦♦♦♦ 

Casi veinte minutos después, Kyuhyun no llegaba. JongHoon se había levantado, curioso, hacia la mesa de postres que había a un extremo del salón. 

No sabía realmente cuántos brownies se había comido, tampoco llevaba la cuenta de las deliciosas galletas de mantequilla que habían llegado a su estómago. Sólo tenía clara una cosa, había alguien viéndolo desde que había llegado a la mesa, y ese alguien estaba caminando hacia él.

— Cho Kyuhyun siempre ha tenido buenas joyas.— El hombre de cabello negro y mirada endurecida impuso un cierto chispazo de miedo en JongHoon. Tenía los ojos grises, una mirada imponente y un rostro del que emanaba la autoridad. Sencillamente, ante los jóvenes ojos de JongHoon, se veía un hombre malo.— Ryan Zven, un viejo socio de Cho. 

El hombre le tendió la mano, JongHoon aceptó caso temeroso. 

— Ah, un gusto. Soy Kim JongHoon. 

— Lo sé.— Respondió con una macabra sonrisa de lado, tanto, que dejaba la sonrisa de Kyuhyun como el simple gesto de un niño.— ¿Gustas algo? 

— No bebo, pero gracias. 

Ryan Zven sonrió con amplitud, pasó un brazo sobre los hombros de JongHoon y lo hizo caminar junto a él. El chico sintió que algo no andaba del todo bien, una extraña sensación de inseguridad y ganas de echarse a correr invadían su cuerpo entero. 

— Sabés Jong, muchas personas están interesadas en saber que tipo de relación tienes con Cho. Obviamente, lo digo sin afán de ofenderte es sólo que… Hay una diferencia de varios años entre ustedes. — Su tono sarcástico, combinado con la marcada pronunciación de la R y su maquiavélica sonrisa encendieron una alarma en Kim.— Pero bueno… Siempre que necesites algo puedes decirme.

Diario de un Creyente (KyuSung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora