Ventajas de Gato - Miraculous Ladybug

Capítulo 33: Antoine y Nicholas.

[Flashback de hace 8 meses, narra Antoine]

- Dime, Antoine... - Me decía Liu Xiang mientras prendía un cigarrillo y yo levantaba la mesa. – Las vacaciones están comenzando. ¿A dónde te gustaría ir?

Por poco se me cae un plato de la sorpresa. Sin dudarlo dos veces le digo – Paris.

Ella mira, sorprendida, mientras soplaba humo con sus labios. - ¿París? – Me preguntó – ¿Por qué París?

- Bueno... Mi padre era francés. Además, París es un lugar bastante interesante como para visitar. Hay muchos lugares turísticos y... Y también hay superhéroes, ¿Sabías? Se llaman Ladybug y Chat Noir. Vi videos de ellos en internet. Muero por conocerlos...

A penas las vacaciones comenzaron fuimos a Paris. Pero no todo fue como lo planeado.

Dos días después de nuestra llegada, mi madre me había mandado a comprar pan en la panadería Dupain-Cheng en la esquina de donde nos estábamos quedando.

Llegué a la panadería y me atendió un señor sonriente y amable. Aunque no pude evitar escuchar gritos del otro lado de la puerta que estaba detrás suyo mientras me atendía. Parecía ser que dos personas se estaban peleando ahí.

Otro de los clientes pareció notarlo y le pregunto con curiosidad a la otra señora que atendía - ¿Qué está pasando ahí? - Hablaba con confianza, parecía ser su amiga en vez de una cliente.

La señora le respondió con la misma confianza – Oh, es Marinette y un amigo suyo que vino de visita por hoy.

- No parecen ser del todo amigos... - Dijo su amiga chistosamente.

- Lo sé, por cómo se pelean, parecen ser hermanos. Pero es porque viene muy seguido, ya que su padre adoptivo no tiene mucha plata para mantenerlo, y a veces lo deja con nosotros hasta volver a estar económicamente bien. Normalmente se queda solo por tres días solamente.

- Oh, ya veo. – Respondió mientras agarraba su bolsa con panes y medialunas. – ¿Eres una buena amiga del padre?

- Somos conocidos, los que en verdad son muy cercanos son ellos dos. – Dijo, señalando la puerta. – Aunque no lo parezca.

La amiga pretendía seguir hablando, pero al revisar su reloj se enteró de que estaba llegando tarde al siguiente programa que tenía planeado, por lo que dijo, mientras saludaba con su mano libre, - Me tengo que ir, ¡Mándale saludos a Marinette y a su amigo!

La señora le sonreía mientras la saludaba haciendo un ademán con su mano. Luego de que la amiga se haya ido, la señor a que atendía suspiró y abrió la puerta para decirles a los que estaban peleando - ¿Quieren dejar de pelear y venir a ayudar a la panadería? Hay muchos clientes hoy.

De la puerta salió una muchacha de cabello color azabache recogido en dos coletas, con el ceño fruncido. Y por detrás de ella, había otro muchacho de cabello del mismo color, pero despeinado. Parecía estar de más buen humor que la chica.

El rostro del muchacho me resultaba conocido, pero no podía deducir exactamente de quien. Hasta que la señora les dijo – Marinette, encárgate de estos clientes, para así hacer las filas más cortas, y Nicholas – Dijo señalando con un pedazo de papel al muchacho que me resultaba conocido – ¿Puedes ir a comprar las cosas anotadas acá?

- ¿Nicholas? – No pude evitar preguntar. Los tres, Marinette, la señora y Nicholas, giran para mirarme.

Nicholas se quedó unos segundos callado para mirarme de pies a cabeza. - ¿Antoine? – Preguntó.

Yo asentí y algo incómodo le dije – Tanto... Tanto tiempo...

Él no me sonrió. Solo preguntó - ¿Qué haces acá, en Paris?