Capítulo 35: Desventajas de gato

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Narrado por Luka:

No me importa que este lejos. Yo corrí hacia la casa de los Agreste, estando seguro de que ahí fue donde la llevaron a Marinette.

Corrí tanto que me empezó a doler profundamente el vaso, por lo que tuve que empezar a caminar rápido. Tardé. Pero finalmente llegué.

Veo como había autos de policía estacionados ahí. ¿Ya los habían atrapado?

Me acerqué a uno de los policías y le pregunté – Disculpe, además de las personas que están arrestando, ¿Quiénes estuvieron aquí?

El policía apoyó su dedo índice en su mentón, tratando de recordar, y después dijo – Un muchacho de tu edad aproximadamente que dijo que necesitaba llevar al hospital a una chica que tenía en sus brazos.

- ¿Al hospital? – Pregunté para aclarar - ¿El color de pelo de ellos era azabache?

- Mm, si, creo. ¿Por qué?

- ¿Por casualidad sabe a que hospital fueron? – Dije, sin responder su pregunta de lo apurado que estaba.

- No, no lo sé, pero el muchacho estaba apurado y fue caminando ya que no tenía un auto, por lo que supongo que fueron al hospital más cercano.

- Esta bien, muchas gracias.

Cuando estaba por retirarme, el policía me agarró del brazo y me preguntó - ¿Por qué quieres saber?

- Ah – Dije, entendiendo que el policía podía sospechar de mis intenciones al hacer tantas preguntas – Es que la chica es amiga mía. Y vi como la drogaron, vine aquí suponiendo que era el lugar donde se encontraba, pero al parecer Nicholas ya la llevo al hospital. – Le dije con una sonrisa de alivio. – Nicholas es el muchacho que la llevó. – Le aclaré.

El policía soltó mi agarre mientras decía – Ah, espero que tu amiga se mejore.

- Gracias... – Dije, acto seguido, caminé hacia el hospital más cercano.

En la puerta del hospital me encontré con un gato negro con ojos verdes. – ¿Eres Adrien? – Pregunté, para confirmar que no le iba a hablar a un gato cualquiera como un tonto.

Este asintió. – Supongo que esto funciona así, ¿No? Cuando yo soy humano, tú eres un gato, y viceversa. – Dije. – ¿Lo disfrutas? – Pregunté, algo de mala gana. Para mi sorpresa, Adrien negó con la cabeza.

- ¿No lo disfrutas? – Pregunté, para aclararlo.

Este volvió a negar. - ¿Por qué no?

El gato señaló con su hocico el cartel que estaba en la puerta que decía "No se permiten animales" seguido del signo de un perro y un gato, tapados por una cruz roja.

- Ah – Dije, entendiendo a lo que se refería. – Tenemos que encontrarle la solución a esto cuanto antes... - suspiré y agregué – Voy a ver a Marinette.

Entré al hospital, por suerte era horario de visita, y le pregunté a la señora que atendía en la secretaría en que sala se encontraba Marinette Dupain-Cheng.

Entré a la sala donde estaba ella inconsciente, y también estaba Nicholas sentado agarrándole la mano.

Algo incómodo saludé -Hola... ¿Cómo está Marinette?

Nicholas, sin girar a verme, responde – No lo sé. Sigue sin despertar.

- Pronto lo hará. Estoy seguro... - dije. – Oh, te tengo que decir algo. – agregué.

El giro para verme - ¿Qué pasa?

Me rasque la nuca – Bueno, no se si ya te enteraste, pero... Adrien es un gato. Y cuando él se vuelve a transformar en humano yo me transformo en gato. La verdad es que no sabemos como arreglarlo, y no se a quien más acudir porque Marinette.... Bueno, además de estar inconsciente, es mejor que no se entere del tema, por lo que eres la última opción que me queda. Tú sabes sobre los miraculous, no sabía a quien más acudir. ¿Se te ocurre alguna manera de solucionar esto?

Ventajas de Gato - Miraculous LadybugDonde viven las historias. Descúbrelo ahora