Capítulo 6

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Simon se alejó de ella despacio, saliendo tortuosamente de ella, arrojó el condón en el suelo y se abrochó los vaqueros

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Simon se alejó de ella despacio, saliendo tortuosamente de ella, arrojó el condón en el suelo y se abrochó los vaqueros.

Emilia se quedó quieta aferrada a la cómoda mientras la ira seguía creciendo poco a poco, aferrándose lentamente a cada poro de su cuerpo, carcomiendo cada pieza de control, deseaba arrojarlo al suelo, tomar el cortapluma que estaba a escasos centímetros de su puño derecho y enterrarlo en su entrepierna una y otra vez hasta saciar su sed de venganza por la humillación, las lágrimas derramadas quemaban su piel como aceros hirvientes.

- No me gusta que llores mientras te cojo.

Emilia se giró con furia en los ojos- pues entonces coje a tu abuela para que no chille- gritó con furia.

Un segundo antes de terminar aquella frase Emilia estaba tocándose la mejilla por la cachetada que le había dado Simon- no te atrevas a insultarme mocosa, no tienes el derecho, en cambio tú, tú si que eres una zorra igual que tu tía, que engatusó a mi papá y le exprimió todo el dinero mientras quien sabe con cuantos imbéciles se acostaba.

Emilia sonrió burlona- te recuerdo que tu papá era uno de esos imbéciles.

- Cállate- gritó con ira y levantó la mano de nuevo pero esta vez Emilia actuó rápido, tomó el cortaplumas de la cómoda y lo sostuvo frente a Simon.

- No te atrevas porque te juro que me importaría estar en la cárcel con tal de dejarte como coladera.

Simon vió la decisión en sus ojos, levantó las dos manos en señal de rendición y dió dos pasos atrás, no sin antes agregar- la próxima semana espero recoger el dinero completo o follaré de nuevo ese cuerpecito- sacó una sonrisa- y si esta vez te parece malo, creeme que la próxima será peor- la miró- y para que veas que no soy tan malo, ve esta noche al bar, tal vez con alguno de tus shows te lleves dinero extra, esta noche es de subasta y estoy seguro de que si vas algun viejo de los que te gustan te compra- y se fue.

Emilia respiró profundamente ante aquellas palabras, no iba a permitir que él la tocara nuevamente, el solo imaginar sus manos nuevamente sobre su cuerpo, su tripa atravesandola, el asco la invadió, la vergüenza y la humillación la hicieron soltar un gemido ahogado.

Dejó caer el cortaplumas y se apresuró a cerrar la puerta, pasó la cadena nuevamente y corrió el sillón, cuando estuvo segura de que no entraría nadie, corrió al baño y se metió en la ducha, no se quitó el camisón sólo se quedó allí debajo del chorro de agua hirviendo, dejando que ella aliviará el dolor que la cruzaba por todo su interior, cuando se hubo sentido un poco mejor salió de la ducha y se pasó por los hombros una toalla de color rosa.

Cuando salió se encontró con el condón en el suelo y el cortaplumas a corta distancia, volvió al baño, tomó un trozo de papel higiénico y levantó el condón teniendo cuidado de no tocarlo, lo arrojó al cesto de basura, volvió a dejar el cortaplumas sobre la cómoda y se empezó a secar el cabello, cuando el llamado de la puerta la interrumpió, volvió a mirar por la rendijita y suspiró al ver que era Keiko.

Emilia abrió la puerta- hola.

- Hola bonita- dijo sonriente- vi salir a Simón hace un buen rato, ¿que quería?

Emilia suspiró- venía por el dinero, discúlpame estas fachas, dejame me cambio.

Keiko asintió y observó el camisón mojado de Emilia y su mejilla enrojecida, optó por no preguntar, ya se imaginaba lo que ese bastardo había hecho, así que prefirió guardar silencio mientras Emilia se cambiaba

- Listo, ¿como estas?

- Bien- cogió su mano- oye Emi es que bueno escuché un chismecito por ahí.

Emilia levantó una ceja- ¿ah sí?

Keiko asintió con la cabeza- vine a que me lo confirmaras o bueno me lo negarás.

- Dímelo.

- ¿Cómo es eso de que un tipo muy elegante y al parecer con mucho dinero te trajo hace unas noches?- preguntó curiosa- no me lo digas, te levantaste un cliente con plata que se encapricho contigo.

Emilia negó riendo- es un periodista, está haciendo una crónica sobre prostitutas y me pidió ayuda- dijo sincera- hemos estado charlando y bueno se ofreció a traerme ayer.

- Wow- dijo sonriente- ¿y no te gusta?

- Es guapo pero no- se sinceró- no me gusta.

Keiko se cruzó de brazos-  bueno, ¿a qué horas sales a trabajar hoy?

- A las 7 de la noche, tengo que recoger el suficiente dinero para tenerlo listo para Simon ya para la semana que viene.

Keiko rodó los ojos- no tienes porque seguirle dando dinero a ese bastardo Emilia.

- Si no lo hago vendrá y me sacará de aquí, venderá mis cosas y me dejará sin nada.

- Tú no tienes que pagar las deudas de tu tía pero bueno, si necesitas dinero avisame- le dio un tierno abrazo- te puedo prestar, me ha ido muy bien y al contrario que a ti lo que gano de acostarme con esos viejos todo es para mí.

Emilia sonrió- gracias Kei, eres la mejor amiga que puedo tener.

Emilia si lo pasa mal ☹️ Ojalá pronto salga de ese mundo... ¿Quién podría sacarla?

Como Yo Nadie Te Ha AmadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora