- No pongas cara de inocente mujer del demonio- gritó- por tu culpa bastarda desgraciada, mi hija fue agredida por ese tipo.
- ¿Cuál tipo?- preguntó sin entender.
Galia soltó una carcajada- ¿con cuántos te revuelcas que no te acuerdas eh?- preguntó furiosa- oh claro, mientras atendías a otro de tus clientes, el otro maldito iba y se aprovechaba de mi niña y como ella no quiso pues la golpeó hasta que casi la mata, toda la culpa es tuya Emilia- gritó mirándola- por traer a malditos tipos para que se revuelque contigo y todo por dinero.
Emilia se puso una mano en el pecho, estaba consternada, sorprendida, sí, definitivamente sorprendida, esa noche no había llevado a ningún tipo de forma que no era culpa suya nada de lo que decía Galia, aún así algo más fuerte retumbo en su cabeza.
Se giró a mirar a Keiko, ésta estaba pálida, con una mano sobre los labios mientras las lágrimas recorrían su hermoso rostro, entonces lo comprendió, Keiko le había prestado los servicio a aquel tipo.
- ¿Me lo vas a negar puta callejera?- preguntó furiosa.
Emilia miró a Keiko- no yo, yo no, yo- suspiró- lo lamento.
- ¿Lo lamentas?- preguntó histérica- ¿lo lamentas? Maldita sea eres una vagabunda, lárgate de mi casa, recoge tus porquerías y lárgate.
Keiko negó y cogió su mano- Keiko, por favor no.
- Nena, tú no tienes la culpa- dijo con los ojos llorosos.
- Kei- la miró tratando de hablarle con los ojos- por favor, Kei.
Keiko suspiró- por favor no.
- Ya- gritó Galia- cállense las dos, ¿que no me escuchaste Emilia?- preguntó molesta- lárgate.
Emilia tragó saliva- pagué por adelantado el alquiler Galia, por favor.
- Adelantado- dijo molesta- dinero, ¿es eso lo que te preocupa?- preguntó riendo- pues aquí lo tienes- se sacó unos billetes del delantal- aquí está todo lo que me pagaste esta mañana muy madrugada- movió los billetes- ¿quieres tu dinero Emilia?- preguntó mirándola- tómalo.
Y antes de que todo el mundo se diese cuenta, la mujer tiró los billetes al suelo junto a los pies de Emilia.
En medio del silencio y los sollozos de Karla se escuchó un coro, de gente, general entre los inquilinos, Emilia observó el dinero en el suelo y su corazón se contrajo, apretó las manos contra los costados.
Tenía que agacharse a tomarlo y aquello era humillante, con la poca dignidad que le quedaba se agachó pero cuando lo hizo sintió unas fuertes manos evitandolo.
- No lo haga señorita- dijo una voz ronca.
Emilia lo miró, el hombre era el chofer de Claudio, recordaba esos ojos graciosos llenos de vitalidad.
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Como Yo Nadie Te Ha Amado
Fanfic(𝗔𝗗𝗔𝗣𝗧𝗔𝗖𝗜Ó𝗡 𝗖𝗟𝗔𝗨𝗠𝗜𝗟𝗜𝗔) La mágica historia de Emilia, una prostituta bien pagada y Claudio, el orgulloso y millonario empresario. ¿Logrará este amor sobrevivir a las habladurías, a la diferencias de clase y por supuesto... a ellos...