(𝗔𝗗𝗔𝗣𝗧𝗔𝗖𝗜Ó𝗡 𝗖𝗟𝗔𝗨𝗠𝗜𝗟𝗜𝗔)
La mágica historia de Emilia, una prostituta bien pagada y Claudio, el orgulloso y millonario empresario.
¿Logrará este amor sobrevivir a las habladurías, a la diferencias de clase y por supuesto... a ellos...
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Automáticamente dos enfermeros aparecieron llevando una silla de ruedas, entre los dos la subieron y la llevaron al interior del lugar- no dejes de grabar nada querida, voy a avisarles a los demás que los bebés van a nacer.
Alma asintió y siguió con su proyecto de "documental" sobre el parto de su hija, Martín se acercó a la recepción y rellenó el papeleo mientras llamaba a Javier quien contestó unos segundos después- ¿sí?
- Javier, soy yo, Martín.
- Hombre que bueno escucharte- dijo feliz- estuve llamando a Emilia a su celular pero no contesta, tengo muy buenas noticias.
- ¿Claudio?
- Despertó hace como una media hora- dijo nervioso- no nos han dejado verlo pero el doctor nos aseguró que está bien, solo que necesita ser analizado un poco para descartar cualquier tipo de trauma.
- Gracias a Dios, que bueno que ya está bien- suspiró- Emilia se pondrá muy feliz cuando lo sepa.
- Bueno, ¿y a que debo tu llamada?- preguntó curioso- ¿ella está bien?
- Está en trabajo de parto.
- Pero todavía falta tiempo.
- Sí, pero parece que esas criaturas quieren nacer.
Javier le aseguró a Martín que enviaría a Kevin a hacerles compañia ya que era totalmente imposible que Claudio asistiera debido a su nuevo estado en el que no podía levantarse hasta que estuvieran seguros de su estado de salud.
Martín agradeció y Javier se ofreció a pasar a relevar un rato cuando tuviera nuevas noticias de Claudio- Alma, ¿para donde vas?
- Emilia pidió que la acompañara adentro- dijo emocionada- de paso puedo grabar- levantó la cámara- está muy adolorida.
- Acompáñala y dile que la adoro y que sea fuerte- dijo feliz- Claudio despertó.
Alma sonrió- gracias a Dios, Emilia se pondrá feliz.
Martín asintió- lo sé, ahora ve y acompáñala.
Alma le dio un fugaz beso a Martín y entró con el médico al lugar donde ya estaba Emilia agarrada a las barandas de la cama, con las piernas abiertas en alto y los dientes apretado, Alma empezó a filmar- oh por Dios- dijo con dolor- voy a Matar a Claudio.
- Sh mi niña- cogió su mano- no te preocupes.
- Duele mucho mami- dijo con ganas de llorar.
- Lo sé mi niña, lo sé- le acarició la mejilla sudada- sólo será por unos pocos minutos.
- Ok Emilia- dijo el doctor con una sonrisa- respira profundo y puja.
Emilia hizo todo lo que el doctor decía mientras sentía unas ganas inmensas de pujar cuando el doctor le decía que no lo hiciera. ¡demonios tener un hijo era muy doloroso!
