(𝗔𝗗𝗔𝗣𝗧𝗔𝗖𝗜Ó𝗡 𝗖𝗟𝗔𝗨𝗠𝗜𝗟𝗜𝗔)
La mágica historia de Emilia, una prostituta bien pagada y Claudio, el orgulloso y millonario empresario.
¿Logrará este amor sobrevivir a las habladurías, a la diferencias de clase y por supuesto... a ellos...
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Claudio miró a Peter- ¿por qué la trajiste aquí?- preguntó molesto- la debiste haber llevado a un hotel.
Kevin notó como Claudio cambiaba de tema, así que se dio cuenta de que había puesto sal en la herida, optó por seguir con la conversación y reanudar su discurso otro día.
- La señorita no tiene a dónde ir joven, por eso lo más sensato fue traerla aquí, aunque ella insistía en que no, luego llamó al joven Kevin- lo miró- no sé que le haya dicho la señorita joven Kevin, pero cuando yo llegué la estaban echando como a un perro, no sé cómo la pobre soporto tanto- suspiró- lo menos que podía ofrecer fue mi ayuda para trasladarla a otro lugar pero como no tenía donde ir la traje aquí- tragó saliva- también me pidió que la dejara en cualquier pensión pero yo no se lo permití.
- ¿Y porqué no?- preguntó Claudio molesto.
Peter se aclaró la garganta- porque la señorita puede hacer mucho más con su vida, es inteligente, guapa, solo necesita un poco de ayuda- miró a Kevin- es tan joven y tiene toda la vida por delante.
Kevin asintió y dio un sorbo a su trago- ¿cuántos años tiene?- preguntó y se llevó el vaso a los labios.
- Tan solo 18 años.
Claudio se ahogó con el trago, jamás se imaginó que la chica insolente que andaba merodeando con Margaret por ahí tenía solo 3 años más que su hermanita, y él se había acostado con ella.
Claudio tragó saliva- pensé que tenía más años.
- Ya ves que no.
- ¿Y sus padres aprueban su trabajo?- preguntó Claudio molesto.
Kevin negó- Emilia no tiene padres o es lo que yo asumo- rodó los ojos- pero ya dejemos ese tema, tengo que buscar un lugar donde hospedarla.
Peter se aclaró la voz- perdón que me entrometa pero creo que lo mejor para la señorita es socializar con otras personas, yo creo que debería dejarla quedar en casa dos o tres días y luego sí trasladarla a otro lugar.
Claudio negó- no me parece buena idea.
Kevin sacó una sonrisa- a mí me parece una idea genial.
Claudio se tocó el cabello mientras veía como Kevin hacía planes.
Unos 45 minutos más tarde Emilia se obligó a mirar a su alrededor, habían entrado a una especie de complejo turístico como los que aparecían en la tele, pero Kevin la sacó de su error, no era un complejo turístico, era un complejo residencial y la verja que acababan de cruzar daba inicio a la mansión Meyer, tuvo que sostenerse de la silla para no tirarse a reír, jamás había visto algo tan inmenso y hermoso, parecía un castillo antiguo.
No era extremadamente grande pero prácticamente se enamoró de aquella casa como si su interior la llamase, tentandola a vivir la fantasía de ser la princesa del castillo, Kevin sonrió y llamó su atención- ¿qué miras pequeña Emilia?