(𝗔𝗗𝗔𝗣𝗧𝗔𝗖𝗜Ó𝗡 𝗖𝗟𝗔𝗨𝗠𝗜𝗟𝗜𝗔)
La mágica historia de Emilia, una prostituta bien pagada y Claudio, el orgulloso y millonario empresario.
¿Logrará este amor sobrevivir a las habladurías, a la diferencias de clase y por supuesto... a ellos...
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Aún no podía salir de la ensoñación en la que estaba, que Claudio le dijera que la quería era maravilloso, la llenaba de ilusiones, esperanzas, una enorme alegría que tocaba su corazón de una forma tan pura y básica.
Se terminó de arreglar los cortos cabellos, se colocó una blusa color marfil y unos pantalones caoba, se ajustó los tacones y bajó a la primera planta, esta noche Claudio no vendría a casa, o saldría o algo así, no recordaba muy bien lo que él le había dicho, estaba tan perdida en sensaciones que no recordaba, incluso si él le hubiera pedido que saliera corriendo desnuda por la oficina lo hubiera hecho sin chistar.
Así que ahora estaba sentada sola en el comedor, probando un poco de la crema de pollo que Julia había preparado hace unos minutos.
De repente sonó el timbre de casa y Julia pasó corriendo para abrir, Emilia se preguntó quién podría ser, ¿Claudio?
Con aquel pensamiento se levantó de la mesa y corrió al vestíbulo llevando consigo una maceta que cayó al suelo estruendosamente- diablos- muy a su pesar se arrodilló en el suelo y empezó a recoger la tierra metiéndola de nuevo en el recipiente de cerámica, y allí a cuatra patas en el suelo sintió las sonrisas entrando y sin darle tiempo a levantarse Machu agregó- Emilia querida ¿qué haces ahí en el suelo?
Emilia levantó el rostro y el dolor le golpeó en el pecho sacándole el aire, Claudio permanecía con su rostro inescrutable con una mano en la cintura de la castaña, protectoramente, la sangre le hirvió al ver cómo la tocaba, ella no tenía derecho a poseer ese contacto, Claudio era de Emilia de nadie más, aún así, la risa que brotó detrás de ella la sacó de su dolor por unos segundos.
- Oh pero que bueno que te encontramos Emilia- rápidamente Emilia se levantó y esperó- Claudio y yo pensamos en ir a cenar pero mi hermano llegó de improviso y se me ocurrió que podríamos tener una cita doble, así tú también pruebas suerte con mi hermano y mi hermano contigo- sonrió- Ulises, te presento a Emilia- un alto y bien formado caballero adelantó a la "parejita" y Emilia lo miró fijamente a los ojos, era muy guapo- ella es Emilia Ulises, ¿verdad que es divina?
Ulises se acercó y la miró por unos segundos- no es divina, es la más hermosa dama que he podido ver en mi vida.
Emilia reprimió una sonrisa y el corazón le latió rápidamente- mucho gusto, Emilia Ruíz- iba a extender la mano pero al notar la tierra decidió bajarla de nuevo.
- No te preocupes, a mí no me preocupa- le guiñó un ojo y le tomó la mano sucia dándole un cálido apretón- eres muy suave.
- Bueno- habló Claudio- eh me parece que ya se presentaron y.
- Sh Claudio, déjalos, se ve que tienen química.
Claudio apretó los dientes- sí, eso veo.
- Machu me ha hablado muchas cosas de ti y juro que me gustaste desde que pronunció ese nombre tan bonito y dulce.
