- Ayúdame y tu hermano no se casará.
Tony la miró- no sé mamá, ¿aún piensas que es un capricho?
- Por supuesto Tony.
- Claudio está enamorado de Emilia, estoy segura- dijo Tony sincera.
Rosario negó- Claudio no se puede enamorar de esa chica.
- Mamá, no hay que ser adivinos y sé que tú misma sabes que Claudio está enamorado de ella- dijo nerviosa.
- Ok está bien, es cierto, pero mira Tony si tu hermano se casó con esa mujer, se va a olvidar de nosotras, se olvidará de ti Tony, no te volverá a acompañar a tus obras de teatro o a tus recitales de ballet.
Tony sopesó aquellas palabras, no permitiría nunca que sus hermanos se olvidaran de ella- ¿qué piensas hacer?
- Algo con lo que estoy segura arruinaremos esa boda- dijo feliz.
- ¿Y si se dan cuenta?
- No se darán cuenta Tony- dijo mirando a su hija- lo tengo fríamente calculado hija, sólo necesito tu ayuda.
Tony suspiró- ok, cuenta conmigo mamá.
Rosario sonrió- vas a ver hija como todo volverá a ser como antes de que llegara esa mujercita a nuestras vidas- la abrazó- no te vas a arrepentir, ¿verdad?
Tony negó con la cabeza- mi lealtad está contigo madre.
- ¿Sabías que eres mi hija preferida?
- No es cierto, pero por esta vez dejaré que tus palabras me endulcen el oído así que cuéntame tu plan.
- Es sencillo tu solo tendrás que…
Se miró al espejo una y otra vez no la ponía de mejores nervios, en cambio se sentía más asustada y ansiosa. Julia entró a la habitación y le acomodó el velo mientras le hablaba de lo hermoso que sería cuando nacieran los niños y tuvieran sus cumpleaños... Esperanzas. Emilia no dejaba de repetirse lo mismo, no quería darse más esperanzas por temor a que estas no se volviesen realidad- vamos querida, tenemos que llegar a la iglesia pronto, eso de que llegar tarde está de moda pues a mi no me parece- dijo riendo- mejor llegar antes de que al novio se le dé por cambiar de opinión.
Emilia dió un respingo, se levantó la falda del vestido y bajó corriendo las escaleras. ¡No iba a llegar tarde! ¡No iba a dejar que Claudio se echara para atrás! ¡Primero muerta!.
- ¿Nervioso hijo?- preguntó Javier acercándose a ellos.
- Un poco.
- Hombre, tienes la suerte más grande de este mundo- dijo Kevin sonriendo.
- ¿De qué hablas?- preguntó Claudio confundido.
- De la mujer que te vas a llevar para toda la vida hombre- suspiró- Emilia es una gema, un tesoro, supongo que sabes bien que tendrás que cuidarla y amarla por siempre.
Amor, de eso había y sobraba pero cada vez que intentaba decirle un nudo se le hacía en la garganta y prefería sentir cada vez que ella decía las mágicas palabras, pero estaba seguro y convencido que después de la boda, podría decírselo sin miedos ni desplantes- ¿dónde está Rosario?- preguntó Javier preocupado.
- Se fué con Tony a hablar algo con la orquesta de la recepción o yo no sé- dijo con simpleza Kevin- ni siquiera la entendí.
- Ojalá llegue pronto.
- Ya sabes lo que tienes que hacer hija, espera a que empiece la marcha nupcial y cuando ella haya entrado te pones manos a la obra.
- ¿Saldrá bien?- preguntó Tony nerviosa.
- Por supuesto, lo demás déjamelo a mí- dijo Rosario sonriendo con malicia.
- Ya llegó la limusina con Emilia- habló Kevin.
- Bueno ahora ve y tráela acá conmigo- sonrió.
- Claro que sí hermano- Kevin salió rápidamente de la iglesia y le abrió la puerta a Emilia, ésta salió con una sonrisa estampada en la cara y los ojos brillantes de anticipación, le tendió la mano- no me cabe duda alguna de que eres la novia más hermosa que he visto en mi vida.
Emilia se sonrojó- gracias.
La tomó del codo y la acompañó con una sonrisa a encontrarse con su amado príncipe azul.
Tony corría entre los matorrales con el corazón en un puño, en sus manos estaba que aquella boda se cancelara, corrió y uno de sus tacones se enredó en una rama suelta, se sacó el zapato y le quitó pedacitos de pasto mientras seguía corriendo rumbo a la iglesia.
Estaba por llegar cuando otra rama se enredó en su otro pie y cayó al suelo golpeándose la cabeza y quedando inconsciente.
Claudio luchó con las ganas de correr a través de la iglesia y tomar a Emilia en sus brazos. Se veía tan hermosa que la boca le tembló, ella caminaba como un ángel escoltado por Kevin, él sabía muy bien cuan hermosa se veía, miró a los lados todo mundo notaba que y notó a su abuela con una sonrisa afectuosa, al otro lado Machu y Ulises sonreían y seguidos de ellos Martín abrazaba a su esposa con una sonrisa mientras Alma sollozaba unas lágrima sí murmuraba lo hermosa que se veí.
Sólo unos minutos más y sería suya, suya completamente. Después de lo que pareció una eternidad Kevin llegó al lado de Claudio y entregó a Emilia augurándoles mucha felicidad y una vida llena de amor.
Claudio se inclinó y abrazó a su hermano y luego tomó a Emilia del brazo guiándola el resto del trayecto al altar.
Emilia sentía su corazón dar brincos de felicidad. Por fin, su sueño materializado. Ahora sólo quedaba la segunda parte de sus sueños, faltaba que Claudio le dijera que la amaba, lo miró y no podía creer cómo había cambiado su vida.
Unas semanas atrás estaba sola en una habitación ahogando las penas en lágrimas y odiándose por ser una desgraciada y de un momento a otro había aparecido Kevin y luego Claudio que había puesto su mundo patas arribas y ahora, ahora se casaría con él.
Rato más tarde Claudio deslizó un hermoso anillo por el dedo de Emilia y ella hizo lo mismo con él, se miraron y sonrieron mientras el padre les daba la bendición.
¿Creen que ya le vaya a decir que la ama? 🙄☝🏽
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Como Yo Nadie Te Ha Amado
Fanfic(𝗔𝗗𝗔𝗣𝗧𝗔𝗖𝗜Ó𝗡 𝗖𝗟𝗔𝗨𝗠𝗜𝗟𝗜𝗔) La mágica historia de Emilia, una prostituta bien pagada y Claudio, el orgulloso y millonario empresario. ¿Logrará este amor sobrevivir a las habladurías, a la diferencias de clase y por supuesto... a ellos...