Capítulo 39

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Gracias a Dios la noche terminó y Claudio pudo marcharse a casa junto a Emilia, lamentablemente, no pudo decir absolutamente nada porque ella no paró de hablar de lo buena que fue la comida o lo bien que bailaba Ulises o lo especial que era Machu,...

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Gracias a Dios la noche terminó y Claudio pudo marcharse a casa junto a Emilia, lamentablemente, no pudo decir absolutamente nada porque ella no paró de hablar de lo buena que fue la comida o lo bien que bailaba Ulises o lo especial que era Machu, finalmente llegaron a casa pero Claudio no hizo ademán de bajarse, Emilia lo miró y se encogió de hombros- ¿te sientes bien?

- Sí- se pasó las manos por los ojos- estoy un poco cansado nada más.

Emilia le acarició el muslo- gracias, fue una velada especial.

Claudio la miró- ¿vas a volver a salir con él?

Emilia alejo su mano rápidamente y se quedó mirando al frente sin saber qué decir- sí, creo que sí.

- Ya, ¿te gusta?

Emilia lo miró fijamente- ¿a qué vienen todas estas preguntas?

- Es sólo curiosidad, me pareció que Ulises estaba demasiado interesado en ti.

- Sí, él me lo dijo.

- ¿Y?

- ¿Y que?

- ¿Qué piensas hacer?- preguntó nervioso.

- Sólo voy a salir con él, no sé cuando, tal vez mañana, pasado mañana o en una semana o no sé, algún día.

Claudio le tomó el brazo delicadamente- no vuelvas a tus andanzas, ¿entendido?- tan pronto como vió el rostro de Emilia, consumido por el tinte de rabia y sorpresa, deseó no haber dicho aquello, era un imbécil- lo siento, no quise decir eso yo.

- Cuando uno no quiere decir algo simplemente no lo dice, si lo dijiste es porque muy dentro de ti sabes que haría eso- abrió la puerta del auto- hasta mañana Claudio.

See fue bajar pero él se lo impidió- ¿te espero en mi habitación?

Emilia negó- me dijiste que no volviera a mis andanzas, voy a hacerte caso empezando por ti mismo.

Y sin más se deshizo de su agarre y se bajó del auto perdiéndose entre las gradas, Claudio golpeó el volante y deseo golpearse también a sí mismo.

Una de las cosas más difícil para  Tony era pedir disculpas y la verdad no es que las fuera a pedir pero de cierta manera se sentía culpable y además su padre había exigido que no se hiciera su fiesta, ella no iba a permitir aquello así tuviese que ofrecerle la luna y las estrellas a Emilia- ¿dónde está la vagabunda?

- ¿Perdon niña?- preguntó Julia molesta- aquí no vive ninguna vagabunda.

Tony apretó los dientes- sí, Emilia, ¿dónde está?

- En el jardín, pero no creo que quiera recibir visitas.

Tony rió- bueno, pues tendrá que recibirme, con permiso.

Siguió por la cocina y salió al jardín buscando a la pelinegra con la mirada, no encontró nada excepto a alguien acurrucado en el suelo tratando unas rosas, obviamente Tony se acercó- disculpe- Emilia levantó el rostro- ah es usted, no la reconocí, por el sombrero, supongo.

Emilia asintió- ¿qué quiere?

- Necesito su ayuda.

Emilia arqueó una ceja- vaya.

- Miré, no le voy a pedir disculpas porque mi papá ya las pidió por mí.

- Bueno.

Tony apretó la mandíbula- necesito que le pida a mi papá que haga la fiesta.

- ¿Porqué?

- Porque por su culpa la canceló.

Emilia sonrió- por mi culpa no fue.

- Está bien, fue mi culpa pero- se arrodilló sin importar que se le ensucia el pantalón- necesito esa fiesta, no puedo decirles a todos mis amigos que ya no la hay, eso sería, sería el fin del mundo.

- Hay cosas más importantes que una fiesta.

- Para mí en este momento no, si usted habla con mi papá y le pide que haga mi fiesta yo no volveré a molestarte, nunca.

- No creo en que pueda influir mi opinión.

- En mucho, si usted fue la que le pidió que no me hiciera la fiesta pues puede pedirle que se la haga.

Emilia negó- creo que se equivoca, yo no le pedí nada parecido, mejor dicho no le pedí nada, yo no me muevo por esos códigos señorita, si alguien hace algo malo a otra persona, el destino mismo se encarga de ello- sacó una rosa y se la entregó- para usted.

Tony la recibió- gracias, ¿entonces usted no le dijo a mi papá que me cancelara la fiesta?

- No.

- ¿Por qué?- preguntó confusa.

- Porque yo no soy así, mucha gente me ha hecho daño, y por eso odiaría infligir a otra persona.

Claudio es un salame, fin. 😑 Perdonen por ser tan corto.

Como Yo Nadie Te Ha AmadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora