(𝗔𝗗𝗔𝗣𝗧𝗔𝗖𝗜Ó𝗡 𝗖𝗟𝗔𝗨𝗠𝗜𝗟𝗜𝗔)
La mágica historia de Emilia, una prostituta bien pagada y Claudio, el orgulloso y millonario empresario.
¿Logrará este amor sobrevivir a las habladurías, a la diferencias de clase y por supuesto... a ellos...
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Todas las demás bailarinas se fueron mandando besos y riendo coquetas mientras Emilia sonreía perezosa al lado de Jonas.
Jonas le tomó la mano y le hizo girar- este angelito será para el que esté dispuesto a pagar lo inimaginable- le hizo girar de nuevo- por tenerla toda la noche- la gente gritaba- muchachos aprovechen, la oferta de hoy empieza con $50.000.
Un tipo se levantó y dijo $60.000 y otro más gritó $80.000.
- Bien señores, ¿creen ustedes que éste angelito tiene que ir el caballero de la gabardina?- preguntó al público- ¿tú qué piensas Flor Ardiente?- le acercó el micrófono.
Emilia sonrió coqueta y suspiró- mmm.
Aquello no fue una palabra pero aquel sonido en la mente de Claudio hizo estragos, se levantó y exclamó - $130.000- gritó.
Emilia se quedó mirándolo, aquel hombre era el más hermoso, no, a decir verdad no era hermoso, era completamente interesante, tenía los hombros cuadrados, su cabello estaba peinado hacia atrás y en su mandíbula se asomaba una barba que parecía ser de un dia, una exclamación la sacó de sus pensamientos.
- ¿Ha dicho $130.000?
- Sí.
- Bien- sacó una sonrisa- $130.000 a la una.
- $170.000- gritó un desconocido.
Jonas abrió los ojos-$170.000 a la una, 170.
- $200.000- gritó Claudio, no iba a perder.
- $250.000- gritó de nuevo el desconocido.
- $300.000
- $350.000
- $500.000
- $550.000
- $1.000.000- gritó Claudio con fuerza- y es mi última oferta.
Todo mundo se quedó en silencio, incluso Claudio, demonios ¡un millón de pesos!, no iba a pagar todo eso por hablar con una prostituta pero entonces- vendida al caballero del millón de pesos- gritó Jonas.
Emilia sonrió y Claudio se acercó a la tarima, ella le tendió la mano y él no pudo hacer otra cosa que tomarla, cuando ella se le acercó, se dio cuenta que no podía perder la cabeza por un par de tetas y un culo, así que se le acercó y le susurró- cámbiate mujer, te espero afuera- la soltó y salió por la puerta,
Emilia se quedó petrificada, aquel tipo la había comprado por una cantidad exorbitante, pensó que tal vez quería acción pronto pero no parecía ser así, así que se metió a su camerino y se cambió.
La calle estaba vacía cuando salió, no había ningún cliente ni nada y Jonas le informo a su salida que el hombre ya había pagado, le entregó a Emilia un fajo de billetes y ella fingió una sonrisa, sabía muy bien que allí no había ni la mitad de lo que el tipo había pagado por ella, pero bueno, habría que resignarse.
