Nuestro Mundo (JinMin) EN EDICIÓN

N -10- M

Seok Jin había llevado a Jimin a un hotel, pero no era cualquier hotel...

No...

Era uno de 5 estrellas.

Se preguntan de dónde sale el dinero, pues no hacia falta mencionar de quien era hijo el joven demonio, y bueno el dinero para los demonios no era nada ellos podían tenerlo.

Y Seok Jin disfrutaba de todo eso...

Cuando entraron a la habitación Jimin se puso a observar todo a su alrededor, que no se percato que Seok se lo comía con la mirada.

— te gusta este lugar... _ se acercó tomando sus hombros y mirando a sus ojos _

— claro que si...

El más alto se acercó a sus labios los cuales beso y mordió mientras sus manos tomaban la pequeña cintura del mas bajo.

— hoy quiero que hagas algo muy distinto a lo que siempre haces. _dijo alejándose del menor_

— que se supone que debo de hacer esta vez.

— sabes que es una felación. _sonrió y miró a los labios del ángel_

— no... ¿Qué es eso?

Seok Jin se acerco y puso su dedo índice en los labios de su pequeño amante y luego habló.

— es básicamente que uses esa linda boquita para darme placer.

— ¿qué?... ¿Esperas que meta tu miembro a mi boca? _frunció el ceño_ no...

— olvidas que no puedes negarte a mis deseos.

— no me importa no haré algo tan... _detubo sus palabras_

— tan ¿que?

— sucio... _dijo en voz baja_

— cariño, prácticamente todo lo que hacemos es sucio. _rio con malicia_ acaso no te habías dado cuenta.

— pero todo tiene un límite.

Jimin estaba apuntó de llorar al ver que Seok no dejaba esa idea.

— no llores, ya sabes como te va cuando lloras. _amenazo_

— no me importa...!!! Eres un maldito loco...!!! _grito y luego escapó encerrándose en el baño de aquella habitación_

Jin estaba más que enojado así que cuando fue tras él no tuvo cuidado alguno.

Golpeó tan fuerte la puerta que está se había roto, dejando ver a un Jimin llorando y asustado al ver a esa vestía. Porque era eso lo que veía, la apariencia de Jin había cambiado.

Se transformo en un ser muy diferento más alto de lo que era los ojos completamente negros su piel blanca como papel las manos grandes y en estas tenía como unas garras negras que de seguro con un solo toque desgarrar Iá la carne de cualquiera.

— Jinnie... _pronunció el pequeño ángel abrazándose así mismo_ no me hagas daño...

Lo que sucedió a continuación fue tan rápido que hasta el mismo Jimin no pudo luchar contra la fuerza de esa vestía, la cual le había hecho mucho daño y que tal vez lo había roto...

— basta...!!!

Jimin gritaba pero nadie lo ayudaba ya que estaban en el último piso de ese maldito edificio.

Nunca se lo perdonaría....

Continuará....