N-2-M

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El ángel que había sido mandado para vigilar al joven demonio solo sonreía ante la mirada del nombrado.

- como llegaste tan rapido? -preguntó curioso Jin-

- oh... No entiendo... -sus nervios era más que notorios- yo...

- se que eres un ángel que fue mandado para vigilar me, ¿crees que soy estúpido...? _lo miro recorriendo su cuerpo_

No era por exagerar pero aquel chico se veía extrañamente adorable y sexy, solo con un pantalón y un suéter azul que le llegaba por los muslos, aunque el escote era algo provocador ya que permitía ver un linda y perfecta clavícula.

- mmm ¿como lo descubrió? _dijo mirándolo jugando con sus dedos_ creí haber sido cuidadoso. _Lo miró a los ojos y junto sus manos en forma de súplica_ por favor no le digas a nadie quien soy en realidad.

- pues es muy notorio, tu belleza no es de este mundo, además que tu aura es muy pura para ser un simple humano. _cruzó sus brazos_ y tranquilo no se lo diré a nadie.

- eso es un alago ¿acaso? _se puso frente al contrario y también tuvo que ponerse de puntitas para poder estar aún más cerca de su rostro_ tú tampoco estas mal.

- tomalo como quieras ángel descuidado. _lo miró con media sonrisa_ pero hay algo que tenemos que dejar en claro. _este acercó más el rostro así el más bajito_ no te metas en mis asuntos, se que estas aquí para ver que no haga nada malo, creeme que la humanidad se hace ese mal sin que yo ayude... Ademas lo único que me interesa de este mundo es... Mmm como decirlo para que alguien como tú no se altere al escucharlo.

-puedes decirlo yo conozco todo de este mundo. _frunció el ceño_ y también no me alterare.

- bien, te lo diré. _esta vez hablo directo a su oído_ lo que busco es sexo.

Jimin al escuchar aquella palabra se quedó tieso, sus ojos estaban por salirse de sus órbitas, como alguien podía hablar de algo así y tan cómodo como si no supiera que hablar de eso era pecado.

El pecado de la lujuria para ser más precisos.

- discúlpeme pero creo que no podré dejarlo hacer aquello. _dijo con firmeza_

- no me vas a dejar... _empezó a reír muy fuerte_ tu no eres nadie para decirme que hago o dejo de hacer... O que... _volvió a acercarse peligrosamente al pequeño ángel_ me dejaras saciar mi deseo con tu cuerpo...

Jimin rápidamente empujó aquel sujeto y puso sus manos como escudo en su pecho.

- como se atreve a decir semejante blasfemia... _lo señolo y miro con una mueca de enojo_

- ya decía yo... Los ángeles no sirven para nada. _golpeó la mano que lo señalaba, y se dio vuelta_

- Claro que si servimos, para cuidar de almas que están siendo desviadas del sendero de la salvación. _rasco su cabeza_ o algo así... No se mucho soy nuevo.

- y un ángel nunca desviaria su camino... _quiso imitar la voz del bajito_ son un fastidio.

- Claro que no. _se cruzó de brazos_ usted es un majadero y mal educado.

Sus miradas eran muy intensas.

Era obvio que Jimin estaba más que enojado por todo lo dicho de aquel demonio, como era posible que lo mandaran a él para vigilar a semejante bestia, bueno todo para que por fin sea recibido como arcángel en el cielo. Aunque aún no sabía cuál sería su destino.


El haría tal sacrificio.

Pero jamás entregaría su cuerpo...

Eso si que no...







Eso si que no

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