En Manos De Una Bestia Min Yoongi +18

Capitulo 21

Claire*

Ya estábamos en casa y había elegido un vestido que Jin había buscado para mí. Y los accesorios los chicos los habían elegido. Le conté a Hobi sobre lo ocurrido con Heechul y la pequeña que lo acompañaba.

—¿¡Eso fue lo que te dijo!?

—Si, cuántas veces tengo que decírtelo para que me lo creas.

—Es que... No es nada común de Heechul.

—Entonces... —dejamos de hablar cuando vimos a Jimin acercarse.

—Que tanto hablan ¿Eh?

—Sobre la ceremonia, Claire dice que no se sentirá nada cómoda ahí. —contesto Hobi ya que si yo lo hacía diría unas cuantas groserías.

—Es cierto. —dije con mala cara y Jimin me miró con los ojos aún más entrecerrados lo que me causó gracia.

—De que te ríes. —dijo serio y con una tono de grave más grave como de película coreana.

—Es que... —no podía parar de reír aparte de ver la cara de Jimin tan seria.— Ya no es necesario que entrecierres los ojos a propósito Jimin. —logre decir soltandome a carcajadas.

—Maldita mocosa. —dijo aún serio.

—Vamos ten humor Jimin. —Hobi también se divertía aunque fuera más por mi risa que por Jimin.

—Deja al señor en paz. —dije riendo llevándome a Hobi a otro lado.

—Claire. Tienes que tener más cuidado. —dijo una vez que estuvimos lejos de Jimin.

—Lo sé...

Ya era la noche del evento y Yoongi me ha evitado como nunca. Me siento mal por no poder abrazarlo en horas y mi ánimo se comienza a derrumbar.
Jungkook se acercó y me abrazo a lo cual le correspondi porque realmente lo necesitaba.

—Que pasa mocosa. —lo miré triste pero con una sonrisa.

—Nada importante... —suspiro y me miró mal.

—Sabes... El que sea tu mejor amigo y me comporte como un idiota no quiere decir que no puedas decir lo que te sucede. —ahora yo lo miraba mal porque últimamente había sido demasiado celoso y egoísta.

—Jungkook... Yo... A mí me gusta uno de los chicos. —me miró sin ninguna expresión.

—Deja que adivine. —lo pensó unos segundos y me miró serio.— Suga. Es más que obvio, cuando no están juntos sus humores son destructivos para todos.

—Junkook... Cuando te hiciste tan maduro.

—Eres lo que más quiero y no me gusta verte así como estás ahora, decaída y pensativa. —intente disimular pero no sirvió.— Arréglate por favor que tienes que verte hermosa para la ceremonia.

—Siempre estoy hermosa. —dije sonriendo y el rodó los ojos.

—Si como digas. Estás hecha un desastre ahora mismo.

—Que dices si no es para tanto. —bueno si lo era. Todo el día en cama en pijama y con pelo desordenado, era un asco.

—¡Largo, a bañarte que hueles a perro! —rei cuando hizo que me levantara para darme una nalgada.

Fui a la habitación y me bañé para arreglar el desastre que era. No tenía ganas de ir con ellos, quería quedarme en casa a ver películas o simplemente entrenando.
Después de haber terminado y secar mi cabello decidí cambiarlo al negro porque sentía que era el color que más me favorecía.