En Manos De Una Bestia Min Yoongi +18

Capitulo 46

*Claire

Saliendo Yoongi tomo mi mano y corrimos hasta una puerta que estaba cerca del living. Entro el primero y después me jalo para después cerrar la puerta. Me besó desesperadamente a lo que yo con mucho gusto le correspondí, sus manos estaban masajeando mi trasero y por mi parte yo masturbaba su miembro sobre la tela del short. Sus cortos gemidos leves con esa voz ronca eran música para mis oídos.

—No aguanto más. —despues de decirlo me volteo y bajo mis bragas para meter de una sola estocada su miembro en mí, lo que provocó un sonoro gemido.

—Yoongi... ~Aah... —el cosquilleo en el vientre se hizo presente al sentir que se movía una y otra vez sosteniendo mi cintura con una mano mientras que con la otra tapaba mi boca. Lo que lo hace más excitante. No podía hacer nada más que rasguñar la pared... 🥴

—Todavia falta estrenar nuestra habitación. —dijo en mi oído haciendo que me estremeciera.   Me volteo y lo bese haciendole saber que necesito más de él, que necesito su salvajismo y sus mordidas en mi piel. Me apretó contra él  y después me alejo para acercarse a mi oreja.— No podemos terminar aquí.

—Estoy completamente de acuerdo. —dije sonriendo. Me puse otra vez mis bragas y abrí poco a poco la puerta para ver si estaban algunos de los chicos, aparentemente no había nadie y salí de inmediato.

—¡Porque no van a su habitación! ¡Son unos puercos! —escuche la voz de Jin quien parecía estar en un rincón del living.

——¡Que sorpresa! —dije fingiendo como si nada hubiera pasado, el solo me miró con brazos cruzados y serio.

—No te hagas la tonta. —me dijo acercándose. Suga salio y Jin sonrió al ver que estaba sin camisa junto con el pelo húmedo y totalmente despeinado.

—¡Claro! —dije tomando a Yoongi del brazo para que nos fuéramos.

—Te vez tan sexy... —dijo el y al mirarlo estaba rojo del rostro.

—¿Has tomado? —sonriendo negó lo que estaba más que obvio. Suele estar rojo del rostro cuando a tomado en grandes cantidades.

—Bueno, puede que una botella antes de venir y otra cuando te has tardado en entrar. Estaba algo ansioso. —dijo con su mirada tierna.

—Bien, vamos a dormir borracho. —me miró con una ceja enarcada.

—¿Y porque dormiríamos? Dije que te haría gritar y es lo que haré. —dijo con su puchero adelantándose subiendo las escaleras pesadamente.

—Estas ebrio... Necesitas descansar. —escuche una sonrisita de su parte.

—No lo necesito y lo sabes. —esta vez me miró con una sonrisa traviesa dibujada en su rostro.

Al llegar a la habitación quitó lo que quedaba de ropa.

—Hoy... Haremos algo nuevo. —dijo sonriendo.— Recuestate boca abajo con las manos hacia atrás.