Capitulo 4

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Espere por casi media hora, no tenia escapatoria... mire por toda la habitación y lo único que encontré fue un ducto que estaba detrás de una silla. Tal vez me lleve a algún lugar del hotel. Entre en el y lo volví a cerrar.

El timbre de la puerta sonó. ¡Carajo!
Deje de moverme para que no escuchara y me encontrara.

-¿Mocosa? -primero fue en dirección al baño y cuando no me encontró azotó la puerta y salio en dirección a la cama.- ¡Maldita seas! Me la pagaras muy caro...

Salio de la habitación muy rápido y no dejo ni que la puerta se cerrara completamente y salí como pude de mi escondite.
Me fije para no encontrarme con el cuando estuviera huyendo. Corrí por varios pasillos hasta que encontré la puerta de servicio donde estaban las escaleras, detrás de mi escuche unas voces y corrí hasta que baje completamente las escaleras... baya fue muy agotador...

Cuando me detuve para descansar las voces se escuchaban mas cerca, y salí corriendo hasta que choque con algo cayendo al suelo. Era mas alto que yo y oscuro... un momento es un hombre de traje... Se volteo hacia mi... y era Min Yoongi. Que me miro con una sonrisa siniestra y me levanto apretando con mucha fuerza mi brazo. Dos hombres bajaron por las escaleras y cuando vieron que Min me tenia agarrada del brazo se retiraron.

A la fuerza me llevo a la habitación y cerro con seguro. Me empujo hasta la cama y ahí el se quito el saco negro para poder subirse las mangas de la camisa blanca. Se acerco y de un jalón me bajo la falda junto con mis bragas, estaba temblando del miedo... como podía ser tan bestia conmigo. El se sentó en la cama y me jalo del brazo para acostarme boca abajo sobre sus piernas, dejando mi trasero a su merced. Sentí como retiro su gran mano blanca... hasta que sentí un fuerte impacto en mi trasero que me hizo gritar de dolor. Así siguió dos veces mas... dejo su mano sobre mi muslo, sentí su respiración agitada.

-Asi aprenderás a no desobedecer. A la siguiente te ira peor. Mas vale que no me vuelvas a desobedecer. ¿¡Entendido!?

-S-si... -me indico que me levantara para ponerme la ropa. Volvió a arreglarse las mangas y se puso el saco.

-Te pondrás una gorra y este cubre boca. -me los tendió y los dos eran negros.

-¿Para que...? -me miro con cara de pocos amigos. Salimos y habían muchos reporteros preguntando muchas cosas que ni se les entendia. Una pregunta que llamo mucho mi atención fue hecha por una chica asiática "¿Ella es su prometida de la que tanto habla?"

¿Prometida...?

Subimos al auto, tenia tanta curiosidad de preguntar sobre lo que había dicho aquella chica. Pero seria mala idea... no quiero ganarme otra nalgada por andar de entrometida. ¿O si...?

-Iremos al aeropuerto para volar a Corea. Llegando a allá seguramente todos ya sabrán la noticia. Tengo una ceremonia y tendrás que ir conmigo para que no sospechen que no eres mi prometida. -hablaba tan fríamente que me sentí mal.

Estabamos en camino mientras el estaba hablando por telefono y en cuanto termino la llamada decidi hablar.

-Tengo una condicion para actuar mejor el papel de su prometida. -me miro confuso y enojado.

-No estas para poner condiciones. Haras lo que yo te diga. -lo ultimo lo dijo con tal decision que estuve a punto de ya no decir nada mas.

¡A la mierda! Usa tus dones para poder convencerlo.

-Lo se... pero no querras que en plena ceremonia haga un escandalo que te afecte demasiado frente a todos. Y nadie me quitara la satisfaccion de que te arruine, probablemete despues hasta me mates y es ahi cuando sospecharan de ti.

-Maldita mocosa... -susurro y ahi supe que habia ganado.- Esta bien... que es lo que quieres. -sonrei ampliamente.- Quita esa maldita sonrisa.

-Que me lleves a comprar un pay y un capuchino. A la cafeteria que mi madre me llevaba y donde trabaje por un año...

-¿Quien me asegura que no haras un escandalo? -suspire.

-No lo hare... solo quiero eso. Y hare lo que me pidas. Te doy mi palabra. -me miro serio y volvio su mirada a la carretera.

-La palabra de una estupida mocosa no me garantiza nada.

-Que es lo que quieres para creerme. -bajo la velocidad y de la guantera saco una cinta y un pequeño control, me dio la cinta.-¿Que es esto?

-La gargantilla parece normal, pero da descargas con este control y una vez que la pongas no la podras quitar tu, yo si puedo pero si tu lo intentas sera tu perdicion. -lo mire con horror. ¡Como esque carga esto en su auto!

-¿Y me la quitaras en cuanto salgamos de ahi? -mas me vale no hacer escandalo o algo sospechoso.
El rió, al parecer burlandose de mi.

-Te quitare cuando estemos en el aeropuerto. -dijo con una sonrisa amplia.- Si tu te la pones me probaras que no haras nada estupido.

-Esta bien... -la puse en mi garganta y esta sola se enredo en ella haciendo que al encajar se escuchara un click.

Le indique donde estaba la cafeteria y al llegar el bajo conmigo lo mire y el siguio el camino a la entrada. El entro y se sento en una silla cerca de donde yo estaba para poder observarme.

Al entrar Shanon me miro con una gran sonrisa. Ella a sus 50 años de edad sigue en la cafeteria donde mi madre tantas veces me trajo cuando era pequeña y me sigue recibiendo con su contagiosa sonrisa.

-¡Claire hermosa! -salio del mostrador para darme un abrazo.- Me habia preocupado porque no habias venido a trabajar.

-Lo siento Shanon... mi tia ya no dejo que saliera de casa a trabajar. -hizo una mueca.

-¿Y a esa bruja desde cuando le preocupo que trabajaras?

- Por eso he venido... porque me ha mandado a estudiar lejos de aqui...

En Manos De Una Bestia     Min Yoongi +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora