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– ¿Entonces esta tarde irás con ellos?– Estaba almorzando con Felix en la terraza, el mismo lugar de siempre, su lugar. 

La mañana estuvo pesada, hacía un poco de frío pero el sol apareció más radiante que nunca, haciendo que la temperatura suba un poco más. Jeongin amaba esos días, lo volvían tranquilo, pero sentía que ese día algo malo pasaría, aunque no sabía qué.

– Presiento que algo malo va a pasar, Innie– Su cabeza se apoyó en el hombro del menor y suspiró. No quería que nada malo le pase a su pequeño amigo.

– Tranquilo, estaré bien. 

Trató de calmarlo, pero aún así estaba inquieto. Podría acompañarlo para verificar que estaría bien, pero solo sería entrometido.

Luego de que se despidieran para finalizar las dos últimas horas de clase, le avisó que Hyunjin iría por él para ir al café, así que el australiano no iba a acompañarlo hasta su casa. Se sentía inútil. Siempre acompañaba a Jeongin a donde sea, ¿acaso lo dejaría de lado? Solo aparecían malos pensamientos en la cabeza de Felix.

Una vez que terminaron las clases, el castaño cruzó la puerta de salida para ver a Hwang apoyado en su auto negro, vestía una chaqueta de cuero negra, un jean negro y unas zapatillas color negro

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Una vez que terminaron las clases, el castaño cruzó la puerta de salida para ver a Hwang apoyado en su auto negro, vestía una chaqueta de cuero negra, un jean negro y unas zapatillas color negro. El negro le quedaba excelente. 

Sintió que todos los colores se subían hasta su rostro al ver lo precioso que se veía ese día, mientras él vestía un feo uniforme escolar de color amarillo.

Se acercó a donde estaba el mayor y ni siquiera se saludaron, subieron al auto y lo puso en marcha. 

Cuando llegaron al café, vieron que habían dos chicos sentados en una mesa apartada. Cuando los vieron, los llamaron a los recién llegados con la mano.

– Así que...– Jisung comenzó a hablar– ¿Cómo son sus sueños?

Jeongin habló primero y contó sobre los suyos, luego Hyunjin habló sobre los que él tenía pero ambos eran iguales, vistos de distintos puntos de vista.

– A nosotros nos pasó lo mismo– Fueron las primeras palabras de Minho– Nuestros sueños eran como los que están teniendo ahora.

– ¿Y cómo podemos pararlos?– Hwang estaba desesperado, no quería ver las caras de las tres personas presentes.

– No pueden hacerlo, solo hay una forma...– Jeongin le hizo una mirada para que prosiga, ya que el pelinegro se quejaba porque Han no era directo.

Jisung comenzó a contarles que al cumplir los cinco meses desde que comenzaron los sueños, unas mancha les aparecería en el brazo, y si desaparecía por completo morirían. También contaron que ellos siguen vivos gracias a que se enamoraron.

– Ustedes...– Minho hizo una pausa y suspiró– ¿creen en las almas gemelas?

– ¿Otro más con esa idiotez?– Hyunjin se levantó de golpe, el ruido de la silla se hizo presente en todo el lugar– ¡Las almas gemelas no existen y Jeongin no es la mía!

Los tres lo miraron, Han y su novio abrieron la boca, mientras el menor de todos se sintió mareado y cayó inconsciente al suelo.

Lucid Dream [Hyunin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora