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– Sí que eres todo un caballero– Chan entró al salón donde estaba Jeongin y lo asustó. A esa hora todos se iban de la escuela, pero estaban ellos dos solos– ¿Y si mejor vamos a divertirnos?– Sin esperar una respuesta del menor, le tomó la mano y salieron corriendo al segundo piso.

En el grande y largo pasillo no había nadie, ha pasado media hora de la hora de salida de los alumnos y profesores. No cerraban la escuela por precaución y, como nadie robaba en esa zona, no había problema en dejarla abierta todo el día.

– ¿Qué hacemos aquí?– Preguntó el menor mientras caminaban hasta una sala de ensayo.

No se tomó el tiempo de apreciar la belleza del australiano, la ropa negra le quedaba extremadamente bien, su sonrisa era preciosa y cada facción de él era como si fuese una escultura tallada por los mismísimos dioses.

– Canta un poco– Tomó un micrófono y se lo entregó a Jeongin, este se quedó quieto en la entrada por un segundo, debatiendo en su mente si era bueno o no demostrar su talento como cantante.

La única persona que lo había escuchado cantar era su madre, nadie más. Cantaban en todo momento; mientras cocinaban, limpiaban, bailaban, etcétera. La señora Yang tenía una voz hermosa, quizás Jeongin la heredó. 

La noche es excepcionalmente vaga...– Comenzó a cantar, sentándose en el escritorio del que sería el profesor, mientras que Chan lo admiraba desde la primera banca– pero esta se alarga cuando abres tus ojos– Cerró sus pequeños ojos– Mi corazon lo siente, lo siento.  Mi corazón está preocupado y cansado– Miró al mayor– A medida que el sol se levanta, no abras tus ojos, permanece en tus sueños. Te sostendre en mis brazos así que no abras los ojos...– 

Iba a seguir cantando, pero el australiano lo tomó de la cintura y acercó sus cuerpos al igual que sus rostros. El menor quedó helado, no sabía cómo reaccionar, solo pudo pensar en lo bonito que era el mayor de cerca.

– Hyung...– Sus labios se tocaron en un tierno beso, el cual se intensificó en unos segundos.

No sabía qué sentía Jeongin en ese momento, era un revoltijo de sentimientos. No estaba incómodo, pero tampoco estaba cómodo.

Se separaron después de unos minutos por la falta de aire y un carraspeo.

– Hyunjin– El nombrado estaba parado en la puerta viendo como los otros dos se besaban en el escritorio del aula.

– Había venido a buscar a Jeongin, pero... sigan– Se fue sin decir nada, solo hizo una mueca.

El menor de todos fue detrás de él, no le habló, solo seguía sus pasos.

No tenía derecho a enojarse, ¿verdad?





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Gracias a esta canción hice el fic porque me inspiré, aunque también tuve sueños lúcidos con Jeongin jfsdjfdsjf fueron muy bonitos :(

Lucid Dream [Hyunin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora