Lucid Dream [Hyunin]

26

– Jeongin, debes conocer a otra persona que no sea Felix– Estaban desayunando en un café ya que en la casa del menor no había nada.

– Conozco a muchas personas, como la señora que está al lado nuestro– Se dio vuelta para sonreírle a la anciana a su lado– Pero no al punto de ser amigos.

No podía creer que haya alguien que no tenga más de tres amigos, ¿o era él quien tenía demasiados amigos?

Optaron por ir a la escuela de Jeongin, era horario de clases así que tendría que haber alguien.

No iba a la escuela porque se tomó un tiempo, la directora le mandaba trabajos para hacer en casa y mandarlos por correo, era muy comprensiva con el menor.

Y Hyunjin, bueno, le pasaban las cosas sus amigos o ponían su nombre en los trabajos. Iba de vez en cuando, aunque sobornar a los directivos con dinero no era tan difícil. 

– ¡Jeongin!– Un chico en la entrada del establecimiento lo vio bajar del auto negro del mayor y salió corriendo a abrazarlo– Ha pasado muchísimo tiempo y no sabía cómo contactarme contigo. ¿Ha pasado algo?

– Seungmin...– El nombrado lo abrazó de nuevo– Falleció mi madre y me tomé un tiempo.

El chico estuvo lamentando la muerte de la señora Yang por un tiempo, intercambiaron números por primera vez.

– Debo ir a clases, hablame ¿sí?– Le dio un último abrazó y entró a la escuela.

Cuando se dio vuelta, vio a Hyunjin de brazos cruzados y con una ceja alzada apoyado en su vehículo.

– ¡Jeongin!– Felix interrumpió su paso y besó al menor por unos segundos– ¿Qué haces aquí?

No sabía que a Hwang le molestaría tanto ver esa escena.

– Estamos paseando, con permiso, debemos irnos– Se acercó y tomó al castaño de la mano para entrar al auto con él. 

En el camino no dijeron absolutamente nada, Hyunjin solamente manejó hasta un río para sentarse en el pasto y ver el atardecer.

Aún no sabe por qué reaccionó de esa manera al ver como Felix besaba a Jeongin. 

– ¿Hyung?– Salió de sus pensamientos y miró al menor– Creo que nunca encontraré a mi alma gemela– Le mostró su brazo, la marca era menos visible a los ojos del mayor.

Debía hacer algo, en dos días Jeongin ya no estaría con él.

El sol bajaba detrás de los edificios de Seúl, era una vista tan bonita, pero no tanto a comparación de la persona al lado de Hyunjin.

Entró en pánico y tomó el rostro del castaño con sus manos para besarlo.

Se dio cuenta cuando Jeongin sonrió sobre sus labios. Se alejaron porque escucharon una voz familiar a su alrededor.

– ¡Al fin!– Jisung gritó y saltó de alegría mientras tomaba la mano de su novio para acercarse– Sabía que no eras tan tonto y te darías cuenta algún día– Se sentó junto a Hwang y le tocó el hombro.

– ¿Me muestras tu brazo, pequeño?– Minho se arrodilló con delicadeza al lado del menor de los cuatro. Cuando vio su brazo sonrió y le mostró a Han.

La marca había tomado el color negro que tenía al principio.