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Seungmin se encontraba en un café sentado junto con Hyunjin explicándole la situación.

Jeongin dejó de creer en las almas gemelas debido al comportamiento del pelinegro, pero trató de seguir creyendo con tal de que Hwang esté bien y no se sienta decaído de la misma forma en la que se sentía él.

Tuvo varias decaídas en donde terminó en el hospital o durmiendo hasta por dos días seguidos, donde se levantaba solo para ir al baño.

– Soñaba con su madre, diciéndole que no pierda la esperanza...– Tomó un sorbo de su café– pero se hartó de que hasta en sus sueños el tema de las almas gemelas lo persiga– Miró los ojos aguados del mayor y rió sarcásticamente– Si realmente te preocupas por él, hazle saber que lo quieres.

– ¿Hay algo más?

– Tuvo varios intentos de suicidio– Notó que la piel blanca de Hyunjin empalideció y sus ojos eran como grifos por las lágrimas que derramaba.

Se levantó de golpe y salió corriendo del lugar para ir a la casa del menor.

¿Lo amaba? ¿Lo quería? ¿Le tenía aprecio?

Comenzó a creer en las almas gemelas desde que Chan le dijo sobre su teoría, pero no quería demostrarlo porque no era fácil asimilar algo así, aunque no se daba cuenta del daño que le causaba a Yang.

– ¡Jeongin!– Entró a la casa de golpe ya que la puerta estaba abierta, las maletas estaban en el mismo lugar que las dejó esa misma mañana y cuando subió las escaleras escuchó el sonido de la ducha.

Entró rápidamente sin tocar la puerta por miedo a que el pequeño haga algo, y así fue. 

Estaba en la bañera cortando sus muslos y muñecas con una navaja mientras sollozaba, Hyunjin notó que las heridas no eran muy profundas, pero se quedó en un shock de unos segundos.

– ¡No!– Le sacó el arma al menor y lo sacó de la bañera, lo sentó en el piso y se sacó su remera para evitar que siga sangrando, notó que eran muchas heridas y perdía bastante sangre porque Yang se dormía como si el cansancio lo estuviese ganando. No pudo llamar a la ambulancia porque dejó su teléfono en la casa de Chan, así que lo tomó entre sus brazos y corrió lo más rápido posible al hospital de la ciudad.

Unas enfermeras lo vieron llegar pidiendo ayuda y en un par de segundos tenían a Jeongin en una camilla, llevándolo a quién sabe dónde.

– ¿Es alérgico a algo o algún medicamento?– Le preguntó una mujer mientras trataba de calmarlo. Negó frenéticamente con su cabeza y tratando de calmar su respiración agitada– Bien, llamaré a un doctor para que pueda internarte y darte algo de ropa.

– ¡No quiero un doctor, quiero a Jeongin!– Gritó con todas sus fuerzas, pudo escucharse hasta el otro lugar del mundo su desgarradora voz.

Lucid Dream [Hyunin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora