[ 𝟎𝟏 ; 𝟏𝟎 ]

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Había enredado mis dedos en su cabello, así tratando de disminuir aquella ínfima distancia que parecía nunca acabarse, incluso si ahora tenía al más alto entre mis piernas y besándome con nula cautela. Los sonidos de nuestros labios habían llenado el pequeño baño -que nos aseguramos de trabar- y el ambiente se sentía caluroso, más aún cuando podía sentir como sus manos subían y bajaban de mis piernas a mi cintura.

Creo que me estoy volviendo loco.

Pensaba mientras veía como Park abandonaba mis labios y pasaba directo a mi cuello, lamiendo, succionando y mordiendo levemente. Apreté su camisa y aferré uno de mis brazos a su cuello, no quería que esto acabara nunca, se sentía tan bien y eso me gustaba. Me gustaba verlo tan desesperado por mi, tan necesitado.

-Chanyeol... -susurré cerca de su oído al notarlo dejar mi cuello.

-Dios, Baek... -atacó mis labios otras vez, empujando mi espalda contra los fríos azulejos de la pared del lavabo donde estaba sentado.

Nuestras hormonas estaban disparadas y sólo podíamos dejarnos llevar por la situación que a medida avanzaba, se volvía más y más adictiva. Los besos subían de tono cada segundo transcurrido y sus manos ya habían empezado a jugar debajo de mi ropa superior. Eran grandes y un poco ásperas, pero su toque -para nada primerizo- me hacía estremecer de mil formas diferentes y ya empezaba a no poder controlar aquellos jadeos y bajos gemidos que amenazaban con escapar todo el tiempo.

Nos quedamos sin aire y paramos, viéndonos sin vergüenza alguna. Mi rostro debía estar colorado al igual que el suyo. Su cabello estaba despeinado y eso le daba un toque a su apariencia que me incitaba a dar otro paso, pero no pensaba ofrecérselo, se asustaría y este sería mi primer y último encuentro casual con Park. Eso creí hasta que habló.

-Nunca me habían puesto tanto unos besos -rió entre jadeos y bajé mi vista hacia donde debía estar su miembro.

-Joder... -me mordi el labio inferior y dudé entre regalarle una mamada o no. Quizás podría hacer algo mejor.

Le lancé una mirada coqueta y con dos de mis dedos jugué con el borde de su pantalón. Se veía receptivo, pero sabía que aún no era el mejor momento, así que continúe con la provocación, ahora desabrochando su cinturón y su respiración se hizo pesada. Reí bajito y terminé de quitárselo, lo empujé hacia atrás y bajé del mueble. Me arrodillé y volví a mirarle desde abajo, fingiendo inocencia y solté el botón de su pantalón.

-¿Chicos? -la voz de Jongin se hizo escuchar desde fuera del baño y pude sentir mi corazón en la garganta por tremendo susto.

-¿Si? -habló Chanyeol como un tono de voz tan tranquilo que haría imposible siquiera pensar que algo extraño había pasado entre nosotros.

-¿Están bien? -preguntó el moreno -Digo, han estado un buen rato aquí y ya nos estamos por ir a mi casa a seguir...

-Tengo que acompañar a Baekhyun a casa, no se se siente bien del todo -inventó con una sonrisa tonta en su cara, mientras me veía levantarme y acomodar mis prendas, él se abrochaba todo con lo que yo anduve jugando -. Avísale a los chicos que no iremos.

-Claro -aceptó -. Nos vemos mañana -se escucharon sus pasos y unas voces por el pasillo, que poco a poco se hicieron inaudibles, avisando que ya se habían ido del local.

Luego de arreglarnos el cabello y todo aquello que pudiera delatarnos, nosotros abandonamos el karaoke también, pero en completo silencio, hasta que decidí preguntarle algo a Park.

-¿A dónde vamos ahora? -caminabamos sin apuro por aquella avenida no tan lejana a nuestros departamentos.

-¿Quieres venir a mi casa? -tragué saliva -. Mis padres han ido a un viaje de empresa.

❝𝒇𝒂𝒍𝒍𝒊𝒏𝒈 𝒇𝒐𝒓 𝒚𝒐𝒖❞ ⁽ᶜʰᵃⁿᵇᵃᵉᵏ⁾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora