El reloj que estaba colgado en la pared indicaba que eran las ocho de la noche, y no creo que venga nadie más a verme, ya que mi familia y amigos ya estuvieron aquí por unas horas. Entonces con mi brazo bueno —o no tan adolorido—, acomodé el almohadón de mi espalda, moviéndome con extremo cuidado. Los sedantes me tenían algo adormilado, y sin importar que aún quedara tiempo, mis párpados se hacían pesados.
Estando a segundos de caer dormido, la puerta de la habitación minimalista se abrió. Debía ser la enfermera que me tenía a su cuidado, era una mujer amable, así que lo más seguro era que viniera a ver si necesitaba algo. Pero lo que vi fue contrario al cuerpo uniformado con la vestimenta característica de este hospital. Era considerablemente más alto, y su cabello era corto, resaltando esa tonalidad ceniza que reconocería con facilidad, a causa de verlo durante tantas tardes.
—Chanyeol hyung... —su voz se me hizo suave, no ruidosa como solía ser en nuestras clases —Sé que no me quiere ver, pero quería saber si podía ayudarle con algo mientras esté en reposo... —era realmente tímido, tanto que olvidó saludar.
—Ya te disculpaste, no hay necesidad de actuar de esa forma, Hangyul —su mirada apuntaba al suelo, debía estar avergonzado, pese a que haya pasado más de dos semanas desde la última vez que hablamos.
—Yo lo siento mucho, hyung, nunca debí hacer eso —se disculpó nuevamente, a lo que yo reí despacio —¿Está muy adolorido? —preguntó con una mueca adornando su pálido rostro.
—Si, pero estaré bien, no tienes que preocuparte por mi —asentí con cuidado.
—Debe ser más cuidadoso, sería malo que esto volviera a pasar —esbozó un puchero —¿Cuándo volverá a la universidad?
—En dos meses más si todo va bien, por supuesto —contesté, dando un bostezo al final.
—Usted debe descansar apropiadamente para que su cuerpo se mejore, hyung —hizo un gesto apenado —. Me alegro de que no le haya pasado nada más grave —sonrió emocionado, pero seguía sin verse como antes lo hacía —. Mejor me voy para que pueda dormir —puso una pequeña bolsa en una mesa donde habían otras que la gente que vino dejó en forma de regalo —. Hasta luego, Chanyeol hyung.
—Adiós, vuelve con cuidado, Hangyul —el menor asintió, y terminó por desaparecer de la habitación, quedándome solo otra vez.
Ese chico animándose a visitar a su mayor herido, sin importar que le haya pedido que dejara de buscarme. A veces había que hacer excepciones, y esta era una, pero sigo esperando que no sienta que tiene el paso libre para volver a hablarme con tanta confianza y frecuencia. Aún tengo un corazón que reconquistar, y Hangyul era un estorbo si de seguir mi camino se trataba.
Me continuaba preguntando porqué Baekhyun no había querido venir a verme, pero lo más seguro era que se fuera a sentir incómodo conmigo, o que no le importara en lo más mínimo lo que me ocurrió.
Han pasado más de ocho horas desde que hablé con mis mejores amigos, y los otros tres, lo que me dio el tiempo para que mi memoria volviera a pedazos. Las sensaciones no eran nítidas, aunque tampoco lo eran las imágenes. Lo único que recordaba era cómo pasó todo.
—Si, no lo despertaré —una voz resonó junto al ruido que hacía la puerta cuando era abierta.
Un sudor frío recorrió todo mi cuerpo, haciendo que mi corazón también reaccionara, aumentando sus latidos. Y ahora era cuando agradecía el no estar conectado a esa máquina que contaba las pulsaciones, porque estaba seguro que si veían los mil pitidos que sonarían por segundo, pensarían que estaba sufriendo un ataque de taquicardia por los medicamentos.
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❝𝒇𝒂𝒍𝒍𝒊𝒏𝒈 𝒇𝒐𝒓 𝒚𝒐𝒖❞ ⁽ᶜʰᵃⁿᵇᵃᵉᵏ⁾
Fanfiction❝De pronto todo me daba vueltas, haciéndome cuestionar si soy lo mejor para ti.❞ A Byun Baekhyun nunca le agradó ese gigante prepotente, y cuando vio como este hizo llorar a su hermana, supo que su oportunidad de oro estaba delante de sus ojos. Sólo...