❝𝒇𝒂𝒍𝒍𝒊𝒏𝒈 𝒇𝒐𝒓 𝒚𝒐𝒖❞ ⁽ᶜʰᵃⁿᵇᵃᵉᵏ⁾

[ 𝟎𝟐 ; 𝟎𝟓 ]

La mesa se suponía debía estar compuesta por ocho de nosotros, pero hasta ahora sólo eramos cinco —Sehun, Jongin, Jongdae, Minseok, y yo—, y nos habíamos comprometido en no ordenar las bebidas hasta que estuviéramos todos, pero ese trío ya estaba con veinte minutos de retraso, y tampoco queríamos quedarnos hasta tan tarde rondando entre el bar y los dormitorios, por lo que Oh se ofreció a llamar a su novio, para preguntarle dónde demonios estaban y porqué tardaban tanto.

—¿Por qué me llamas? —escuchamos la voz del chino detrás nuestra.

—Porque creíamos que necesitaban un taxi para llegar, lentos —contestó Sehun, alzando la cabeza para recibir el beso que le estaba por dar su novio.

—¿Y los demás? —se unió el moreno, más que nada para saber dónde estaba Kyungsoo.

—Están en la entrada aún, supongo —se encogió de hombros y tomó el asiento al lado del chico de pelo naranja que había besado con antelación.

—¿Baekhyun lo trajo? —preguntó Minseok, mirando a Luhan entre risas.

—No —agitó la cabeza —. Él nos trajo a nosotros —mordió su labio inferior, portando una expresión divertida —. Su hyung es muy guapo, no te lo imaginas.

—Muy guapo, si —Sehun rodó los ojos y se apartó un poco del pelirrosa, pero este se le tiró encima, buscando su contacto, esperando que dejara de estar molesto —. Me pierdes, rosita-

—Cambia la cara, Park —se burló Jongdae, haciendo que todos me prestaran atención —. Mejor párate y ve a buscar a tu princesa~ 

—Muy tarde, ya llegaron —soltó el de cabello ondulado, junto a él.

—¿Yugyeom hyung? —dijo el menor del grupo.

—Sehun —saludó con una sonrisa en su estúpida cara. Inspeccioné su aspecto y deduje que se trataba del mismo sujeto de hace dos días atrás en el pub donde trabajaba el moreno y el peligris —. Hola, soy Kim Yugyeom, egresé de la facultad de cinematografía —hizo un pequeña reverencia, y los chicos se pusieron de pie, devolviéndosela, e invitándolo a tomar asiento con nosotros.

Alto, atlético, caballero, y atractivo, podía aguantar eso, no darle importancia, y actuar como si no estuviera aquí con nosotros, pero era prácticamente imposible lograrlo si el hombre se había ganado el corazón de todos los que estaban en la mesa. Le preguntaban cosas y se reían de sus chistes, mientras que yo fingía prestar atención a la conversación para no ser un amargado, pero tenía tantas ganas de que se fueran a casa, y poder quedarme a solas con Baekhyun. Suena egoísta sabiendo como estaba la situación entre los dos, pero era la verdad, y no podía mentirme a mi mismo.

La primera hora pareció un año, y las que le siguieron, me eran equivalentes a una eternidad en el infierno. Ver como la mano de ese tipo se iba a las piernas del más bajo, me incomodaba, y quería cortársela para que dejara de hacerlo cada cinco segundos. Aunque si me ponía en esa posición, también debería arrancarle los ojos, para que no lo viera de esa manera.

—Iré a fumar afuera —me paré cuando noté que algunos de los presentes se veían ebrios y a penas podían mantener una conversación —. Vuelvo pronto.

—Vale, hermano —contestó Sehun. Jongin ya estaba que se dormía en el hombro del pelirrojo. Como siempre siendo el primer caído de la noche.

Normalmente no fumaba, pero esta vez contaba con un paquete de cigarros en la mochila —salí tarde, por eso la cargaba conmigo—, y un encendedor. Estaba estresado, y liberarme un poco con aquel amargo sabor de la nicotina, sonaba como una buena idea a este punto.