[ 𝟎𝟐 ; 𝟐𝟒 ]

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Habíamos despertado hace casi una hora atrás, pero la comodidad nos venció y nos quedamos acostados en su cama, Chanyeol con su cabeza en una zona intermedia de mi pecho y mi estómago. Mis dedos le hacían cariño a lo largo de su cabello, enredándose en las hebras de color azabache. Ninguno se preocupaba de las notificaciones que pudieran tener nuestros teléfonos, si no que todo lo contrario, estábamos concentrados en una conversación orgánica y natural, aprovechando al máximo la presencia del otro. Sabía que al final del día vendría otra vez hasta aquí y nos quedaríamos juntos hasta la mañana siguiente, y eso me sonaba mucho mejor que ir a una fiesta sin él, en un principio porque me traía malos recuerdos que quiero borrar, pero también porque por mi descuido dejé que a Chanyeol le atropellaran y terminara de la forma lamentable en la que está actualmente.

Los minutos siguieron transcurriendo indiscriminadamente, pero no me preocupaba, puesto que hoy en la mañana no tenía clases obligatorias y eso me daba la tranquilidad de permanecer aquí en el departamento de Chanyeol, disfrutando de su compañía.

—Baek, tu teléfono está vibrando —apuntó el pequeño mueble al lado de su cama.

—No lo escuché —me apresuré a tomarlo, dándolo vuelta y percatándome que era el contacto de mi jefe de carrera —¿Hyung? —tan pronto como hablé, él me saludó y procedió a darme la información de último minuto —Vale... Sí, sí, ahí estaré, hyung... Hasta luego... —corté la llamada, teniendo el entrecejo fruncido, cosa que llamó la atención del gigante sobre mí.

—¿Ocurrió algo? —su rostro se giró en mi dirección, mirándome con las cejas alzadas.

—Agh —rodé los ojos, molesto —. Tengo que quedarme supervisando el evento hasta que termine —mi mirada se quedó fija en el marco de la puerta, maldiciendo mentalmente mi mala suerte.

—Oh... —entreabrió sus labios, dejando salir una grave voz de sorpresa —Eso significa que hoy no podrás venir, ¿no?

—Hmm —asentí haciendo un leve puchero con los labios —. Lo siento, Yeol.

—Tranquilo —tomó mi mano, entrelazando sus dedos con los míos —. Puedes quedarte otro día, Baek.

—Sí —acaricié su cabeza nuevamente —. Ahora tengo que irme, tengo que supervisar la decoración del salón.

—¿Me darás un beso de despedida? —alzó una de sus mejillas, dejándome libre acceso.

Medio riendo, tomé su cara, girándolo para que mis labios pudieran llegar a los suyos, formando un inocente roce que fue capaz de mandarme miles de descargas eléctricas alrededor de mi cuerpo. Me separé, mirando el tierno tono rojizo en las mejillas del más alto, pero cuando quise pararme de la cama, este me jaló de vuelta, subiéndose encima mío para iniciar otro beso, pero esta vez se trataba de uno más desesperado, uno que buscaba acabar hasta con la más mínima separación entre nuestras anatomías. Poco a poco fue paseándose por mi cuello, haciéndome cosquillas, lo que me arrancó unas risillas.

—Basta —empujé su hombro que no estaba adolorido —. Terminarás haciéndote daño en esa posición, guapo.

—Mentira —me miró con una sonrisa divertida, y volvió a bajar a mis labios, creando otro beso que nos permitió sentir la lengua del otro, jugando entre si.

—Detente o me enfadaré, Chanyeol —hablé cuando se separó en busca de aire —. Así me gusta —sonreí orgulloso, viendo como se sentaba otra vez, separándose de mí —. Estaré mandándote mensajes en la noche, ten el teléfono a la mano, ¿sí?

—Vale —asintió.

Ya de pie, me agaché y le di un corto beso en la mejilla. Tomé mis cosas y me dispuse a marcharme a mi dormitorio y así poder ser capaz de asearme como correspondía.

❝𝒇𝒂𝒍𝒍𝒊𝒏𝒈 𝒇𝒐𝒓 𝒚𝒐𝒖❞ ⁽ᶜʰᵃⁿᵇᵃᵉᵏ⁾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora