Mis párpados se separaron lentamente, no había mucha luz en la habitación, pero aún así era capaz de darme cuenta de que no conocía este lugar para nada. Mis ojos se abrieron de par en par al ver que todo era de una limpia tonalidad blanca, variando en toques de color crema. Este definitivamente no era mi dormitorio. Miré hacia abajo, notando que mi cuerpo estaba arropado con sábanas delgadas, y cuando intenté levantarme, un grito ahogado salió de mi garganta. Unas lágrimas de dolor brotaron de mis lagrimales, y volví a la posición anterior.
—¡Despertó! —una chica de melena castaña apareció. Tenía ojeras que nunca había visto en ella —¡Yeollie, nos tenías tan preocupados! —de pronto ya no era el único que estaba llorando.
—¡Hijo mío, pensé que no despertarías en unos días! —se sumó mi madre, con un par de ojos cristalizados. Detrás suyo estaba papá, con el ceño fruncido.
—Jongin nos dio un gran susto anoche —habló el hombre, dando palmadas en un costado de la cama.
—Dios, no lloren, me hacen sentir mal —un leve puchero se adueñó de mis labios, preocupado por las dos mujeres delante mío —. Me duele mucho la pierna- —cuando la destapé para enseñarsela a mi familia, entendí porqué casi morí cuando intenté ponerme de pie —Oh...
—El médico dijo que la fractura sanaría en ocho meses, y el yeso será removido en cinco —indicó mi padre, sonriendo con lástima —. Tu brazo está esguinzado, y tu clavícula está algo dañada... Pero por suerte no tienes lesiones en la cabeza, hijo...
—¿Qué pasará con mis clases? —pregunté ansioso. Los exámenes no estaban tan lejos como para no preocuparme, y no quería desaprovechar la beca.
—Idiota —rió Yoora, sacándose unas lágrimas, y separándose del abrazo en el que se había fundido junto a mamá —. Te ves así de deplorable, y te preocupas por las clases...
—Ya hablamos con los directivos, Channie —comentó la mujer mayor —. Tienes dos meses de reposo, y luego podrás ir, pero con muletas, cariño... Tus amigos te van a cuidar... Ah, son tan amables esos chicos —sonrió con ternura al recordarlos.
—Vale... Y, ¿dónde están ellos? —sentía un ligero ardor en mi cara, lo que me hizo pensar que debía tener algunas heridas en esa zona.
—Se fueron hace un par de horas —respondió el mayor de los Park —. Hija, envíales un mensaje para que puedan venir a ver a este chico de acero.
—Claro, ya vuelvo —mi hermana salió de la habitación, dejándonos a nosotros tres por un momento, hasta que llegó el médico encargado.
—Despertaste antes de lo previsto, Chanyeol —el sujeto de mediana edad asintió algo impresionado —. Toma esto —me entregó dos pastillas y un vaso de agua —. Aquí está la receta, y el horario —le dio un papel a mi madre —. Tiene que ser constante una vez egrese del hospital —mis progenitores cruzaron unas palabras con el hombre, dejando claras sus dudas.
—¿Cuándo saldré de aquí? —no me desagradaba estar aquí, pero prefería mi habitación.
—En tres días más, joven —respondió el sujeto de bata blanca —. Pero eso no significa que puedas moverte con libertad, tendrás que reposar la mayor parte del tiempo —advirtió y yo asentí inseguro —. Bien, te haré algunas preguntas para ver si presentas perdidas en la memoria o alguna disonancia que pueda afectarte.
—Vale —me acomodé en el respaldo acolchado de la cama.
—¿Recuerdas lo que pasó? —tomó una libreta y un bolígrafo.
—No.
—¿Recuerdas con quiénes ibas? —marcó una equis en una planilla.
—Con cuatro amigos —estaba con Jongin, Minseok, Kyungsoo, y Baekhyun —¿Ellos están bien?
ESTÁS LEYENDO
❝𝒇𝒂𝒍𝒍𝒊𝒏𝒈 𝒇𝒐𝒓 𝒚𝒐𝒖❞ ⁽ᶜʰᵃⁿᵇᵃᵉᵏ⁾
Fanfiction❝De pronto todo me daba vueltas, haciéndome cuestionar si soy lo mejor para ti.❞ A Byun Baekhyun nunca le agradó ese gigante prepotente, y cuando vio como este hizo llorar a su hermana, supo que su oportunidad de oro estaba delante de sus ojos. Sólo...