Una de las clases obligatorias de la carrera de cine, era la de ornamentación, en donde nos enseñaban la importancia de la planificación de la puesta en escena. Veíamos muchas películas, pero las pausas eran algo recurrente, por lo que acabar una en su totalidad nos tomaba algo de tres clases de dos horas, ya que, el profesor solía cuestionar hasta el uso de un florero en el detrás de los actores. Obviamente se trataba de una producción con matices y significados ocultos, y el uso de algún tipo de utilería en especial, podía ser determinante a la hora de entender el punto que se trataba en ese trozo. En fin, era una asignatura fácil, y nunca me supuso mayor esfuerzo, aunque de vez en cuando recurría a la ayuda de Kris, debido a que a él le gustaba esas películas, y las entendía mejor.Los recesos fueron los de siempre, la mayoría compartiendo la misma mesa, luego nos sentábamos en el pasto, y nos relajábamos. Esta vez tuve que ir al cuarto de Chanyeol, que había olvidado un material para su clase, y como nuestras ventanas eran diferentes, a él se le hacía tarde, mientras que a mi aún me quedaba una hora libre, así que lo ayudé en ese sentido.
Abrí la puerta con la llave que me fue concedida. Era una habitación con sólo una cama, y eso la hacía ver un poco vacía, sobretodo teniendo en cuenta que Yeol no era alguien con muchas cosa. Tenía sus libros, cuadernos, informas, guías, una guitarra, y una caja en el piso, estaba abierta, pero tampoco me interesó inspeccionar su interior, por lo tanto, me centré en buscar el libro de tapa negra con letras blancas y amarillas —según la descripción que el más alto me dio—, pero un abrigo de color marrón claro me llamó la atención. Era el mismo que tenía puesto el niño ese al que Chanyeol le daba clases. No quería dejarme llevar por mis más bajos instintos, pero no pude evitar descolgarlo, y mirarlo con cierta repugnancia, recordando ese día. Lo tiré al suelo y un papel se asomó por el bolsillo cuadrado de un costado. Con curiosidad lo saqué y estaba algo doblado, pero se veían unas palabras escritas con un bolígrafo de color azul oscuro.
"Ojalá hyung fuera más claro con sus sentimientos hacia mi.
—Hangyul."
Han sido casi dos semanas desde que acepté mis celos por ese dongsaeng, a Park. Él me ha dicho que es bastante claro sobre su relación de alumno-tutor, con Lee Hangyul. Pero ver esa nota me hacía desconfiar, y sumándole el problema que tuvimos por culpa de su ex-novia en el pasado, no se me antojaba para nada confiable esta situación errónea que manejaban esos dos, con uno diciéndome ser profesional a la hora de dar clases, y con el otro malentendiendo la amabilidad de su profesor, con interés romántico. No puedo sólo decirle que deje de dar clases, porque es su fuente de ingresos, y tener a un niño rico como alumno es algo que lo ayuda mucho, tanto que hasta incluso le gusta comprarme cosas con ese dinero, aún cuando le he dicho que lo guarde para él.
Arrugué el papel y lo guardé en mi pantalón. Dejé el abrigo donde estaba, y reanudé mi búsqueda, pero ahora con un mal cuerpo debido a ese niño que revoloteaba al rededor del orejón. Una vez lo divisé al lado de otro material, lo tomé y cerré la puerta con llave, para dirigirme a su facultad, y entregarle el maldito libro.
—Justo a tiempo —sonrió, recibiendo lo que me encargó —. Gracias —se acercó para jugar con mi cabello, pero me eché hacia atrás —¿...?
—¿Sabías de esto? —le entregué la notita, y su expresión me dio la respuesta —Me dijiste que estabas siendo claro con él —reclamé usando una voz cansada. No quería iniciar una pelea, sólo quería saber qué pasaba realmente.
—¡Buenos tardes alumnos! —se oyó la voz del profesor que le daba clase al azabache.
—Ve a mi habitación cuando acabe tu última clase, por favor —me miró suplicante —. Te lo explicaré mil veces si quieres, pero, por favor ven, ¿si?
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❝𝒇𝒂𝒍𝒍𝒊𝒏𝒈 𝒇𝒐𝒓 𝒚𝒐𝒖❞ ⁽ᶜʰᵃⁿᵇᵃᵉᵏ⁾
Fanfiction❝De pronto todo me daba vueltas, haciéndome cuestionar si soy lo mejor para ti.❞ A Byun Baekhyun nunca le agradó ese gigante prepotente, y cuando vio como este hizo llorar a su hermana, supo que su oportunidad de oro estaba delante de sus ojos. Sólo...