[ 𝟎𝟐 ; 𝟎𝟕 ]

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Habían buenos días, malos días, y sólo días. Hoy era un día a secas, sin más. No ha ocurrido nada interesante que me haga considerarlo uno bueno, ni a pasado algo deprimente que me haga catalogarlo como uno malo, y esperaba que se mantuviera de esa forma, porque esta vez almorzaríamos los ocho juntos, y por lo general eso no siempre salía muy bien que digamos, aunque eso era una opinión personal, ya que, los chicos se la pasaban bien entre ellos, pero para mi era de pronto un poco incómodo el no tener nada que hacer, más que comer, y mirar a Baekhyun de reojo, deseando que no fuera a gritarme que me detuviera.

Sigo creyendo que todo esto estaba siendo demasiado difícil, de partida porque aún no sabía que decirle para no molestarlo o hacerle sentir que estaba siendo un pesado. Pero supongo que regalarle una gaseosa de limón —su sabor favorito—, no era un mal paso, aunque tampoco era un excelente que me fuera a dar su plena confianza de nuevo, para mi era suficiente con que la aceptara.

Entré en la cafetería de medicina, y me percaté de la presencia de un solo chico, justamente al único personaje que quería ver. Me acerqué por detrás y deposité el envase del líquido saborizado en frente suyo, haciendo que pegara un pequeño saltito, probablemente porque lo asusté al aparecer de la nada.

—¿Por qué estás solo? —me senté en el asiento delante de él, y le di un sorbo a mi gaseosa de color amarillo, con sabor a piña.

—¿Me estás preguntando eso en verdad? —me dio una mirada exhausta, pero yo le devolví una confusa, al no entender lo que quería decir con eso —Vamos, es imposible que todos ellos no hayan podido venir, y nos hayan dejado solos.

—Dejé mi teléfono en mi habitación —alcé las manos, declarándome inocente. Tampoco había visto a Jongin esta mañana, entonces no he hablado con él —. Puedo irme si no quieres comer conmigo.

—Tampoco es como si quisiera ser un solitario que almuerza sin nadie —rodó los ojos, y se puso de pie —. Iré a ordenar algo.

—¡No! —me incorporé, haciendo notar la diferencia de altura entre los dos —Yo iré, ¿quieres algo en específico?

—¿Me estás comprando con comida? —alzó el mentón y echó la cabeza hacia atrás, mirándome con altanería.

—No —solté —. Te estoy invitando, ahora dime qué quieres.

—Lo que sea, me da igual —se sentó nuevamente, y con su mano agarró la bebida que le compré, tomando de esta.

—Vale, ya vuelvo —sonreí satisfecho, y fui a la barra donde se ordenaba.

Me hacía sentir feliz que no me haya despachado del lugar, porque realmente veía esta situación como una gran oportunidad para poder descubrir algo de la coraza que cargaba el mayor. 

Una mujer se me acercó para tomar nota de mi pedido, y como los agregados ya estaban disponibles, no tuve que esperar mucho, y ya tenía los dos platos en mi mano —no era un restaurante con camareros, por lo que era una especie de auto-servicio—. Me fui sin antes pagar, y llegué a la mesa con el peligris, que alzó la vista, tratando de averiguar cuál había sido mi elección.

—No me gusta el jengibre —espetó, pero más que molesto, debía estar alegre porque fallé con lo que le escogí. Más bien, con lo que él creyó que era su comida.

—Lo sé, ese es mío —alcé las cejas, regocijándome en mi victoria cuando su expresión facial se tornó en una sorprendida —. Espero te guste.

¿Tenía permitido disfrutar esto?

No hablábamos mucho, pero sólo oír palabras neutrales saliendo de su boca, me obligaba a sonreír sin parar. Estaba tan inmerso en su rostro, que a duras penas había dado unos escasos bocados a mi plato, pero me daba igual tener que tirarlo a la basura, si ahora se me estaba permitiendo convivir en el mismo espacio que Baekhyun, sin nadie más molestando.

❝𝒇𝒂𝒍𝒍𝒊𝒏𝒈 𝒇𝒐𝒓 𝒚𝒐𝒖❞ ⁽ᶜʰᵃⁿᵇᵃᵉᵏ⁾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora