[ 𝟎𝟏 ; 𝟐𝟔 ; 𝟏/𝟐 ]

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Acomodé el cuello de mi camisa, procediendo a anudar la corbata por encima de esta, dejándola levemente suelta, creando una imagen ligeramente formal, acompañada por un jeans negro, con un agujero en la rodilla izquiera y unas cuantas más zonas descocidas apropósito. Luego calcé mis botines del mismo color, amarrándolos una vez sentado en el borde de mi cama.

"—Es una gran oportunidad, Chanyeol. No seas tonto y tómala."

Esas palabras se habían apoderado de mi mente por completo, aún si las había escuchado hace tan sólo unas seis horas atrás. Mis amigos insistían en que si debía tomarla, porque yo no era consciente de si me volvería a aparecer otra oportunidad como esa.

Agité mi cabeza frenéticamente, quitando esos pensamientos y me levanté de la cama, hechandole una última mirada al espejo, peinando un poco mis cabellos y me fui. Ya era un poco tarde, eso de veinte minutos y se suponía que mis amigos ya estaban ahí desde el comienzo. Tomé el auto de mi padre, bajo la promesa de no matarme en este y conduje algunos minutos hacia el club que había arrendado la escuela para hacer la fiesta. Esperaba que fuese buena, ya que, la ceremonia de graduación —que fue el mes pasado— no fue muy entretenida, estuvo muy pegada a las normas y valores que entregaba la institución, entonces, no fue nada más que la entrega de diplomas, regalos y premios a los que alcanzaron el primer lugar en categorías especiales. Yo obtuve una medalla de valor simbólico por tener las mejores calificaciones de mi salón. Baekhyun consiguió el tercer lugar en los exámenes finales. Aún recuerdo su sonrisa cuando recibió el premio, y como se borró al verme entre la multitud.

Una vez llegue a mi destino, bajé del auto, poniéndole seguro y miré al rededor, habían bastantes autos en el estacionamiento del local. Comencé a caminar hacia la entrada y abrí la puerta, donde miembros del comité estaban regulando la entrada, en un intento de impedir que otra gente se metiera. En la mesa estaba Kyungsoo junto a una chica baja y muy atractiva, "Jisoo", creo que era su nombre.

—Park, entra —me dio una mirada tranquila y me indicó una de las puertas.

—¿Cuándo te unirás? —pregunté, mientras le devolvía la sonrisa a la pelinegra.

—En una hora más —hizo un puchero —. Dile eso a Jongin, por favor.

—Vale, vale.

Entré por la puerta indicada y era un salón muy grande, incluso poseía segundo piso, ya que, podía notar un gran ventanal. Era un lugar muy lindo y hasta lujoso, habría que disfrutarlo, tal y como parecía hacerlo el moreno que noté por el rabillo del ojo. Me acerqué y tan pronto como me vieron los presentes —Sehun, Luhan, Minseok, y Kai, por supuesto— me saludaron animadamente. Sospechaba que no tenían solo unos simples vasos de ponche de fruta, y vamos, ya todos eramos mayores de edad, no era difícil comprar un poco de alcohol a estas horas en alguna tienda cercana. Todos estaban vestidos de una mezcla formal y casual, algo correcto para la ocasión.

—Eh, Yeol —Xiao me palmeó el hombro, los restantes le imitaron, a excepción de Minseok, quien prefirió quedarse en su lugar y hacer un ademán con la mano.

—Jongin —le llamé —. Soo dijo que venía en una hora más.

—Que bien, creí que lo tendrían allí toda la noche —sonrió un poco divertido. Ya estaba ebrio.

Todos volvieron a su conversación, agena ante mis oídos, no la estaba escuchando realmente, yo sólo me quedé observando los alrededores, buscando a un chico bajito, castaño y de tez clara. Pero no lo veía. Quizás no había venido siquiera, lo que se me haría raro, porque cuando estuvimos juntos, más de una vez me dijo que le hacía mucha ilusión asistir a la fiesta y bailar hasta la madrugada.

Bailar hasta la madrugada conmigo.

—No lograrás nada buscándolo —una voz ligeramente grave se me dirigió y en menos de un segundo se ganó toda mi atención —. Baekhyun no vendrá.

—¿Está enfermo? —le pregunté, escondiendo la decepción de mi voz. Aunque no fueramos a hablar, me hubiera gustado verlo divertirse.

—No —negó con la cabeza —. Por ti, Park —apreté los labios, triste —. Baekhyun te ha estado ignorando como el infierno, queriendo aparentar ser feliz, pero todos sabemos que no lo es —ladeó la cabeza —. Nunca le dije lo que me dijiste esa noche, ¿sabes por qué? —lo miré sin gesticular ninguna expresión, esperando que siguiese hablando —Porque tengo esperanzas de que si vuelvas por él y lo hagas más feliz que antes —se acercó más, mirando por encima de mi hombro, posiblemente vigilando a los otros tres individuos —. Se lo dije a Kyungsoo, y estoy casi seguro de que tus amigos también lo saben, porque son cercanos a ti.

Un pequeño silencio se formó entre ambos, el peliazul viéndome con una expresión tranquila pero que reflejaba un poco superioridad. No sabía que decir, estaba en blanco tras oír todo eso.

—Baekhyun es más perseverante de lo que parece, y está claro que sabías eso —volvió a hablar —. Él evita hablar cualquier cosa que esté relacionada contigo, pero cuando se emborracha... —sonrió levemente, recordando imágenes y voces que nunca escuché —. Pregunta por ti... Es divertido verle tranquilo e inconsciente de como es todo ahora —su expresión entrañable se borró y se volvió seria —. Pero cuando coincide una de nuestras reuniones con un día en donde está especialmente feliz... Siempre que bebe más de la cuenta, termina llorando por ti, como si esa felicidad fuera mentira —se acomodó en su asiento, acercando su rostro al mío, aún con una distancia prudente —. Entonces... No te tomes mucho tiempo, porque será muy tarde y habrá cerrado la historia.

"—Luego de la fiesta, quédate a dormir en mi casa. Mis padres se irán a la casa de mi abuela con Dahyun."

Me paré rápidamente, tomé mi teléfono y lo guardé en mi bolsillo, ganandome la atención de los que hasta hace poco estaban en su propio circulo. Corrí la silla y le di una mirada al de cabello rizado.

—Iré a por él.

[...]

Tan pronto como aparqué en una calle cercana, bajé del auto, apresurandome como podía para poder llegar al departamento del más bajo. Subí los escalones principales, para toparme con la gran sorpresa de que el portón estaba cerrado con llave —seguramente por la hora—. Ahogué un quejido frustrado y forcejeé un par de veces, hasta que opté por marcar al teléfono de Baekhyun, esperando que contestara, pero lo único que lograba recibir del otro lado de la línea era a la operadora, indicándome que aparentemente había sido bloqueado por el número al que intentaba contactar. Esto era alguna especie de castigo, estaba seguro.

Me quedé unos diez minutos pensando en que quizás algún vecino vendría y yo podría entrar, pero eso nunca pasó.

—Dios, Yeol, son las putas doce de la noche, imbécil —me insulté a mi mismo, aprovechando que me hallaba solo.

Jugué con mi teléfono, sin tomar como opción el marcharme de ahí, y finalmente se me ocurrió llamar a Minseok, para que le mintiera con algo y le pidiera que bajara a abrirme, sin saber que era yo en verdad.

—Está cerrado y no quiero molestar a la pobre gente por el timbre, es muy tarde-

—Baekhyun está aquí, Chanyeol.

—¿Qué? —pregunté incrédulo.

—Acaba de llegar... Con Yifan —habló con cuidado.

Retiré el dispositivo de mi oído y corté la llamada sin decir nada. Rasqué mi nuca, nervioso.

Maravilloso.






















❝𝒇𝒂𝒍𝒍𝒊𝒏𝒈 𝒇𝒐𝒓 𝒚𝒐𝒖❞ ⁽ᶜʰᵃⁿᵇᵃᵉᵏ⁾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora