—Cuidalo, ¿vale? —no se dignó en vernos, simplemente soltó aquella estupidez y se marchó en dirección a su hogar, pero tan pronto como reaccioné corrí detrás suyo, ignorando los gritos de Kris, diciéndome que no hiciera nada estúpido, y era exactamente lo que estaba a punto de hacer. Lo alcancé justo después de que colgara el teléfono tras hablar con alguien de algo que no escuché pero que poco me importó y paré en seco, recuperando el aire perdido. Chanyeol se quedó quieto, sin voltear a mirarme —¿Por qué me seguiste? —me habló por primera vez en dos meses. Su voz no era molesta, al contrario, era serena, algo totalmente opuesto a lo que yo estaba sintiendo en este momento, donde el aire no planeaba entrar de forma fácil y me torturaba, aún más debido a las lágrimas que comenzaron a escapar de mis ojos.—¿Cuántas veces más quieres que llore para que vuelvas? —fruncí el ceño, sintiendo miles de emociones para nada positivas, explotando en mi interior —¿No te importa lo difícil que es esto para mi? —apreté la tela de mis pantalones con ambas manos —Todo iba tan bien y tu... Sólo me c-cortaste como si no hubiera significado nada... para ti —lamentablemente los sollozos quisieron sumarse a la carga de mi espalda, sumándose las manos temblorosas.
—Yo realmente te quiero, Baekhyun —seguía ocultándose de mi vista, haciendo pasar desapercibido lo que él sentía, pero lo único que no logró pasar mi radar fue aquella gota en mi cabeza, y esa otra tras otra. Estaba lloviendo, cosa que sólo arruinaba más todo esto —. Deberías volver, ha empezado a llover-
—¡¿Crees qué eso me importa?! —grité a la vez que lloraba, bruscamente intentando borrar las lágrimas con mis mangas —¡Me has estado ignorando por meses como si lo nuestro nunca hubiera ocurrido! —incriminé, dando pasos hacia él —He estado cada noche pensando que me llamarías... —suavicé mi tono, casi susurrando —Y-y eso nunca pasó... nunca, ni siquiera una simple mirada por los corredores... Llegué a creer que t-todo fue un juego tuyo —mi cuerpo estaba empapado, frío y tembloroso, pero eso no me quitaba las ganas de golpearlo, dejarlo ahí, solo, carcomiendose por dentro —R-realmente me quisiste, ¿verdad? —otro sollozo escapó, y el más alto no contestaba —Chanyeol... p-por favor respondeme... —estaba a punto de abrazarme a mi mismo, pero un cuerpo más grande lo hizo antes.
—Vámonos, iré a dejarte a casa, Baek —murmuró Yifan, abrazándome por encima de mis brazos.
—Chanyeol, respondeme —pedí, acercándome más, casi logrando tomar una punta de su sudadera, pero sin previo aviso, comenzó a caminar, dejándonos atrás —. E-espera, ¡Chanyeol, no te vayas! —me separé del rubio, intentando volver a alcanzar al azabache —¡Yeol! —Kris volvió a atrapar uno de mis brazos, tirándome hacia él, impidiéndome liberarme de nuevo.
Seguí gritando su nombre, rogando porque volviera, pero nunca miró hacia atrás, como si no le hubiera importado ni en lo más mínimo lo rota y desgarrada que se escuchara mi voz, o que fuera Kris quien me estaba conteniendo, haciendo lo que él debió haber hecho, abrazarme, decirme que todo estaría bien, que él estaba ahí para mi y que podía soltar todo, que no me detuviera hasta que todo estuviera fuera. Pero lo peor de todo esto no era que te fuiste, dejándome solo. No. Lo peor era que aún creía que te darías la vuelta y volverías para consolarme.
Pero no volviste, Chanyeol.
Por supuesto que no lo hiciste.
[...]
Durante tres días —incluyendo hoy, lunes— no abandoné mi habitación, aprovechando que mis padres fueron de viaje por una festividad en el trabajo de él, que duraría por lo menos hasta la próxima semana. Durante esos tres días no he comido nada más que algo de sopa que mi hermana me obligó a ingerir, tampoco he hablado con nadie, ni con Yifan, a quien le avisé de antemano que no contestaría mensajes y mucho menos llamadas.
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❝𝒇𝒂𝒍𝒍𝒊𝒏𝒈 𝒇𝒐𝒓 𝒚𝒐𝒖❞ ⁽ᶜʰᵃⁿᵇᵃᵉᵏ⁾
Fanfiction❝De pronto todo me daba vueltas, haciéndome cuestionar si soy lo mejor para ti.❞ A Byun Baekhyun nunca le agradó ese gigante prepotente, y cuando vio como este hizo llorar a su hermana, supo que su oportunidad de oro estaba delante de sus ojos. Sólo...