[ 𝟎𝟐 ; 𝟏𝟕 ]

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El grupo de publicidad de mi facultad era amplio, fácilmente podían ser unos doce, y la reunión acababa de empezar, por lo que tenía que recibir el dinero que haya recaudado cada uno, verificando la cantidad de entradas que vendieron, y comparándola con el monto que me presentaban. Hoy sería una jornada larga, ya que mi compañera, quien debía ayudarme, no pudo venir hoy, todo por culpa de una emergencia en el sindicato de alumnos -del que formaba parte-, y ahora era yo el que pagaba las consecuencias.

Pasaron unos veinte minutos, y seguía con la misma persona, anotando cada dato en la planilla con su nombre. Todo estaba bien, me dio la cantidad de dinero equivalente a las entradas que vendió, y sobraban las que debían sobrar, ni una más, ni una menos. Llamé al chico que le seguía, y el proceso fue repetido, pero más rápido, ya que, este sujeto no tenía dudas como la anterior.

Y así fui uno tras otro. Fue un alivio que nadie hubiera pensado en robar, pero el peso en mis hombros continuaba ahí. Tenía dos clases que dar hoy, y eran las ocho de la noche, lo que indicaba que la reunión de los administrativos comenzaría pronto. Quería esperar y ver a Baekhyun, pero era difícil con una agenda tan apretada, lo que me hizo terminar dejando la libreta con los datos donde se me fue dicho con antelación, y abandoné el lugar, encaminándome al encuentro con mi primer estudiante, una chica de segundo año, a la cual divisé rápidamente por su cabello de color morado.

-¿Te hice esperar mucho? -puse mi mochila en la mesa, sacando mis cuadernos y libros.

-No, oppa, llegué hace poco -sonrió tímidamente, y con su mano pasó un mechón de cabello por detrás de su oreja -. Aquí está el dinero -me dio un pequeño sobre, y yo asentí, agradeciendo.

-Bien, presta atención, y cuando tengas una duda, dímelo, ¿vale? -le señalé la página que leeríamos, y ella asintió.

Hice un buen esfuerzo con esta chica en particular. Ella no era muy buena en los ejercicios donde te pedían dar un diagnóstico con falta de datos, lo que le complicaba llegar a la respuesta más acertada. Le di un caso hipotético, y le pedí que lo desarrollara con lo que le expliqué recientemente, pero falló. No me exasperé a la hora de analizar su respuesta contra la que era correcta, y procedí a darle otro ejercicio.

A veces ni yo me entendía. Soy un tutor que enseña temas de psicología, gané una beca, y mis calificaciones son buenas, pero por alguna razón era capaz de comprender casos complejos, y a la hora de enfrentarme al peligris, pareciera que todos mis conocimientos fueran borrados, y no supiera ni lo más mínimo que pasaba en su cabeza. ¿A caso eso me volvía un incompetente? No lo sé, pero al menos si podía ser catalogado como un idiota de primera.

-¿Usted tiene enamorada? -asaltó mi desconección con el mundo real. Creo que me atoré con mi propia saliva, porque empecé a toser -¿Se encuentra bien?

-S-si... Es sólo que me tomaste desprevenido -reí incómodo, y destapé mi botella de agua, dándole un buen trago a su líquido.

-Lo siento, oppa... -una sonrisa divertida se dibujó encime de sus carnosos labios rojos. Era una chica linda, pero no me interesaba -Pero... ¿tiene? -insistió.

-Si, pero no creo que se parezca a la imagen mental que tienes ahí arriba -apunté su frente, esbozando una sonrisa sincera.

-Que lástima, huhu... -se lamentó en murmullos -Usted es muy guapo, que suerte tiene su novia.

Que suerte tendría yo, si él fuera mi novio.

-Deberías estar terminando el ejercicio, no comentando estas cosas, hah -sugerí sin ser severo, y la menor asintió volviendo a lo que le incumbía.

Finalmente logró hacerlo bien, y la felicité por su arduo esfuerzo, como siempre suelo hacer con mis alumnos. La despedí, aunque eso fue después de rechazar su número, diciéndole que a mi pareja no le gustaría que chicas guapas se me acercaran más allá de las tutorías. Era una media mentira, pero ella lo creyó y se fue, sin antes avisarme que le gustaría tener otra clase para reforzar lo aprendido.

❝𝒇𝒂𝒍𝒍𝒊𝒏𝒈 𝒇𝒐𝒓 𝒚𝒐𝒖❞ ⁽ᶜʰᵃⁿᵇᵃᵉᵏ⁾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora