Erick
Zabdiel me dijo que no debía estresarme ni preocuparme tanto, así que le hice caso y traté de relajarme, pero un día antes fue imposible, y no solo por el hecho de que probablemente me iba a encontrar a Joel, si no porque ahora tenía que adaptarme a otra escuela, mucho más grande y con más personas.
- ¿Estás listo? -me pregunta a lo cual yo niego.
Hace media hora vino para tratar de darme ánimo, ya que no solo iremos a una nueva escuela si no que también tendré que dormir ahí, aunque no todas las universidades son así y Zabdiel aún no me ha dicho en cuál estará.
- No puedo estar tranquilo, ¿que pasa si me lo encuentro?, ¿debo actuar como si no lo conociera?, ¿Debería saludarlo y presentarme?
- Solo actúa normal, todo estará bien y para tu suerte, me tendrás contigo para poder molestarte y hacerte sentir bien - dice orgulloso.
- ¡¿Eso quiere decir que irás a la misma universidad que yo?!
- Si niño, no te vas a librar de mí tan fácil
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Justo a las 7 estaba en la entrada de la escuela, mi padre me había traído y tenía que guardar todas mis cosas en la que iba a ser mi nueva habitación, solo eran algunas cajas así que las podía llevar yo.
Estaba por terminar de acomodar cuando mi celular empieza a sonar.
- ¿Que pasa, ya llegaste?
- Si, empezaré a llevar mis cosas a la habitación, ¿Tu ya lo hiciste?
- Casi termino, solo arreglo algo y te iré a buscar, ¿en qué parte estás?
- En el edificio A cuarto 17.
- Bien en un rato te veo.
Colgué la llamada y me dispuse a arreglar mi lugar especial, algunas fotos de Joel y un regalo que jamás le di.
