Zabdiel nunca se preocupó por llevar a las chicas con las que salía a un lugar especial, realmente no era algo importante para él y no le interesaban esos detalles.
Con Christopher es diferente, tiene el restaurant perfecto para su primera cita y quiere que sea su lugar especial, para recordarlo siempre.
– Eres muy molesto, podíamos haber salido otro día.
– Sí, pero no quería –le sonríe y Christopher rueda los ojos– después podemos salir otro día, no te preocupes por eso.
– Idiota.
Zabdiel sigue sonriendo porque aunque parezca que Chris está enojado, en el fondo sabe que no es así.
Su celular empieza a sonar, mira el nombre de su ex novia en la pantalla y pone el altavoz, después de contestar.
– Hola, ¿Pasa algo?
– Hola Zabdi, no has respondido a mis mensajes –dice ella a modo de reclamo.
– Estoy ocupado, sabes que hoy fue el evento –voltea a ver a Chris pero él está distraído, mirando por la ventana.
– Es verdad, tenía muchas ganas de verte pero tú universidad queda muy lejos.
– No te preocupes –habla entrando al estacionamiento– te devolveré la llamada más tarde porque voy a cenar.
– Está bien pero no lo vallas a olvidar, después quiero ver tus vídeos de la presentación, estoy segura de que te vez muy guapo, como siempre.
– Si, nos vemos –ríe un poco incómodo cuando ya se ha estacionado y finaliza la llamada.
Se gira para hablarle a Christopher pero él ya se está bajando del coche y cierra dando un portazo, así que se apura a bajar también.
Está confundido porque ni siquiera lo ha volteado a ver y solo está caminando rápido hacia la entrada.
– La pechuga de pollo suena bien –dice Zabdiel después de ver la carta– ¿tu ya pensaste en algo?
– No tengo hambre.
– Estoy seguro de que no has comido nada, ¿Por lo menos desayunaste?
– No es de tu incumbencia –dice restándole importancia– solo pide fideos para mí.
– De acuerdo.
Después de ordenar la comida se queda callado, porque ahora parece que Chris está enojado de verdad y no sabe porqué.
Se pone a jugar con la servilleta porque tampoco sabe qué decir y Christopher parece estar analizando todo lo que hace, como si estuviera esperando algo.
– ¿No tienes nada que decirme? –pregunta Chris sin poder seguir conteniéndose.
– Es que no entiendo porq... –se calla cuando algo hace click en su mente y finalmente cree saber lo que pasa.
– Eres idiota –dice cruzando los brazos pero su expresión cambia cuando ponen la comida frente a él.
– Ella es mi ex novia pero somos amigos y está acostumbrada a llamarme y mandarme mensajes, no le he dicho nada porque no quiero ser malo, pero realmente no hay nada.
– Ella podría pensar otra cosa.
– Tienes razón, voy a aclararlo, porque me gusta otra persona y no quiero que piense mal.
– Bien –responde empezando a comer.
– Está sentado frente a mí comiendo fideos –habla tranquilo y Chris empieza a atragantarse, poniéndose rojo al instante.
El camino de regreso es tranquilo, aunque ninguno de los habla mucho, están disfrutando de la compañía.
Hasta que el celular empieza a sonar de nuevo.
– ¿Qué pasa? –pregunta después de poner el altavoz.
– No me devolviste la llamada.
– Estoy ocupado.
– Tienes muchas tareas –dice afirmando.
– En realidad, estoy en una cita con alguien –aclara mirando a Christopher que gira los ojos.
– ¿Una Cita?, ¿Estás saliendo con alguien? –pregunta enojada.
– Sí, voy a empezar a salir con esa persona –sonríe y cuelga la llama cuando ella empieza a gritar.
– Yo no he dicho que sí –le dice Christopher enojado.
– Pero tampoco me has dicho que no.