ErickEl primer día nos dejan conocer toda la escuela, así que trato de centrarme en eso, Zabdiel está emocionado porque al parecer, cada año eligen a un Moon y Star, algo así como rey y reyna de la universidad, yo no sirvo para eso así que no le tomo importancia.
– ¿Estás listo para el primer día?
– Eso creo, sabes que soy muy inseguro.
– Te irá bien enano, solo deja que las cosas fluyan y en el descanso, te pasaré a buscar.
– Está bien, nos vemos mañana Zab, descansa.
Sacudió mi cabello y lo ví alejarse hacía las escaleras del edificio donde está su habitación, yo estoy en el edificio de al lado, el B y tengo que subir cuatro pisos, me dijeron que había problemas con el ascensor y aún no los arreglaban.
Después de algunos minutos, al fin había llegado al piso donde se encuentra mi habitación, iba quejándome y arrastrando los pies cuando lo veo, Joel está parado justo frente a mi puerta con una chica, ella se da cuenta de mi presencia y voltea a mirarme.
– Debes ser un chico nuevo, ¿No?
– Si
– Mi nombre es Samantha, soy la Star del año pasado y él es Joel, es el Moo...
– Podemos solo entrar a estudiar, estoy cansando y ya quiero irme –habló Joel de repente.
– Claro, si tienes alguna duda o pregunta sobre algo me puedes decir –dijo refiriéndose a mí.
– Gracias –dije sin saber que más agregar.
Entré rápidamente a mi cuarto y me quedé junto a la puerta, él me ignoró completamente.
No quería pensar en lo que probablemente iban a estar haciendo, aunque él dijo que iban a estudiar, así que solo tengo que dejar de pensar en eso y concentrarme en algo más, por suerte traje algunos libros.
Después de una media hora escuché como habrían la puerta y no pude evitar levantarme e ir corriendo a la puerta. La abrí solo un poco muy despacio y pude escuchar lo que estaban hablando.
– ¿Seguro que no te puedes quedar Joey? –preguntó haciendo un puchero.
– No, no puedo, tengo que irme.
– Está bien –habló no muy convencida– nos vemos mañana, buenas noches –se acercó y le dió un beso en la mejilla, para después entrar a su cuarto.
Y yo pensé que quizá podía llevarme bien con ella, no la culpo, Joel debe tener muchísimas personas detrás de él y ella es muy bonita, hasta creo que podrían hacer una lind...
– ¡Oye tu! ¿Acaso estás espiando?
Cerré rápidamente la puerta con el corazón acelerado, como puedo ser tan tonto y para quedarme ahí.
– Abre la puerta niño, me estabas espiando –dijo tocando muy fuerte.
Me deslizo lentamente hasta quedar sentado y cierro fuertemente los ojos, ¿porqué me tiene que pasar esto a mí?
– Abre de una vez – ahora está pateando– mañana te voy a buscar y te encontraré niño– dijo y los golpes cesaron.
Se fue, al fin lo hizo, temía que partiera la puerta o algo así.
Me levanto después de un rato y suspiro, sin duda no fue un buen comienzo y Zabdiel se va a reír de mí.