| People (Rubegetta)

Capítulo 2 - Atención

Caminando por la escuela iba pensando en cómo pedirle a Alejandro la ubicación del lugar en donde la mayoría de su curso estaría. Aunque también podría optar por no asistir e ir a otro lugar a estar tranquilo, pero bueno, lo dicho hecho está. Tampoco iba a mentirle a su madre.

Llegó al aula donde se encontró con sus demás compañeros de clase hablando en grupos, ya que todavía no llegaba el maestro. Rubén se ubicó en su sitio sólo como siempre y se distrajo con su celular.

Mientras miraba publicaciones en su teléfono veía de reojo a Alejo y Miguel que estaban hablando junto con otros 4 compañeros. Se veían muy alegres y animados manteniendo la conversación. Rubén esperaba el momento en que solo se encontrará Alejandro para preguntarle sobre la dirección.

Al llegar el maestro todos comenzaron a ubicarse en sus sitios para poner atención a la explicación. Clase de historia. La "favorita" de Rubén.

En vez de poner atención a la clase comenzó a idealizar en su cabeza alguna forma de acercarse a Alejo. Quizás si le preguntará sobre algún trabajo desvíando el tema después a la fiesta, o hablándole algo sobre alguna clase o simplemente preguntarle la dirección sin complicaciones. Tal vez si...

- Doblas por favor continúe la lectura. - Dijo el maestro mirándolo.

La petición lo tomó por sorpresa al pobre Rubén. Ni siquiera había abierto su libro en donde estaban leyendo.

- Yo... - Rubén comenzaba a tener un ataque de nervios. No sabía qué decirle a su profesor. - Lo siento... No estaba atento.. - Dijo agachando la cabeza a su pupitre.

Algunas risas se escucharon mientras que sentía las miradas de sus compañeros clavándose en todo su ser. Era una sensación desagradable para él. Sentía que en cualquier momento iba a llorar y salir corriendo del lugar.

- A la próxima por favor al menos trate de verse algo más animado por la clase siguiendo la lectura.

- Lo haré.

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Llegó la hora del almuerzo así que todos salieron del salón. Rubén como siempre salía de último hacia el patio de recreo.

Después del pequeño percance se sentía muy humillado como para siquiera preguntarle a Alejo directamente. Prefiriría quedarse en casa a pesar de haberle dicho lo contrario a su madre. Ya nada le importaba.

Mientras comía en una mesa en donde un gran árbol lo protegía del sol y daba una agradable sensación Alejandro y Miguel comenzaron a acercarse hacia él.

- Disculpa. - Dijo primero Miguel, el chico con gafas. - ¿Está ocupado?

Rubén los observó por un determinado tiempo. Luego miró a su alrededor mirando que ya no existían otras mesas con algún lugar disponible y que la de él era la única con lugares para sentarse.

- No para nada. - Dijo Rubén volvieron su mirada a su almuerzo mientras los 2 chicos se sentaban al frente suyo.

Era extraño. Es la primera vez que alguien lo estaba acompañando en la hora del almuerzo. Aunque en realidad solo lo habían hecho por qué no habían otros lugares.

Pero aún así era agradable tener compañía de personas.

Los 2 chicos comenzaron a hablar sobre algunos trabajos finales que deberían realizar para pasar sus materias.

- Te lo digo, me ha costado un montón terminar mi ensayo final de literatura. Y ni hablar del examen de matemáticas. No se por dónde empezar a estudiar tío - Decía el chico con gafas. - No sé que hacer.

- Tal vez si le pides ayuda a Guillermo... El sabe mucho - respondió Alejo.

- Si. Sabe mucho cómo reprobar 3 materias. - Dijo con gracia Miguel.

Rubén se sentía algo fuera de la conversación. Comenzó a tratar de terminar rápido su almuerzo para irse asi sea a la biblioteca a leer. Pensó eso hasta que Alejandro lo trajo a la realidad

- Oye Rubén ¿Tu eres bueno para literatura, verdad?

- Pues...

- ¡Si! ¡Es verdad! Fuiste uno de los que mejor calificación tuvo en el curso de literatura. - Dijo Miguel con alivio. Suplicándole siguió - Necesito que por favor me ayudes con este ensayo.

Si. Definitivamente este día iba a ser el más raro del mundo. En su vida alguien le pidió ayuda para algún trabajo. Pero no quería ser grosero y negarle la ayuda. Además de que lo haría ver cómo una persona grosera si no lo ayudaba.

- Bueno está bien. - Dijo Rubén aún con sorpresa. - Si quieres quedamos hoy en tu casa para hacerlo.

- No. Hoy en mi casa hay una fiesta... - Dijo Miguel.

- Hey ¿Al final qué decidiste? Si nos puedes acompañar o terminantemente tienes que estudiar... - Dijo Alejandro a Rubén como si automáticamente le llegase el recuerdo de la conversación de ayer.

Rubén no entendía cómo es que por fin salió a la luz la conversación sobre la fiesta. Era casi como un milagro. Después de haber pensado 1000 opciones para tratar de hablar sobre el tema para que al final solo saliera por sí solo.

Quizás sólo debería ser más relajado. Como ellos

- Oh si. De eso te quería hablar. - Dijo Rubén con una risa incómoda. - Decidí que sí iré. Te iba a preguntar la dirección.

- ¡Genial! Nos alegra que quieras ir. Si quieres nos sigues después del colegio para ir todos juntos a la casa de Mangel. - Dijo Alejo.

- ¿Mangel? - preguntó Rubén.

- Ese soy yo. - Dijo alegremente el chico de gafas. - Y al él lo puedes llamar Alex - Dijo señalando al de su lado -¿Entonces nos quieres acompañar?

- Eh... Sí claro. - respondió Rubén.

El chico más incómodo por la socialización acababa de aceptar una invitación a una fiesta. Y se sentía como si hubiera triunfado o alcanzado un logro en la vida. Por fin se sentía una persona normal y hasta apreciada.

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Al terminar el colegio los 3 chicos fueron juntos hacia la casa de Mangel. No estaba muy lejos del instituto así que era sencillo llegar.

Rubén ahora no sabía que decir o si debía hablar sobre algún tema en común. Todo estaba pasando tan rápido para él que no sabía cómo manejar la situación. Caminaba atrás de ellos mientras tenían una conversación.

- Te lo digo. El episodio 7 es el mejor que pude haber visto. - Dijo Alex hablando claramente de su gusto hacia la saga Star Wars.

- Pero qué dices. En definitiva el episodio 5 es el mejor. - Le respondió Mangel. - ¿Tú qué opinas Rubén? - Dijo volteándose a ver al chico de tez clara.

- La verdad no.. sé de qué hablan. - Dijo algo ruborizado Rubén

- ¡Qué! - Dijo Alex hacia Rubén con cara de sorpresa. - Tenemos que vernos todas las películas. Es obligatorio. En mi casa.

- Está bien. - Dijo Rubén con una risa. Esto de sentirse apreciado le estaba cayendo bien. Era la primera vez que se reía con alguien.

- Bueno llegamos. Sientanse como en casa caballeros - Dijo Mangel abriendo la puerta de su casa, dejando pasar a los 2 chicos. - Ahora a organizar y a celebrar.