Capítulo 14 - Depresión

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Las palabras, son las peores armas del odio. Te penetran hasta el alma y no sabes cómo manejarlas. Solo se quedan ahí, en tu mente, aguardando en el peor momento posible para hacerte sentir mal.

Pero luego están las buenas palabras, aquellas que lamentablemente no recordamos y que decimos difícilmente. Esas palabras buenas son tan especiales por qué provienen del corazón, el lugar más vulnerable de los seres humanos. Esas palabras son las que deberíamos repartir en el mundo: un acto sincero de amor trae otro.

Ya era martes por la mañana. El sol apenas estaba saliendo para dar comienzo a un nuevo día pero Rubén no estaba dispuesto a levantarse. Pensó un momento si de verdad valdría la pena asistir hoy a la escuela. La verdad es que no quería. Su madre ya se había ido a trabajar y le daba la libertad a su hijo de ir o no a la escuela bajo sus consecuencias. Al tener 17 ya era alguien bastante maduro.

Optó por no ir. Se quedó en su cama y le mando un mensaje a Mangel diciéndole que no quería ir a la escuela. El de gafas por supuesto le insistió en ir pero no logro convencer a Rubius. Él quería un descanso de todo lo que pasó ayer.

Volvió a dormirse y se levantó a las 8 de la mañana. Bajó a la cocina y desayunó. Aprovechó y les dió a sus gatos comida enlatada que gustosos se la comieron, más el amarillo.

Mientras se preparaba unos pancakes notó un mensaje de WhatsApp en su teléfono de un nuevo grupo: "lectores".

Lanita te ha unido al grupo "🖤lectores🖤"

Lanita: ¡Buenos días grupo! 😚👌♥️ Les presento a Rubén, un nuevo integrante.

Lanita: Para este viernes todos deberán traer el libro que más les haya gustado para compartirlo en la reunión. Álvaro se encarga de traer botanas junto con Raúl. La reunión será en mi casa después de clases. ¡Gracias!

Raúl: ¿Y por qué no mejor que traiga comida el nuevo? 🤔

Lanita: Porque no. Ya está decidido ☺️

Álvaro: ¡Yei! ¡Integrante nuevo!

Rubén cerró la conversación y se dispuso a ver una película en la sala de su casa.

☁️

Samuel estaba en su casa terminando unos ensayos y trabajos de la universidad, hasta que sonó su teléfono. En el contacto decía "Elyas".

— Hombre compañero ¿cómo estás?— Preguntó animado Samuel. Elyas era uno de sus mejores amigos de la facultad de medicina.

Aquí agustísimo con mi familia ¿Qué tal tu?

— Aquí terminando el proyecto final de semestre. Me tiene agotado.

Igual. Bueno ¿Cómo han estado las cosas con tu familia?

— Han estado... Normales si.

¿Y haz pensado en el asunto con Silvia?

— No la verdad... Ni siquiera la he llamado desde el domingo. Aunque parece que no quiere volver a tocar el tema.

Pues bueno, tampoco es que la dejes ilusionada.

— Claro claro.

Bueno te dejo. Me llamas si algo.

— Vale. Hasta luego.

Colgó. Se levantó de la silla de su escritorio y se estiró un poco. De por sí estaba agotado por todo el trabajo que requería la universidad, pero además tenías que ocuparse de muchos asuntos de su vida, como su hermano por ejemplo.

Apenas recordaba ese momento en donde su hermano lo miraba triste por tener que irse a otra ciudad a hacer su sueño de enfermero realidad. Ya con 21 años aún recordaba ese momento y le dolía. Se culpaba por haber dejado solo a su hermano, aunque fuera una tontería hacerlo.

Eran las 11 de la mañana así que optó por ir un rato a un gimnasio. Se vistió y salió de la casa. Caminaba por todas las tiendas y calles del sitio. Su ciudad era un lugar muy bello.

Entró a un gimnasio y se dispuso a primero trotar un rato en la caminadora. Pensativo aún le daba vueltas al asunto de su hermano con las notas, pero a la vez llegó el recuerdo de Rubén. El joven de ojos verdes de cierta manera lo había cautivado, quizás por su torpeza, timidez o por su amabilidad. Era alguien... Interesante.

Samuel no tenía miedo de decir si le gustaba o no, ya que este era bisexual y no tenía miedo de admitir sobre sus gustos, pero no lo tenía claro. Estaba confundido. ¿Por qué él? ¿Por qué siempre lo recordaba a él en específico? No era el más listo, o el más lindo, o el más extrovertido.

Pero de cierta manera, su mirada le hacía perderse en el tiempo.

Qué locura, se dijo a sí mismo.

Luego de casi 1 hora y media de entrenamiento eran la 12:30 de la tarde y tenía bastante hambre. Se bañó, arregló, vistió en el mismo gimnasio y salió en busca de un lugar de algún sitio para comer.

☁️

Al terminar la película Rubén ya tenía hambre, pero no quería cocinar ni tener que lavar los platos después, así que empezó a buscar algún sitio para comer cerca de su casa. Encontró un pequeño restaurante especializado en pasta no muy costoso. Optó por ir allá.

Se fue a bañar, se vistió, cogió sus cosas; teléfono, llaves, billetera y salió de casa.

Caminaba en una tarde soleada con brisa y a Rubén solo le llegaban pensamientos negativos hacia su actitud. Pensamientos hirientes.

Eres un bueno para nada
Das lástima
Solo te quieren por conveniencia
No sirves
Inepto
Cobarde
Egoísta
...

Rubén pensaba que ya había conquistado esos miedos e inseguridades. No entendía por qué aún era un perdedor. Quizás nunca dejaría de serlo... Todo en él estaba mal.

Al llegar al sitio y ocupar una mesa fue atendido gentilmente por una camarera. Este solo respondió fingiendo una sonrisa y recibió la carta.

Su labio comenzaba a dolerle. Rubén al tocarse notó que este comenzó a sangrarle, tendría que ir al baño a lavarse. Era increíble la fuerza con la que le había golpeado, dejándole también algunos moretones pequeños en la cara que se cubría con una gorra para que nadie lo mirase.

Pidió una orden de raviolis rellenos de carne con una limonada y fue al baño después a atender su labio.

En el espejo al verse solo veía a un chico perdedor, que no se atrevía a mirar a los demás por ser un cobarde, que no se quería a tal punto que un idiota lo había lastimado tan fácilmente. Se culpaba de todo. El viejo Rubén había vuelto...

Al salir del baño y caminar unos metros encontró a Samuel entrando al sitio. Este también lo vió y le saludo desde lo lejos con una sonrisa y un gesto de la mano.

Rubén ahora tenía una cara de sorprendido y su corazón latía a mil.








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