| People (Rubegetta)

Capítulo 3 - Existencia

Existir era lo más difícil de asimilar para Rubén. Reconocer que estás ahí, en el mundo, siendo parte de todos los momentos que se te pasan por los ojos, pero que nunca podrás participar en el. Así se sentía cada día que despertaba. Pero todo cambió cuando estaba con esos 2 chicos, cuando decidió hablarles, cuando decidieron acercarsele. Rubén se sentía por fin partícipe de algo: su vida.

Y aunque fuera, según él, solo 2 chicos diciendo groserías por cada vez que morían por jugar en el play, Rubén se sentía feliz.

Y ahí estaban. Los 3 chicos sentados en la sala jugando mientras esperaban que llegasen las personas. Habían salido hace poco para comprar bebidas y comida. Ya tenían todo listo.

- ¡Mierda! - Exclamó Alex al perder de nuevo la partida.

- Buena esa - Dijo Mangel. - Bueno yo iré a la cocina, que muero de hambre ¿Alguno quiere algo?

- Paso. - Dijo Alex volviendo su mirada hacia el televisor.

- ¿Rubén? - Preguntó el de gafas.

- Estoy bien, gracias. - Dijo sonriéndole.

Rubén empezaba a sentirse cómodo con todo esto. Hasta que comenzaron los nervios por la fiesta que se aproximaba en breves minutos. En ese momento cayó en cuenta de sus nulas habilidades de conversación. Se tensó por la idea de hacer el ridículo en frente de todos y ahí si que sería un infierno la escuela. No sabía que hacer, comenzaba a inquietarse, a perder el control. Pensó en varias excusas para evitar ahora la fiesta a que accedió ir por su cuenta. Su mente era un caos.

- ¿Rubén?

Los ojos del más alto comenzaron a llenarse de lágrimas, estaba temblando y su garganta de cerraba. No quería hacer el ridículo. No quería llorar. ¿Acaso quería en primer lugar esa fiesta? ¿Era necesario someterse a eso?

- Rubén...

Ya no aguantó más. Le diría a Mangel que tenía que irse. Que su madre lo llamó. Que debía irse de inmediato. Lo que sea para no estar en ese penoso momento.

- ¡Rubén! - Lo trajo devuelta a la realidad Mangel sacudiéndolo del hombro - ¿Qué coño te pasa? Estabas sudando y te ví llorando... ¿Estas bien? ¿Llamo a una ambulancia?

Rubén volteó a ver a Mangel casi sin respiración. Luego miró a Alex que lo veía a él con susto.

- Yo... - Trató de hablar Rubén con su voz ronca por el apricionamiento de su garganta. - No sé...

Mangel se sentó a su lado ofreciéndole un vaso con agua que Rubén tomó con gusto. Alex se volteó para verlo de frente.

- Lo siento. - Dijo Rubén secándose las lágrimas con su manga. - No quise hacer una escena, es solo que...

- Venga dilo ¿Algo te molesta? ¿Te sientes mal? - Trató de animarlo el de gafas.

- Puedes decirnos. No le diremos a nadie. - Habló Alex.

Rubén lo pensó por un largo minuto si debería soltar lo que sentía en toda su vida a estás 2 personas que apenas entablaron una conversación con él. Finalmente lo soltó.

- Nada. Solo que... Es mi primera fiesta y... - Trataba de explicar mientras se trataba de relajar. - Tengo miedo a cagarla.

Los 2 chicos se miraron incrédulos. No sabían que decir. Y Rubén, el pobre no sabía cómo lo tomarían, si como un lunático o como un estúpido.

- Venga hombre, no te pongas así. Estaremos contigo sin importar que. - Dijo Alex.

- No te sientas incómodo. Mira. Puede que sea tu primera fiesta a la que asistes así que puedes o no irte. Es tu decisión. No te obligaremos a estar en algo que no quieres. - Dijo de forma sensata Mangel. - Pero si decides quedarte te prometemos que estaremos a tu lado en todo momento.