Después de la fiesta Mangel acompañó a Rubén hasta su casa. Mientras conversaban amigablemente sobre videojuegos y películas notó que tenían varias cosas en común y eso lo alegro. Llegaron a la puerta de la casa.
- ¿Entonces vienes mañana a mi casa pa' ayudarme en mi ensayo? - Preguntó Mangel mientras Rubén sacaba sus llaves.
- Si claro. - Dijo el más alto esbozando una sonrisa
- Genial. Si quieres te anoto mi número.
Rubén con gusto sacó su celular y se lo entregó al de gafas para que se anotara. Luego Mangel saco su teléfono y escribió el número de Rubén.
- Nos vemos mañana. - Se despidió Mangel agitando su mano.
- Hasta luego.
Rubén al entrar en casa notó que su madre lo esperaba. Tenía una expresión de seriedad. No esperaba que su hijo llegase tan tarde a la casa.
Después de que su madre le advirtiese de los peligros de la noche y de que debía mantener una comunicación constante Rubén subió a su cuarto. Se cambió y se dispuso a dormir mientras miraba el contacto de Mangel en su celular. Era la primera vez que tenía el número de alguien más que no fuera su familia. Esa noche lo abatieron demasiadas emociones, dejando su mente en caos. Pero un tipo de caos agradable, genuino y humano. Por fin había tomado rienda en su vida.
A la mañana siguiente se levantó de su cama con un mensaje en su teléfono. Era de Mangel.
Ven a mi casa a las 2 de la tarde. Te invito a almorzar.
Vale. Estaré a esa hora.
Se levantó y bajó a la cocina a preparar su desayuno. Su madre tuvo que irse a atender unos asuntos en el trabajo así que tendría en la mañana y parte de la tarde la compañía solo de sus gatos.
Al terminar de desayunar subió a su alcoba a terminar las tareas y proyectos encargados para esa semana. Aunque no lo pareciese Rubén era un estudiante responsable. Lo hacía nada más para no traerle problemas de la escuela a su madre, pero a veces si que se esmeraba por trabajos que le llamasen la atención.
Después de terminar sus deberes organizó todo lo que necesitaría con Mangel para su trabajo, se bañó, vistió y bajó a la sala a jugar un rato en el play mientras esperaba a que fuera la 1:30. Sus gatos lo acompañaban recostados en sus piernas.
Rubén amaba a sus gatos. Uno de ellos era una gatita de color negro con manchas blancas que tenía una mirada fulminante. El otro era un poco más gordo, de color amarillo y con una mirada más dulce. Ellos eran la única compañía que tenía. Y para Rubén él tener una mascota era lo mejor, por qué no discutían con él y no lo juzgaban. Solo lo acompañaban.
Mientras acariciaba con ternura al más gordo de sus gatos vió que ya era hora de partir. Recordaba el camino hacia la casa de Mangel así que no sería un problema el perderse. Se puso sus audífonos, tomó su morral y salió de la casa.
Era una tarde bastante soleada, con nubes pequeñas tratando de cubrir el cielo celeste. Era un bello día. Mientras caminaba Rubén dejo que las emociones de esa noche lo hicieran sentir vivo. Ahora miraba las calles, tiendas, señales, autos y hasta las personas con cierta aura de tranquilidad y alegría, como si nada malo pudiese pasar. Sentía que su vida tomaba con cada paso que daba más color. Le alegraba eso.
Paró un momento esperando a que los autos se detuvieran para poder cruzar una calle y de la nada salieron de una tienda de comestibles los 2 chicos del incidente de la cerveza. Hablaban y se reían. Rubén no les prestó atención y solo se quedó en silencio esperando.
Al parar los autos con el semáforo Rubén cruzó la calle al lado de los 2 muchachos. Era algo incómodo para el considerando el pequeño desliz que tuvieron pero no era algo para que preocuparse. Siguieron ese trayecto juntos por unas 3 cuadras más y ya Rubén comenzó a caminar más rápido.
En 3 minutos ya había llegado a la casa de Mangel gracias a su caminata rápida. Tocó el timbre y al rato abrió la puerta su amigo de gafas.
- ¡Eh! Buenas Rubén
- Hola. ¿Qué tal? - Dijo el más alto
- Pensé que vendrías más tarde. No pensaba que fueras tan puntual.
Rubén soltó una risa incómoda mientras se rascaba la nuca. No quería parecer desesperado ante los ojos de Mangel.
- Bueno... Mientras podamos terminar ese trabajo desde temprano mejor ¿No? - Se excusó el más alto para no quedar mal.
- Qué es broma. - Río Mangel al ver a su amigo nervioso. - Ven entra.
Mientras entraba a la casa y Mangel le daba paso notó la llegada de su vecino de al frente con un amigo.
- ¡Guillermo! ¡Buenas! - Gritó Mangel desde la puerta atrayendo la atención inmediata de Rubén.
- ¡Hombre, Mangel!
Rubén cuando volteó a mirar hacia la persona que saludaba su amigo se percató de que eran las mismas personas que caminaban a su lado. Las mismas que derramaron cerveza en su uniforme. Las personas que lo hicieron sentir incómodo.
Los 2 chicos se acercaron a la puerta de Mangel para saludarlo. Rubén pudo detallarlos un poco mejor.
Se percató de Guillermo, el chico también iba a su clase y no era uno de los más inteligentes a su parecer. Tenía el cabello negro con ojos rasgados, era de piel blanca y de una estatura promedio, que para Rubén midiendo 1.90 era algo bajo. A su lado había un chico que no reconocía. No lo había visto en el instituto.
Mientras Mangel hablaba amigablemente con Guillermo Rubén detallaba con impresión al acompañante de este.
Era un muchacho de cabellos castaños y ojos color almendra. De piel morena y cuerpo bien tonificado. Rubén se impresionó al instante. Era un muchacho que para él le traiga un aire de seguridad impresionante. Y la forma con la que sus ojos se encontraron con los de él le hicieron sentir un escalofrío hasta los pies. Al segundo Rubén bajó la mirada avergonzado. Era la primera vez que le pasaba eso y se sintió confuso ante eso. ¿Cómo era posible que con la sola mirada de este chico le hiciera sentirse así? ¿Acaso era su aura? ¿Su cuerpo? ¿Sus ojos? ¿Qué carajos tenían esos ojos para ponerlo de esa forma? Sus ojos le eran bellos claros, pero él solo pensar eso volvió la incomodidad.
Cuando tuvo su tiempo para hablar supo la identidad del hombre del pañuelo.
- Les presento a Samuel. Es mi hermano y pasará unos días conmigo - Dijo Guillermo presentando a su acompañante
- Un placer. - Dijo el moreno dedicándole una sonrisa a Mangel y Rubén.
![](https://img.wattpad.com/cover/212582523-288-k187209.jpg)
ESTÁS LEYENDO
| People (Rubegetta)
Fiksi PenggemarFecha de publicación - 27 de enero 2020 Fecha de finalización - 23 de Julio 2020 _°_°_°_°_°_°_°_°_°_°_°_°_°_°_°_°_°_°_°_°_°_°_°_ El ser humano siempre estará predispuesto a mantenerse en comunidad, se quiera o no, solo por que así se puede subsistir...