"No Pierdas La Fe"

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—Bien, iremos nosotros, uno de los dos regresará si es seguro, sino lo es estaremos de vuelta los dos.-dijo Rick, se llevó a Glenn con él.

Los demás esperamos todo el día para saber si aquel lugar era seguro y si aquellas personas eran buenas.

—¿Crees que sea buena idea?—me dijo Daryl. Estábamos sentados afuera del molino en la luz del sol.

—Tal vez, si Aaron tenia fruta fresca creo que es buena idea, de todas formas no tenemos mucho que perder.

—No lo se, no me da buena espina.

—Y eso es bueno, sin eso estaríamos muertos. No me molestaría pertenecer a una comunidad y empezar de nuevo, ¿sabes?.-lo miré de reojo.

—Me encanta la idea de empezar de nuevo contigo, a tu lado.

—Podríamos, incluso formar una familia...-rápidamente me volteó a ver, yo me atreví a mirarlo también.

—Suena excelente si es contigo.

Nos besamos unos segundos, disfrutando del silencio y de nuestro espacio juntos.

—Y si este lugar es seguro de caminantes no habría problema en que Hershel recibiera al bebé.—tome sus manos y las entrelazamos.

—Lo sé, pero... Tampoco hay que confiarnos, Judy.

—Lo sé, simplemente extraño lo que se siente tener un hijo, ya ha paso más de un año o incluso dos y nunca supe nada de Tyler...

—Tranquila, quizá siga con tu padre o con su papá... No pierdas la fe.— su mano llegó a mis cachetes y quitó las lágrimas que había derramado sin darme cuenta.

Me abrazó y quedamos así un rato hasta que vimos que venía Glenn junto a Aaron, Rick habia decidido que era seguro. Daryl entró a decirle a los demás y en un siantamen ya estaban todos listos para irse. Seguimos a Aaron hacia la camunidad, estaba nerviosa y para quitarme los nervios tomé de la mano a Daryl, la apreté fuertemente y él solo me veía extraño, no entendía lo que sentía, llegamos a una reja bastante alta y alguien la abrió al ver a Aaron, nos dejaron pasar y nos guió hasta una casa grande y Rick salió de ella con una señora grande, se nos acercó y se presentó.

—Hola, bienvenidos. Soy Deanna Monroe. Esto es Alexandría.—nos estrechó la mano a todos, olía muy bien. —Les haremos unas preguntas y luego les daremos unas casas para que puedan alojarse y descansar, sino les molesta por seguridad nadie trae consigo armas.

Tuvimos que entregar cada una de nuestras armas, mi arco ya lo había perdido hace un tiempo, solo eché mi hacha a la caja que un tipo traía en manos, también dejé mi cuchillo y la única arma de fuego. Todos esperamos a cada uno en su entrevista, se nos fue el día así.

—Daryl, tu turno.— se levantó y se fue de mi lado, después llegó y me tocó a mi pasar.

—Siéntate.— me señaló una silla enfrente. —Muy bien, Judy, ¿verdad?

—Es Judith... Pero como somos dos entonces si, Judy.

—Excelente, cuéntame a que te dedicabas antes de todo esto.-ella me miraba y había una cámara grabando todo, ya nos habían dicho así que no me incomodé.

—Daba clases de literatura en una secundaria. Era madre soltera, vivíamos con mis padres.

—¿Qué puesto ocupas en tu grupo?

Matar, pensé.

—Proteger al grupo, ir a cazar a buscar provisiones y ayudo en lo que pueda, pero sobre todo es salir a buscar.

Crows |Daryl&Tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora