Crows |Daryl&Tú|

"Necesitarás Una Silla De Ruedas"

Todos estaban listos para irse, estaban algo emocionados por la bienvenida. Estaba ansiosa por regresar con Daryl.

—Vamos.— me dijo Daryl, tomó mi mano y salimos con el resto de la gente.

Todos se veían animados, ya era de noche y no había mucha luz para no llamar la atención de afuera. Tomamos algunos tragos de ron que nos ofrecieron, después unos bocadillos. No habia llegado demasiada gente pero la que había estaba feliz, Deanna nos saludó y luego se fue.

Estaba en una mesa comiendo unos bocadillos cuando llegó Daryl y me tocó una pompi.

—¡Oye! La gente te verá.—le di un empujón.

—Me aseguré de que nadie nos mirara. Tranquiliza tu paranoia.

—¿Y si nos vamos ya?

Me tomó de la mano y me llevó hacia la casa, pero un Rick enojado nos paró.

—Judy, Daryl.—comenzó —¿Ya se van?

—Si, no es lo nuestro.—le contestó Daryl.

—En ese caso, ¿pueden llevar a Carl y vigilarlo por mi?

Carl estaba serio, enojado y mis esperanzas cayeron.

—Pero, aun es muy temprano, viejo. Déjalo divertirse un rato más.—dijo Daryl y le guiñó el ojo a Carl y él solo sonrió.

—Por favor papá—rogó Carl.

—Está bien,  cuando yo me vaya te vas conmigo.

—Te quiero.—Carl salió corriendo a un grupo de chicos.

—Nos vamos, entonces.

—Esperen... ¿Pueden...?—señaló a Judith qué traía en brazos. La cargué y nos la llevamos.

—Estará bien.

Contestó por último Daryl y nos fuimos directo a la casa, por la tarde Michonne dejó unos preservativos en el baño de nuestra habitación, así que agradecí por eso, dejé a Judith en su cuarto y cerré con cuidado. La habitación estaba a un lado del nuestro, entonces escucharíamos si lloraba o algo, Daryl desapareció cuando dejé a Judith, entré al nuestro y ahí estaba parado sin ropa, viéndome serio y con una mirada que me hizo sentir que volaba.

Cerré la puerta detrás de mi, caminé a él y salté sobre sus caderas rodeando su cuello con mis brazos, empezamos a besarnos apasionadamente y entrábamos en calor al mismo tiempo, me cargó hasta la cama y me aventó, quitó mis zapatos y luego mi pantalón y yo mi blusa y lo demás. Se puso encima de mi para volverme a besar, mi ropa interior voló por la habitación. Sentí su pene erecto rozar por mi cuerpo que me hacia sentir más acalorada.

El cuarto de convirtió en gemidos, movimientos y amor, pasión, lujuria y enredos por toda la cama. Daryl jugaba con mis pechos, duró ahí un tiempo mientras que yo sentía derretirme, tomé su cara para besarlo, de repente su pene entró en mi y me hizo gemir fuertemente, después salió y volvió a entrar varias veces hasta que llegué al orgasmo.

—Aaaahhh.... — gemí casi en un grito, con solo estar con él me hacia sentir como que valía la pena.

Después metió sus dedos y debo decir que lo hacía bastante bien, cada movimiento era suave y rudo a la vez, pero me hizo gemir mucho más y lo disfrutaba, dejé a Daryl debajo de mi y brinqué encima de su miembro muchas veces, me sentaba y movía mis caderas, oía su voz en gemidos suaves y luego más fuertes, hasta que se vino en mi, dentro y me sentí exitada, un miniorgasmo al mismo tiempo tuve con él.

Me recosté a un lado de él, nuestras respiraciones estaban agitadas, estaba feliz. Nos cobijamos, me abrazó y me dijo.

—¿Judy?

—¿Si?

—Necesitarás una silla de ruedas...

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Ambos sabían que estaban destinados a estar juntos, cuando tuvieron su momento de soledad y pasión, se dieron cuenta que no podrían vivir sin el otro, tuvieron esa convicción de que no todo es malo, que sin importar la situación que se vive afuera no es malo amar.

Su noche empezó lentamente, besos por aquí, besos por allá y nada los detenía. Han vivido tantas cosas juntos que sienten que se conocen de siempre, esta noche sus cuerpos desnudos se conocían entre si bajo las tinieblas de la noche haciéndose uno solo frente a las estrellas, no solo era conseguir placer personal sino que buscaban dar lo mejor al otro. Sus cuerpos se sincronizaban de un lugar a otro y de pronto se convirtió en un lugar lleno de alta voz, de altos sonidos de placer. Pero lo importante no era tanto lo físico, sino la pasión y el amor que se tenían y sin duda eso era la chispa de toda exitacion, el amor que se tenían por el otro.

Pasaron segundos, pasaron minutos e incluso horas y seguían disfrutando de su pareja, no querían despegarse jamás, emocional y físicamente. Sus mentes y cuerpos se entrelazaron e hicieron de su noche una orquesta de emociones.

—Eres tan perfecta...

Dijo Daryl cuando terminaron y recuperaron el aire, miraban el techo mientras que respiraban profundo, él estaba convencido que ella era la mujer indicada, era la persona que llenaba su ser y estaba convencido de que quería pasar el resto de sus días al lado de ella. Pero lo que no saben es que nada dura para siempre.

Ella pensaba igual, pensaba que todo estaría bien para siempre y que empezarían una nueva vida. Creía que el cuerpo de Daryl había sido tallada por los mismos dioses del Olimpo, estaba feliz de haber encontrado a alguien tan especial.

—Te amo.

Le contestó, sus palabras eran reales, del corazón y sabemos que no fue por su noche de pasión, desde siempre lo amaba, pero lo de esta noche fue... Fue diferente, fue el día en que la chispa de su amor se volvió en un incendio llevándose todo a su paso, la pasión, el deseo.

Decidieron dormir el resto de la noche, abrazados y con el corazón pleno, descansando porque habían dado lo mejor de ellos.

Sin duda, fue la mejor noche de sus vidas.

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¿A caso creyeron que leerían porno?

No pude evitar dejar salir el lado Romántico. algún día les pondré detalle pero por ahora estoy feliz por el resultado. Ustedes son libres de imaginar... De verdad lo hice con amor.

⭐⭐⭐