"No Me Dejes, Otra Vez"

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Aquellas personas que llevó Carl a la prisión tenían una mujer mordida, ya estaba a punto de morir. Uno de ellos, Tyresse, era muy agradecido y amable cuando los demás se portaban agresivos. El sol empezaba a bajar, enterraron a su mujer junto a los demás muertos, Axel y su amigo les ayudaron a cavar. Cuando al fin llegó la noche y Rick no regresaba con los demás me entró el pánico, ese pánico qué no había sentido desde hace mucho tiempo.

Quedé sola en el patio esperando ver la luz del carro pero no veía nada, Dale se sentó a un lado mio, encendió un cigarrillo. Voltee a verlo, me ofreció uno y acepté. Nadie decía nada solo fumabamos. Hubo silencio por mucho tiempo esperando con calma que llegaran a salvo y completos, pero no llegaban.

—Ve a dormir, yo ya tomé una siesta. Me quedaré.—me dijo, acepté porque realmente estaba cansada.

—Gracias, cualquier cosa me despiertas.

Levanté mi trasero de aquella reja y me metí al pabellón, todo estaba oscuro y silencioso, solo se escuchaban suspiros y respiraciones profundas debido a que todos dormían como bebés.

Me recosté en la cama de mi nueva habitación, suspiré, cerré los ojos y por fin pude dormir sin llorar, estaba tan completa. No puedo explicar como me siento exactamente, realmente Daryl llena un gran espacio en mi interior, no quiero que siga así porque si algún día se va o muere no se que haría sin él, no quiero se una persona dependiente a alguien en una vida tan asquerosa como ésta, no aguantaría su muerte..

×+×+

Entró el sol por las ventanas, abrí los ojos, me puse mis botas y salí de la celda, todos estaban en la parte donde comían y eso hacían, estaban con las demás personas que recién habían llegado.

—Buen día.

Llegué diciendo y todos me respondieron. Tomé asiento y me dieron una especie de sopa, estaba rica.

Después de eso salí para esperar a que regresaran los demás y abrirles la puerta rápidamente. Minutos más tarde eso pasó. Cuando todos se bajaron de los carros se fueron directo adentro, Glenn venía realmente herido de la cara, Rick me vio y esperó a que se fueran todos para poderme decir lo que estaba pasado.

—¿Está muerto?— sólo lo solté así, una parte de mi no quería oírlo y otra estaba ansiosa de saber.

—No, no, él está bien. Merle estaba con el gobernador y decidió irse con él, al bosque y sobrevivir por su cuenta. Me dijo que no ha querido a nadie más en la vida que a ti, pero Merle está en la cima.

—Entiendo, entiendo... — mi última palabra fue un susurro. Rick tomó mi cabeza y me juntó a él para que soltara todo, estaba llorando. Acarició mi cabello, creo que entendía mi dolor.

Entramos a la prisión, me secaba las lágrimas qué empezaban a salir lentamente. Rick miró a los nuevos.

—Hola, soy Tyrees y me sería de gran ayuda si usted nos acepta, a portaremos en lo que sea.—quiso estrechar la mano con Rick pero él no la tomó.

—Somos buenas personas.— dijo Sasha, hermana de Tyrees.

—Ya veremos... —Rick susurró, miró hacia arriba y empezó a gritar.

Me asustó, no sabia que estaba pasando en este momento. Hershel mejor les dijo que se fueran rápido para que no les pasara nada. Todos se fueron aterrados por la actitud de Rick.

Cuando Michonne me explicó todo lo que habían vivido ayer cuando se fueron todo tenía más sentido, ahora. Salimos para tomar el sol, Rick estaba en las hierbas, salió a un puentesito y hablaba, hacia gestos rarísimos. Michonne entendió y me dijo que veía algo, alguien. Hershel salió a tomar el sol junto a Maggie y Beth, todos estaban afuera celebrando que Hershel ya tenía más movilidad con las muletas.

Axel llegó a nuestro lado, Michonne fue a hablar con Rick junto a Hershel. Axel me empezó a platicar acerca de su vida en la prisión y como Rick había sido bueno con ellos.

—Han sido muy amabl...— un disparo interrumpió su platica, su sangre cayó en mi rostro, caí al suelo con su cuerpo encima.

Todos estaban bocabajo, desde una torre un francotirador nos disparaba. Axel estaba encima mio y así no me llegaban los disparos. Maggie me habló.

—Corre hacia allá, te cubro.—asentí, corrí cerca de ella y solo escuchaba el zumbido de las balas cerca de mi, me dio un arma.

Con esta dispara al francotirador de la torre, no le podía dar, tomé aire y asomé mi arma y disparé, le di en la pierna y Maggie terminó de matarlo. Rick estaba afuera tirado junto a Michonne y Hershel. Un camión entró y tumbó la puerta, se abrió la puerta de atrás y caminantes empezaron a bajar. Hershel y Michonne estaban ahí, Rick estaba fuera y los caminantes empezaban a llegar por el ruido. Con el visor del arma veía quienes eran los responsables de esto, Martines estaba entre los árboles, otros hombres que conocí también y el gobernador con un parche sonreía sinicamente. Se fue.

Michonne con su espada iba matando a los que estaban ahí y Hershel desde el piso disparaba a los caminantes cercanos. Corrí hacia afuera con Rick, estaba siendo rodeado, al llegar con el arma que me dio Maggie empecé a matar a los más cercanos a Rick. De pronto se me juntaron a mi y aunque me persiguieran, Rick seguía rodeado, pero se las arregló y por ver si seguía vivo tropecé con tres caminantes encima, mi hombro me empezó a sangrar del esfuerzo que hacía para detenerlos porque cada vez llegaban más y más. Una flecha atravesó la cara de uno y luego del otro y así hasta que pude quitarmelos de encima, Rick luchaba con otros dos y llegué a uno, le golpee con la parte de atrás del arma hasta que dejara de moverse.

Cuando recuperé el aliento, pude distinguir que, quien me había salvado habia sido Daryl.

Solo agradecí con un movimiento de cabeza, Merle me veía con burla en la cara. Michonne estaba bien y Hershel también. Me volvió a revisar, desinfectó y me dio algunos medicamentos para el dolor.

En mi celda, mientras me tomaba las pastillas llegó Daryl.

—Judy,— habló para que lo mirara —Lo que hice, no estuvo bien.

—No debes de dar explicaciones. Simplemente no vuelvas a prometer algo que sabes que no lo cumplirás.

Entró a la celda, me puse de pie.

—Estuvo mal, lo sé. Yo no pensaba bien en ese momento y perdón.

Solo nos veíamos a los ojos.

—Está bien, pero no me dejes, otra vez. Por favor.

Me acerqué a él y lo abracé, me rodeó con sus brazos; su cara estaba enterrada en mi cuello.

—Eres preciosa...— me dijo al oído.

Sonreí como mensa, aun seguíamos juntos. Cuando nos separamos y nos volvimos a ver vi una mirada diferente en él, sus ojos azules son tan profundos, me acerque a él y él a mi, nuestros instintos estaban floreciendo, alcé mi cara y el bajó levemente la suya, ambos sabíamos que estábamos haciendo, sabíamos lo que sentíamos.

Este momento, cuando nuestras respiraciones empezaban a mezclarse, no queríamos qué fuera rápido, no había porque apresurarse.

—¿Daryl?— era Dale. Nos separamos de golpe, incómodos.

—¿Si?

—Necesito que vengas.

Solo me miró por última vez y se fue.

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Crows |Daryl&Tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora