Judy, no se como describir su comportamiento estos días y lo entiendo completamente solo que me deprime y me rompe el corazón en mil pedazos.
—Judy, tengo que irme.— le susurré.
—Cuídate.
Solo dijo eso y se volteó del lado contrario dándome la espalda. Le di un beso en la sien y salí de la habitación, suspiré de frustración y tristeza.
Hoy iríamos a buscar provisiones, ahora tardabamos menos en volver, un día máximo. Luke me apoyaba moralmente junto a Rick, pero nadie podía acercarse a Judy, ni siquiera permitía que le dijera algo bello sobre ella.
—¿Listo?— me dijo Jess, también él siempre está al tanto de todo.
Asentí, una explosión sonó en la parte de atrás de Alexandría. Corrimos todos hacia allá y de ese lado venía gente como la que tenia a Judy encerrada junto con Lily. Corrí a la casa para saber si estaba bien.
Entré y Carl tenia a Judith en brazos.
—Sube y escondete con ella, no salgan hasta que alguien venga.
Se metió a su cuarto y se encerró en el closet con Judith. Entré donde estaba Judy y veía por la ventana aterrada, no podía moverse de su lugar.
—¡Judy! Ven acá.
Corrió cuando me vio y me abrazó.
—No dejes que me hagan algo otra vez, por favor. No me dejes sola.
—No te dejaré, lo juro.
Nos metimos al closet, era pequeño, nuestros cuerpos estaban demasiado cerca y ella abrazó mi torso y no se soltó, pase mis brazos alrededor de ella y se movió incomodamente en su lugar.
La puerta se abrió, Judy ahogó un grito al ver que era uno de esos hombres. Tenia mi navaja en la mano por si llegaba a encontrarnos, lo miraba por las ranuras del closet.
El hombre caminaba por la habitación, revisaba todo hasta que llegó al closet, traía consigo un arma, poco a poco abrió la puerta y mi navaja se encontraba en su garganta, la sangre salía como ríos abundantes. Judy salio del closet.
—No pasó nada, todo está bien.—me miró por un tiempo y volvió a meterse.
—Estaré bien aquí.
Se encerró y eso significaba que podía salir a defender Alexandría, le eché un vistazo a Carl y ellos estaban bien. Cuando bajé las escaleras me encontré con otros hombres, con mi ballesta les di en el cráneo, quité mis flechas y salí de la casa. Afuera todo estaba hecho un caos, había humo y fuego, caminantes y personas malas.
Con la navaja mataba caminantes y gente, había personas muertas por las calles de Alexandría siendo devoradas o siendo asesinadas cruelmente. Gente intentó matarme pero Luke me salvó varias veces, después me encontré con Jess en el suelo siendo atacado por uno de los salvajes, por suerte pude salvarlo, lo ayudé a levantarse y siguió matando gente. Parecía que todo estaba bien, ya no había ruido de armas, quejidos de caminantes ni gritos de gente muriendo. Algo me hizo voltear y vi que Judy salía de la casa, estaba ensangrentada.
Me vio y venía hacia mi, levantó su arma para disparar, levanté la manos.
—Judy.... Judy... Baja eso.
No me hacía caso y cada vez más se acercaba, no se que planeaba y porqué lo hacía pero me apuntaba.
Disparó, pensé que moría pero no, no me pasó nada, detrás de mi había un hombre muerto. Me salvó. Judy llegó completamente y pisó el cráneo de aquel hombre, fueron demasiadas pisadas. Dejé que sacara su furia, cuando terminó volvió a encerrarse en la casa.
El resto del día fue limpiar las calles, quemar cuerpos y enterrar los otros. Se llegó la tarde y Deanna dio un discurso acerca de lo que habíamos vivido y que teníamos que permanecer fuertes. Al terminar sus palabras un grupo de personas fuimos y reforzamos las paredes que se habían caído con la explosión.
No se como, pero de nuestro grupo nadie había muerto y eso me llenaba de paz, decidimos que dormiríamos todos en una casa para estar más seguros de que estamos a salvo.
°°°°°°°
Amaneció y todo el ambiente estaba gris, todos estaban tristes, el cielo estaba gris y la lluvia no tardó en caer sobre nosotros haciendo que los pequeños canales se pintaran de rojo por la sangre que quedó en el piso de Alexandría. Todos estaban en sus casas descansando y tomando luto pues muchos perdieron a familiares en el trágico día de ayer. Subí a la habitación donde estaba Judy, se encontraba más despierta.
—Daryl.— dijo en cuanto me vio entrar.
—Judy, ¿estas bien?
—Si, solo quería hablar.
—Dime todo lo que quieras decir.
—Creo que es mejor si nosotros dos nos separamos.
Oh, no. Mi corazón.
—¿Por? Creí que estábamos bien.
—Lo estamos, pero yo no lo estoy y necesito tiempo.— se escuchaba tranquila.
Guardé silencio, no sabia que decir.
—Lamento que no hayamos cumplido con nuestra promesa de una familia tan pronto, juro que quiero pasar el resto de mis días contigo pero ahora no puedo. Estoy mal físicamente y no tengo fuerzas para amarte como debería.
—Pero, no te quiero dejar ir tan fácil Judy.
Busqué en el cajón el anillo que había elegido, me acerqué y tome su mano.
—¿Qué haces?
—Te iba a pedir que te unieras conmigo, de manera más formal, como un acto simbólico.
Le puse el anillo y entonces pudo soltar lagrimas que se resistían a salir.
—Daryl... No, no me hagas esto.
—No te obligaré a estar conmigo, solo quiero que recuerdes lo mucho que te amo.
Se lanzó a mi y me abrazó, soltó sollozos en mi cuello, estábamos aferrados el uno al otro, pero ella tiene razón, debe sanar todo lo que ha vivido.
—No tienes que pasar todo esto sola.
—Lo se, pero tampoco quiero que tengas que cargar lo que no es tuyo.
Junté nuestras frentes y la besé, tal vez sería nuestro último beso.
—Siempre que me necesites aquí estaré.— le dije por último.
—Gracias, por todo.
Salió de la habitación, sequé mis lágrimas y traté de no volver a llorar.
Ahora, todo lo que tenia se esfumó en cuanto salio por aquella puerta.
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Crows |Daryl&Tú|
FanfictionCría cuervos y te sacarán los ojos. Mantenemos vivos a los muertos y muertos a los vivos. Reescribiendo :) Obra original escrita en 2016