"El Fin"

1.6K 73 5
                                    

Casi al anochecer habíamos vuelto a Alexandría las ochenta personas que éramos, el grupo que había vuelto horas antes no lo había logrado. Murieron en el camino.

Reforzamos los muros, escondimos a los niños y ancianos en sótanos, Michonne y yo nos subimos hasta lo alto de una iglesia, lejos de los muros para que no nos fueran a atacar y nosotros no tuviéramos que movernos mucho. Sentía que perdería al bebé este día.

El ambiente estaba tenso, la gente guardaba silencio, hoy era el día en el que probablemente ganaríamos nuestra libertad o el día en el que todos murieramos. Con francotiradores nos acomodamos Mich y yo, apuntabamos en todo momento, vimos como las camionetas de mi papá entraron y tiraron los muros, caminantes habían entrado pero fueron aniquilados por su gente de inmediato.

Empezaron los disparos, apunté a la gente de Negan, apuntaba a los cráneos pero no podía disparar, maté a muchos caminantes pero no podía matar personas y no entendía porque no lo hacía si antes lo disfrutaba, tuve decenas de oportunidades de matar a Negan pero no lo hice, no podía matar a mi propio padre, mi mamá estaría avergonzada de mi.

Estaba recargando cuando una persona intentaba entrar a la parte donde estábamos nosotras. Tomé un hacha, no era la mía, me puse en guardia y con el temor de poder perder a mi bebé me armé de valor para defender mi posición. Mich abrió la puerta y yo ataqué, era un hombre de Negan, el hacha quedó en su cuello, no lo había matado totalmente y él sufría, saqué el hacha y lo volví a encajar hasta que su cabeza estaba rodando escaleras abajo. El cuerpo Mich lo aventó igual y volvió a cerrar la puerta.

No sé si era por el embarazo pero me sentía tan triste y sentimental por todo lo que pasaba en estos instantes. Mich me movió de los hombros.

—¡Rick ya dio la señal!

—¿Ya terminó?

Asintió con la cabeza, sonreía y yo no lo odia creer.

Bajamos de la torre, caminamos hasta la puerta principal, Ezekiel tenia en su mano la cabeza de Negan. Las fuerzas de mis piernas se esfumaron, la poca felicidad que sentía había desaparecido, caí al suelo de rodillas, tapé mi cara con ambas manos y lloré como un bebé deseando comer, el momento que menos imaginé vivir estaba pasando, Jesús llegó a mi lado y me abrazó, también lloraba conmigo. No podía imaginar lo que Tyler sentiría en estos momentos.

—¡¡Aaaaaaaaahhhhh!!—grité, grité, grité tan fuerte que me dolió mi garganta.

—No, no, no, no, yo no quería verlo así...—me aferré a Jesús.

—Créeme qué yo tampoco... Fue un padre para mi también.

No quería despegarme, no quería ver a nadie más.

—¿Mamá, papá?

Era Tyler.

Abrimos espacio y nos miró a los dos.

—¿Por qué están tristes?

—Hijo...—empezó Jesús, secó sus lágrimas —Tu abuelo... Él... Él murió.

Sollozó aun más fuerte Jesús, nunca lo había visto llorar tanto. Tyler empezó a llorar, nos abrazamos los tres, era el día más triste que habíamos vivido cualquiera de los tres.

Tirados en el suelo de  Alexandría  lloramos el cuerpo de papá y por más malo que fuera, por menos humanitario que se haya vuelto segura siendo mi padre y todo lo que hizo después del apocalipsis no significa que no haya sido un buen padre, un buen esposo, un buen abuelo.

Le hicieron un velorio junto con los demás de Alexandría, El Reino y Hilltop, no por ser a Negan sino por ser mi padre, el abuelo de Tyler. El día más triste que jamás creí que fuera así, después del entierro me quedé un momento mirando su tumba, quedándome con los recuerdos buenos de mi infancia, de mi adolescencia. Daryl se paró a  mi lado, le pedí que no se fuera, y así lo hizo se quedó ahí hasta que decidí irme a casa con él. La gente estaba triste por las perdidas de estos días.

Se decidió que durante el siguiente día nadie saldría, todos descansarán y volverán a los conteos y que comunidad seguirá de pie.

Dormí junto a Tyler, él había sido el más afectado por la muerte de Negan, le escribió una carta diciéndole que un día lo volvería a ver, que era su héroe y que lo amaba. Me partió en corazón tener que verlo así de triste.

Pero así es la vida, nos juega mal, nos duele siempre el perder a alguien y yo jamás quise saber quién fue quien lo mató, ahora nuestra prioridad es Sobrevivir de los caminantes y no de los salvadores quienes los que sobrevivieron se quedaron en su edificio y nos regresaron una pequeña parte de lo mucho que se nos quitó.

Ahora hay paz en nuestro interior, tristeza en el corazón pero entendidos en que siempre pasan estas cosas y que aun faltan cosas peores, muertes duras, gente aun más mala pero por ahora estamos disfrutando en momento de estar con las personas que siguen con vida.

Pasamos de capítulo, algo nuevo se viene.


Fin.

Crows |Daryl&Tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora